Título: Los que vivimos
Autor: Ayn Rand
Año de publicación: 1936 (revisada en 1961)
Editorial: Grito Sagrado
Hay una época de la Historia reciente que me interesa muchísimo, y no es precisamente el Holocausto, tema sobre el que se publican docenas de libros cada año, sino la Revolución Rusa y sus consecuencias. En mi opinión, se trata de un tema literariamente infravalorado. Partiendo de la base de que los seres humanos somos de lo más morbosos y que por eso tienen tanto éxito los libros y películas acerca del Holocausto (y es que fue una auténtica masacre), una puede preguntarse por qué otro régimen igualmente brutal y que, además, duró más de setenta años, no ha sido tan reflejado en la literatura.
Ayn Rand, autora de esta novela, explica la razón en el prólogo de la versión revisada de la misma: los simpatizantes estadounidenses del Comunismo no vieron con buenos ojos la imagen que ella ofrece de la Revolución de 1917, por lo que la novela tardó dos años en ver la luz. Es posible que los aspectos más idealizados del Comunismo hayan influido en la ausencia de estas obras.
El argumento de Los que vivimos tiene tres protagonistas: Kira Argounova, Leo Kovalensky y Andrei Taganov. Kira es una joven de familia burguesa que, a su regreso a Petrogrado tras la Revolución, se ve obligada a lidiar con las injusticias impuestas por el nuevo régimen comunista y sus fanáticos seguidores, además de la más absoluta miseria. En Petrogrado conoce a los dos hombres que cambiarán su vida: Leo, hijo de un aristócrata y tan apestado socialmente como ella, un auténtico individualista que sólo piensa en sobrevivir sin rendirse a idealismos, y Andrei, un joven que procede del proletariado y que cree ciegamente en los valores del Partido Comunista. El complejo triángulo se enreda durante varios años mientras se encaminan, entre especuladores y muertos de hambre, hacia la tragedia.
La obra posee un marcado tinte realista en el que se nos relata de manera fidedigna la verdadera vida en la Rusia comunista en los últimos años de Lenin y los primeros de Stalin, reflejando no los dogmas de las ideologías sino el día a día de una nación empobrecida hasta la más absoluta miseria y la indignante opulencia de los líderes bajo las banderas rojas de la igualdad. No en vano la autora defendió en vida que Los que vivimos es su novela más autobiográfica, que redactó en Estados Unidos tras abandonar la U.R.S.S. en 1925. A pesar de las dificultades que experimentó la autora para publicar la novela, obtuvo un gran éxito, al igual que en las siguientes, tituladas El manantial y La rebelión de Atlas.
Además de la visión que ofrece de una realidad que conoció, Los que vivimos es interesante por los tres personajes principales, todos ellos caracterizados por unas personalidades muy complejas e interesantes, sin caer en tópicos de ninguna clase. En esta primera novela, Rand deja entrever sus convicciones personales, que desembocarían en la creación del Objetivismo, su propia corriente filosófica.
Puntuación: 8
Autor: Ayn Rand
Año de publicación: 1936 (revisada en 1961)
Editorial: Grito Sagrado
Hay una época de la Historia reciente que me interesa muchísimo, y no es precisamente el Holocausto, tema sobre el que se publican docenas de libros cada año, sino la Revolución Rusa y sus consecuencias. En mi opinión, se trata de un tema literariamente infravalorado. Partiendo de la base de que los seres humanos somos de lo más morbosos y que por eso tienen tanto éxito los libros y películas acerca del Holocausto (y es que fue una auténtica masacre), una puede preguntarse por qué otro régimen igualmente brutal y que, además, duró más de setenta años, no ha sido tan reflejado en la literatura.
Ayn Rand, autora de esta novela, explica la razón en el prólogo de la versión revisada de la misma: los simpatizantes estadounidenses del Comunismo no vieron con buenos ojos la imagen que ella ofrece de la Revolución de 1917, por lo que la novela tardó dos años en ver la luz. Es posible que los aspectos más idealizados del Comunismo hayan influido en la ausencia de estas obras.
El argumento de Los que vivimos tiene tres protagonistas: Kira Argounova, Leo Kovalensky y Andrei Taganov. Kira es una joven de familia burguesa que, a su regreso a Petrogrado tras la Revolución, se ve obligada a lidiar con las injusticias impuestas por el nuevo régimen comunista y sus fanáticos seguidores, además de la más absoluta miseria. En Petrogrado conoce a los dos hombres que cambiarán su vida: Leo, hijo de un aristócrata y tan apestado socialmente como ella, un auténtico individualista que sólo piensa en sobrevivir sin rendirse a idealismos, y Andrei, un joven que procede del proletariado y que cree ciegamente en los valores del Partido Comunista. El complejo triángulo se enreda durante varios años mientras se encaminan, entre especuladores y muertos de hambre, hacia la tragedia.
La obra posee un marcado tinte realista en el que se nos relata de manera fidedigna la verdadera vida en la Rusia comunista en los últimos años de Lenin y los primeros de Stalin, reflejando no los dogmas de las ideologías sino el día a día de una nación empobrecida hasta la más absoluta miseria y la indignante opulencia de los líderes bajo las banderas rojas de la igualdad. No en vano la autora defendió en vida que Los que vivimos es su novela más autobiográfica, que redactó en Estados Unidos tras abandonar la U.R.S.S. en 1925. A pesar de las dificultades que experimentó la autora para publicar la novela, obtuvo un gran éxito, al igual que en las siguientes, tituladas El manantial y La rebelión de Atlas.
Además de la visión que ofrece de una realidad que conoció, Los que vivimos es interesante por los tres personajes principales, todos ellos caracterizados por unas personalidades muy complejas e interesantes, sin caer en tópicos de ninguna clase. En esta primera novela, Rand deja entrever sus convicciones personales, que desembocarían en la creación del Objetivismo, su propia corriente filosófica.
Puntuación: 8
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