martes, 24 de noviembre de 2009

El truco final (El prestigio)


Título: El truco final (El prestigio) (The Prestige)
Director: Christopher Nolan

Intérpretes: Hugh Jackman, Christian Bale, Scarlett Johansson, Michael Caine
Año de estreno: 2006

No sé muy bien por qué, pero los años 2006 y 2007 fueron los años de la magia en el cine, y no me refiero a Harry Potter, precisamente. En poco tiempo vieron la luz varias películas que tenían como protagonistas a magos y prestigitidadores. Una de ellas fue ésta, El prestigio, protagonizada por uno de mis actores preferidos, Hugh Jackman, aunque no he tenido ocasión de verla hasta hoy.

La historia se desarrolla en torno a dos protagonistas, los magos Robert Angier y Alfred Borden, ambos ayudantes de un famoso mago. Cuando una negligencia de Alfred durante la ejecución de un truco acarrea la muerte de otra ayudante, la esposa de Robert, ambos amigos desarrollan una fuerte rivalidad que acompaña al intenso odio que se profesan. Durante años, ambos tratan de triunfar como el mejor mago, mientras se sabotean y se copian el uno al otro sus trucos.

La película, ambientada a finales del siglo XIX, se centra en el odio, la rivalidad y la obsesión de ambos protagonistas. Estéticamente el resultado es francamente positivo: por una parte vemos la miseria; por el otro, el lujo. El vestuario y la caracterización son correctos, aunque quizá habría ayudado que los protagonistas masculinos llevasen barba o bigote, que era la moda en la época. Claro que, la gente no va al cine a ver los rostros de sus actores favoritos cubiertos de pelo. La interpretación también es buena, especialmente la de los dos protagonistas masculinos. Además de su atractivo físico, ambos sacan adelante sus personajes con gran acierto.

¿Y dónde está el pero? Pues nada menos que en el argumento. En mi opinión, resulta enrevesado en exceso, y al terminar de ver la película me invadió una sensación de desconcierto, pues tuve la sensación de haber visto un argumento demasiado retorcido. No me gustó demasiado.

Puntuación: 4

viernes, 20 de noviembre de 2009

La esencia del sake


Título: La esencia del sake
Autor: Joyce Lebra
Año de publicación: 2009

Editorial: Viceversa


Hubo un tiempo en que mi desmedida afición por el manga y el anime me llevó a interesarme por la cultura japonesa. Leí muchos libos, tanto ensayos como novelas, que se desarrollaban en distintas épocas y ambientes de dicho país. Aprendí el significado de palabras como shogun, Bakufu, obi, haori, okiya, ozashiki o mizuage, por citar sólo algunas. Aunque actualmente no soy tan fanática del tema como antes, sigue interesándome, sobre todo si me topo con una novela que se interna en un tema que no había tocado antes, en este caso, la fabricación del sake.

La esencia del sake narra el devenir de varias generaciones de una familia dedicada a la producción de dicho licor antes y después de la Revolución Meiji. La protagonista indiscutible es Rie Omura, una rebelde joven dispuesta a desobedecer la férrea tradición que rige las destilerías de sake y a hacerse cargo del negocio familiar. Junto a ella vemos desfilar a todos sus descendientes, cada uno con sus propias pasiones y secretos, que tienen en común una cosa: su deseo de convertir su destilería en la mejor.

Por su portada, que presenta una bonita fotografía de una maiko, y la sinopsis que aparece en la contraportada, La esencia del sake puede resultar engañoso. Yo misma creí que la historia se centraría en la vida personal de Rie, dilatando sus etapas de juventud y madurez, pero en vez de eso, la autora apuesta por relatar la maner en que la protagonista va haciendo realidad, uno a uno, sus propósitos para con la destilería de su padre, hasta que es una anciana.

El estilo narrativo es lo que menos me ha gustado. Además de parecerme que los saltos en el tiempo no están bien armonizados (son demasiado abruptos y se resuelven haciendo que algún personaje cite su edad o la de otro), la propia historia está contada de un modo demasiado occidental, con detalles que desvelan que ha sido una americana quien la ha redactado, por muy bien que se haya informado acerca del proceso de fabricación del sake. Cuenta con detalles culturalmente inverosímiles, como el trato que dispensa a las geishas, cuya descripción encaja más con la de las cortesanas tayu. Lo cierto es que me esperaba otra cosa.

