miércoles, 30 de marzo de 2011

En llamas

Imagen de ebooks.elcorteingles.es
Título: En llamas
Autor: Suzanne Collins
Fecha de publicación: 2009
Editorial: Molino

Entre mi ya conocida afición a las sagas y la curiosidad que me generaron los resúmenes de la segunda y tercera partes de esta trilogía, me he leído En llamas en apenas unos días. Como su predecesora, Los Juegos del Hambre, En llamas comienza a coger un ritmo endiablado hacia la mitad, y toda la segunda parte resulta francamente adictiva, ya que el desarrollo de los acontecimientos se desenvuelve de manera que el lector no desea sino saber qué sucede al final. No recuerdo que eso me pasase de una forma tan intensa desde que leí La casa de los espíritus, a pesar de que se trate de un tipo de novela completamente distinto.

Katniss ha regresado al Distrito 12 como una vencedora de los Juegos del Hambre, y contempla cómo desaparecen de la noche a la mañana todas sus privaciones. Sin embargo, no es feliz: Peeta, traicionado, le ha retirado el saludo, y Gale, desengañado, guarda las distancias. Una inesperada visita le desvela que, al contrario de lo que ella pensaba, nada ha terminado al abandonar el Capitolio: cuando acaba el Tour de los Vencedores que pasea a Katniss y Peeta por los doce Distritos, el presidente Snow anuncia la celebración del Quarter Quell, unos Juegos del Hambre conmemorativos que tienen lugar cada veinticinco años, en los que los vencedores de los septuagésimo cuartos Juegos tienen un papel muy especial.

No es la primera vez que me pasa, de hecho es algo relativamente común en mí: me ha gustado más el segundo volumen de la trilogía de Suzanne Collins que el primero. Si con Los Juegos del Hambre, que crearon numerosos adeptos, se nos presenta el sistema que rige la historia, es con En llamas con la que el lector logra sumergirse en la manera de ser de Katniss, sobre todo gracias al choque de emociones que va sufriendo a lo largo de estas páginas: su personalidad, sus relaciones, sus lealtades y otros muchos elementos que escapan a su control se ven mezclados de forma rápida y confusa, inmersa en un ambiente mucho más letal que en la primera entrega de la saga. Si cuando leí ésta  tuve la sensación de que "no era para tanto" pese a la ingente cantidad de fans que tiene la saga, mi opinión ha mejorado sensiblemente gracias a En llamas. Repito, como ya dije en mi crítica de Los Juegos del Hambre, que esta trilogía se aleja de la narrativa juvenil predominante hoy en día, con sus adolescentes enamoradas de criaturas no humanas. Debo reconocer que es un verdadero soplo de aire fresco dentro del género.

Ahora sólo queda esperar a Sinsajo, la tercera parte, que comenzaré a leer en breve. Prevenida estoy de que no llega al nivel de las entregas anteriores, lo cual, espero, me ahorrará un poco la decepción.

Puntuación: 9

lunes, 28 de marzo de 2011

Pequeñas mentirosas

Título: Pequeñas mentirosas (Pretty Little Liars)
Intérpretes: Lucy Hale, Troian Bellisario, Shay Mitchell, Ashley Benson, Sasha Pieterse, Tammin Sursok, Ian Harding
Emisión: 2010- (1 temporada, emitida en España por MTV España)

Mi abuela solía decir que las mentiras tienen las patas muy cortas. Como muchos otros dichos de mi familia, esa frase la he tomado como un verdadero credo, ya que la vida me ha demostrado en sobradas ocasiones que, como dice el refrán, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Esta serie, cuya imagen promocional empezó a perseguirme por la red hasta que me enganché a la serie (algo que lograron un capítulo y medio en MTV), reafirma esas palabras, pero añadiéndoles un significado adicional: levantar una vida sobre mentiras en todas sus variedades (desde cosas completamente falseadas hasta medias verdades, pasando por datos deliberadamente ocultos) y secretos es como construir una casa sobre arenas movedizas.