Puntuación: 5

Despertar


Título: Crónicas Vampíricas I: Despertar
Autor: L. J. Smith

Año de publicación: 1991

Editorial: Destino

La fiebre que ha generado la saga Crepúsculo en torno al tema de los vampiros ha desembocado en una impresionante proliferación en España de novelas de género romántico protagonizadas por personajes de naturaleza sobrenatural. Pero además de las nuevas creaciones, de mayor o menor calidad, la nueva moda ha servido para desempolvar títulos de lo más conocidos de este estilo en Estados Unidos. La saga de las Crónicas Vampíricas es un buen ejemplo de ello, además del más citado.

El primer volumen de esta saga, Despertar, introduce a los tres personajes principales de la historia: una joven humana llamada Elena Gilbert, la chica más popular de su instituto, pero que acarrea un doloroso pasado, y dos hermanos vampiros, Stefan y Damon Salvatore, enfrentados por su amor. Típico, ¿verdad? En Despertar estos tres personajes se verán las caras por primera vez, descubriremos la historia de los Salvatore y cómo se convirtieron en vampiros, además de observar cómo tratan de compaginar su extraordinaria situación con una vida normal...

La saga de Crónicas Vampíricas, que comparte título con la serie más famosa de la archiconocida Anne Rice, fue bastante famosa en Estados Unidos en su momento, con cuatro volúmenes (una trilogía más un cuarto volumen "aparte") que la autora, L. J. Smith, publicó antes de dejar abandonado el drama protagonizado por los hermanos Salvatore y Elena. Esas cuatro novelas han visto ya la luz en España, con un tirón comercial avalado por la portada de inspiración "crepusculera". Su renovada popularidad en Estados Unidos gracias a la saga de Stephenie Meyer ha motivado a la autora a anunciar que escribirá una nueva trilogía que cerrará la saga. Además, el argumento de las Crónicas Vampíricas ha sido adaptada, libremente, en una serie de televisión llamada The Vampire Diaries (nombre que recibe la saga en la versión original), que aún no he tenido ocasión de ver.

En cuanto a Despertar, aunque ya me habían advertido que no se parece ni de lejos a la superventas Crepúsculo (creo que ha llegado el momento de confesar: a mí los dos primeros libros de la saga de Meyer me encantaron. No así los dos siguientes, ni mucho menos la película), me he sentido en la obligación de experimentarlo en mis propias carnes. A decir verdad, el argumento de las Crónicas es, de entrada, igual de simple, como suele suceder con la mayoría de ellos: son los detalles y los toques de cada autor lo que los adornan de manera decisiva. Y a Despertar le falta gancho. La autora no consigue vincularnos a los personajes, y describe tan poco sus emociones que resulta francamente complicado interiorizarlos. Además, y esto es lo que me ha chocado, la voluntad de hacer de los libros una serie es totalmente descarada. En vez de cerrar cada libro, como hacen otros autores de sagas, L. J. Smith deja el último capítulo como a medias, en un momento álgido. Salvando las distancias, como Stieg Larsson, pero en malo. No da una buena sensación, pues el libro no es lo bastante bueno como para enganchar y estar deseando leer la segunda parte. A mí, por ejemplo, no me ha pasado, aunque me la leeré. Pero dentro de un tiempo.

Puntuación: 6

(500) días juntos


Título: (500) días juntos ((500) days of Summer)
Director: Marc Webb
Intérpretes: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel, Geoffrey Arend, Chloë Grace Moretz
Año de estreno: 2009


Antes de entrar en la sala del cine, sabía que esta película iba a gustarme. Sabía que no era otra comedia romántica al uso y algo me decía que iba a salir encantada. No sé si el nombre de Zooey Deschanel en el cartel tuvo algo que ver, pero debo reconocer que, desde que la descubrí en Tin Man, me ha encantado en todos los papeles que la he visto interpretar. Y también como cantante.

(500) días juntos es la historia de Tom y Summer. Él es un arquitecto que trabaja escribiendo tarjetas de felicitación y que cree en el amor eterno y el destino. Ella es la secretaria del jefe, posee la rara habilidad de encandilar a todo el mundo y odia etiquetar las relaciones. Y claro, la película narra la crónica de los quinientos días que pasan juntos Tom y Summer conociéndose, decepcionándose, descubriéndose, haciéndose daño y queriéndose. Gradualmente, su relación avanza. Y es que (500) días juntos es una historia (casi) de verdad.

Como recurso narrativo, el director opta por ese método que parece estar tan de moda y que he criticado en algunas películas: los saltos de atrás adelante. Pues bien, en (500) días juntos me gusta cómo queda. Si la historia fuese lineal habría sido más sosa; de esta manera, la narración adquiere frescura. A esto contribuyen también la voz en off del narrador y ciertos detalles como la división de la pantalla entre las expectativas de Tom y la realidad, entre otros. En cierto momento, me recordó a Amélie.

En cuanto a la interpretación, resulta impecable. Zooey Deschanel está estupenda, lo cual no resulta nuevo, pues el papel parece hecho a su medida; me recuerda a Allison, de Di que sí. A Joseph Gordon-Levitt sólo le había visto con anterioridad en Diez razones para odiarte y en un episodio de Aquellos maravillosos 70, pero lo cierto es que es uno de esos personajes a los que se les coge cariño. Los secundarios cumplen dicho papel sin destacar demasiado, en todo caso podrían mencionarse a McKenzie y Paul, los amigos de Tom, que dan ese toque divertido que suele recaer en dichos personajes.

Finalmente, me gustaría destacar como plato fuerte la excelente banda sonora, en la que suenan temas de The Smiths, Regina Spektor y Carla Bruni, entre otros. Contribuye a crear la atmósfera de la película; gracias a la conexión de los personajes con las canciones, nos sentimos incluso más sumergidos en la historia de Tom y Summer.

Puntuación: 9

domingo, 8 de noviembre de 2009

La mecánica del corazón


Título: La mecánica del corazón
Autor: Mathias Malzieu
Año de publicación: 2007
Editorial: Mondadori

Cuanto mayor me hago, más aprecio los cuentos. Eso se ha extendido, por supuesto, a esos "cuentos para mayores" que todos recibimos durante la infancia pero que no entendemos cuando intentamos leerlos: El principito es el ejemplo más representativo. A ese grupo se podría añadir La mecánica del corazón, un cuento que, ¡cuidado! no es para niños.

La acción se inicia en Edimburgo, durante el día más frío de la Historia. En lo alto de una colina nace Jack, cuyo corazón está dañado. Para salvarle la vida, la doctora Madeleine le injerta un reloj de madera. Pasados varios años, Jack se enamora de una joven bailaora miope llamada Miss Acacia; en pos de su amor, el chico viaja por Europa hasta Granada, con una amenaza en mente: la que pende sobre su frágil corazón de madera si se enamora.

La mecánica del corazón es un librito narrado en primera persona, muy tierno y triste, con un hermoso estilo y frases muy bien construidas y poéticas: no cabe la menor duda de que su autor es músico. A lo largo de sus páginas irán desfilando una serie de personajes entrañables, tanto ficticios como reales, que acompañan a Jack en alguna etapa de su viaje. Sus descripciones son, en mi opinión, lo mejor del libro: emplea unos vocablos muy musicales que aportan una gran belleza a la novela, además del juego que da que el protagonista lleve anclado un reloj al pecho. Mi fragmento preferido es, sin duda, el epílogo.

Lo único que he echado en falta son unas buenas ilustraciones. La que decora la portada del libro otorga al volumen un aspecto a medio camino entre El principito y las películas de Tim Burton que está muy bien. Tal vez se deba a que soy una fanática de la ilustración, pero en mi opinión, unos dibujos de Benjamin Lacombe (ilustrador de la portada) en blanco y negro, tipo grabado, intercalados entre las páginas, habrían hecho del libro una joyita.

En resumen, me atrevería a decir que La mecánica del corazón gustará a los amantes de la fantasía intimista y volátil. Los fans de Burton, creo, lo disfrutarán.

Puntuación: 7

Amanece, que no es poco


Título: Amanece, que no es poco
Director: José Luis Cuerda
Intérpretes: Antonio Resines, Gabino Diego, Samuel Claxton, José Sazatornil
Año de estreno: 1988

Resulta curioso que de motu propio me hiciese con esta película, pues no suele gustarme el cine español. No obstante, vi un reportaje acerca de su aniversario y me resultó tan curiosa que me animé a verla. Y lo cierto es que ha merecido la pena.

Amanece, que no es poco se desarrolla en un pueblecito manchego de lo más peculiar: los hombres brotan de la tierra, la gente se desdobla y los sudamericanos van en bici o huelen bien, según el día. Allí llegan, en una Vespa con sidecar, Teodoro y su padre, Jimmy. A lo largo de dos días, comparten con sus habitantes las excentricidades del lugar.

Como puede apreciarse, Amanece, que no es poco, rezuma surrealismo por los cuatro costados. Algunos momentos resultan tan delirantes que nos hacen preguntarnos si realmente es una película española, aunque el reparto, plagado de caras conocidas y numerosos detalles culturales nacionales, no dejan lugar a dudas. Esta película aporta un aire fresco al panorama que la hace interesante incluso pasados más de diez años desde su estreno.

Como decía, son muchos los rostros conocidos que se dan cita en dicho pueblo. Aunque se suele recordar a Gabino Diego como el portavoz de los estudiantes norteamericanos (papel que realiza de maravilla, por supuesto), personalmente me quedo con José Sazatornil como el cabo de la Guardia Civil, pues le da al papel una entidad de lo más carismática. También destaco a Tito Valverde como el Intelectual y a Quique San Francisco como el hombre que quiere cambiar de personaje: ambos resultan geniales.

Creo que Amanece, que no es poco debería contarse entre los clásicos del cine español, si es que no se cuenta ya. ¡Menos dramas de la Guerra y más originalidad!

Puntuación: 8

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ágora


Título: Ágora
Director: Alejandro Amenábar
Intérpretes: Rachel Weisz, Oscar Isaac, Max Minghella, Rupert Evans
Año de estreno: 2009

Después de dos semanas en cartel, al fin he tenido la oportunidad de ver una de las películas que más expectación me han provocado. Aunque no soy ninguna especialista en la filmografía del director, del que sólo he visto Los otros, la ambientación histórica y la promesa de un peliculón español, para variar, me atraían inevitablemente.

Ágora se desarrolla en el siglo IV d. C., en Alejandría, donde la astrónoma Hipatia vive con los ojos puestos en el cielo, estudiando el movimiento de los astros y transmitiendo su saber, ajena a los acontecimientos político-religiosos que sacuden su ciudad, enfrentando a paganos, judíos y cristianos, y a temas más mundanos, como los sentimientos que despierta en dos hombres muy cercanos a ella: su alumno Orestes y su esclavo Davo.

Más de dos horas de duración le lleva a Amenábar narrar una trama tan épica como histórica: con el telón de fondo del desmoronamiento del Imperio Romano, Hipatia aparece como una simple excusa de la que se vale para desarrollar el tema clave: el fanatismo religioso en todas sus vertientes. Ese fanatismo no entra en contacto directo con la protagonista hasta el final de la película, creando algo así como dos líneas de narración muy diferenciadas: por un lado vemos la extrema violencia en las calles de Alejandría y por el otro, a la astrónoma refugiada en la búsqueda del saber, su verdadera pasión. El choque que se espera es, obviamente, brutal.

El punto fuerte de Ágora es, en mi opinión, la ambientación. Alejandría y su legendaria biblioteca aparecen reconstruidas de un modo creíble e imponente, cargadas de verosimilitud. Esta fidelidad histórica se traslada también a la caracterización de los personajes de acuerdo a la época y a los credos que profesan: la multiculturalidad se refleja en los ricos atuendos de los judíos, en las togas de los magistrados del Imperio y en las toscas túnicas de los monjes parabolanos.

Otro aspecto que me ha gustado mucho es la música, inspirada en las pocas melodías que se conservan anteriores a la Edad Media. En pantalla vemos incluso un aulós, un instrumento de origen griego que Orestes toca. La banda sonora puede, sin embargo, sonar muy parecida a la de otras películas ambientadas en la Antigüedad, como Gladiator. Se percibe la similitud de fuentes.

Ágora es, en resumen, una película excelente, muy interesante y de una gran calidad. Con directores como Amenábar, el cine español da gusto.

Puntuación: 7

Toma el dinero y corre


Título: Toma el dinero y corre (Take the money and run)
Director: Woody Allen
Intérpretes: Woody Allen, Janet Margolin, Louise Lasser, Marcel Hillaire
Año de estreno: 1969

Últimamente que las películas del gran director de Manhattan dejan bastante que desear, es un buen momento para revisar la filmografía de sus primeros años. Si se comparan, por ejemplo, Scoop (siendo benevolente, pues de las actuales de Woody Allen es la que menos me disgusta, podría incluso decir que me gusta) con Annie Hall, es que no hay color. Cierto es que no he visto la última, Si la cosa funciona, y me han dicho que es muy buena, pero hay que tener en cuenta que se trata de un guión que Allen tenía escrito desde hace años.

Para comenzar a revisar la filmografía de Woody Allen, noy hay mejor pieza que Toma el dinero y corre, su segunda película. Filmada a modo de falso documental (al igual que haría años más tarde en Zelig), la película narra ñas aventuras y desventuras (más bien éstas últimas) de Virgil Starkwell, un desastroso delincuente que tras varias estancias en la cárcel, conoce a una hermosa y dulce joven de la que se enamora, de manera que se compromete a cambiar... pero como en tantas otras cosas, es más fácil decirlo que hacerlo.

Se nota lo temprano de la película en la clase de humor que utiliza Allen: aunque ya presenta las características que le definirán en obras maestras como Annie Hall o Manhattan, resulta algo tosco, menos refinado, por así decirlo. El aspecto general de Toma el dinero y corre es de un gran absurdo, más o menos como en Lily, la tigresa, con la diferencia de que en vez de ser consecuencia del doblaje de una película japonesa, se debe a la propia actuación de Woody Allen, joven e inexperto y sobre todo, sin temor al ridículo. No obstante, es precisamente esto lo que provoca la hilaridad, junto a los recursos visuales y los consabidos chascarrillos que constituyen la marca de la casa en cualquier película clásica de Woody Allen.

En conjunto se trata de una película muy recomendable para los amantes del humor, especialmente aquellos que estén descubriendo a Woody Allen con sus, digamos, diez últimas películas. Señores: hubo vida antes de Scarlet Johansson.

Puntuación: 7

Yerma


Título: Yerma
Autor: Federico García Lorca
Año de publicación: 1934
Editorial: Aguilar

Cuando estudiamos en el instituto a García Lorca en su faceta como dramaturgo, tres son los títulos clave de su producción: Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Yerma. Hasta hace poco, Lorca como dramaturgo me resultó desconocido, pero la lectura de la autobiografía de Alberti, La arboleda perdida, en la que se mencionan al autor y a sus obras, me incitaron a conocer algo mejor al mártir por excelencia de las Letras españolas. Así, a la espera de ir a ver La casa de Bernarda Alba al teatro, y con la única experiencia de una obra del autor de Fuente Vaqueros vista, que fue Así que pasen cinco años, decidí reconciliarme con el teatro leído, algo que nunca me ha gustado pero que me he visto obligada a hacer más de una vez.

Yerma es la historia de una joven casada que responde al nombre que da título a la obra, y que coincide además con su condición, pues no tiene hijos, lo cual da origen a toda clase de habladurías en su entorno, un pequeño pueblo. En la triste vida de Yerma se unen el anhelo por tener hijos, la insatisfacción por un matrimonio concertado por su padre con un hombre que no la tiene en consideración alguna y el amor contenido hacia otro joven. Y todo esto desemboca en tragedia.

Lo más interesante de Yerma es, en mi opinión, el tratamiento de los personajes. Lorca retrata a las mujeres de su época (y tal vez, incluso, de todas las épocas) con esas tragedias diarias que ni siquiera pueden llorarse en privado. Y es que en los pueblos todo se sabe, todo se comenta y lo que es peor: de todo se opina. El dramaturgo retrata a la perfección esa actitud de la gente, tan común, que se cree con derecho a opinar acerca de lo que no les concierne. ¡Y eso que de aquellas no existía la prensa rosa! Sin embargo, García Lorca no niega ni subyuga la fuerza de las mujeres retratadas como víctimas. Yerma se alza al final, demostrando hasta qué punto saca fuerzas de flaqueza el "bello sexo".

Yerma es un documento perfecto de la condición femenina ayer y hoy, cargado de tragedia y con una fuerza poco común.

Puntuación: 9