Aria Montgomery es rebelde y creativa. Spencer Hastings es competitiva y ambiciosa. Emily Fields es deportista y sencilla. Hanna Marin es insegura y está acomplejada por su sobrepeso. No tienen nada en común, salvo que las cuatro son amigas de Alison DiLaurentis, la abeja reina de su instituto, en Rosewood, Pennsylvania. Sus vidas dan un giro de ciento ochenta grados cuando Alison desaparece misteriosamente, y las cuatro chicas pierden el contacto. Se reencuentran un año más tarde, y el cadáver de Alison aparece en el patio de la que fuera su casa en la ciudad; el hallazgo coincide con unos mensajes de texto que amenazan con sacar a la luz los secretos de las cuatro amigas, firmados por alguien que se hace llamar "A", y que al parecer está al corriente de todas las confidencias que se hacían entre sí las cinco chicas. Aria, Spencer, Emily y Hanna se ponen como objetivo descubrir quién es "A", y eso implica ser completamente sinceras entre ellas; cuando no lo son, "A" las fuerza a serlo, de manera que sus motivaciones nunca están del todo claro. A medida que avanzan los acontecimientos, las cuatro amigas descubren la doble cara de su amiga Alison, de su manera de controlar a la gente mediante los secretos que compartían y de que todo el mundo en Rosewood parece tener un secreto que ocultar tras un tupido velo de mentiras.

Debo reconocer que no me interesó esta serie cuando leí su argumento por primera vez, pero fue al verla cuando me enganché en mucho menos tiempo de lo que lo he hecho con otras series. Pequeñas mentirosas, considerada por muchos una versión teen de Mujeres desesperadas, nos presenta a cuatro protagonistas muy diferentes que nos hacen enfocar una historia común desde numerosos puntos de vista, para ir abriendo a continuación el abanico de las circunstancias personales de cada chica, e incluso de algunos personajes secundarios que van apareciendo a lo largo de la trama; además, al estilo de Rebeca, la difunta Alison nunca deja de ser un personaje más, ya que las referencias que se hacen a ella y los numerosos flashbacks que protagoniza nos van mostrando distintos fragmentos de la que fuera mejor amiga de las chicas; aún así, esa imagen está muy fragmentada, y los cabos sueltos configuran gran parte de la historia hasta el último minuto del vigesimosegundo episodio, que pone fin a la primera temporada.

Pequeñas mentirosas se basa en una serie de ocho novelas publicadas por Sara Shepard entre 2006 y 2010, aunque amparada en el éxito de la serie de televisión, la autora ha firmado para continuar escribiendo. Hay programados otros dos libros más, pero desconozco si las novelas se extenderán más allá de los diez volúmenes. En cualquier caso, tengo entendido que la primera temporada adapta bastante más de la primera novela, que por cierto, será publicada en mayo por La Factoría de Ideas. No, no me atrae demasiado, porque la serie me ha tenido en vilo durante semanas, pero probablemente me lo leeré para poder comprobar hasta dónde llega la adaptación y dónde comienza el ingenio de los guionistas...
En resumen, Pequeñas mentirosas merece la pena. Más allá del penoso doblaje español (como siempre), en mi opinión es una serie que engancha, y no dejéis que la etiqueta MTV os confunda: no tiene nada que ver con la basura que emiten en ese canal (y cada vez más...), porque es de una factura completamente distinta.

Puntuación: 9

jueves, 24 de marzo de 2011

Los Juegos del Hambre

Imagen de fnac.es
Título: Los Juegos del Hambre
Autor: Suzanne Collins
Año de publicación: 2008
Editorial: Molino

Hay que ver qué poco tiempo he podido disfrutar del "200 entradas" en mi menú de blogs, con lo que me gustan a mí los números redondos. Pero bueno, para celebrar que acabo de superar en una mis críticas en El refugio en cielo abierto, redacto ahora la de Los Juegos del Hambre, primera entrega de una trilogía que ha causado furor por allí donde ha pasado, y no sin motivo.

Nos encontramos en Panem, un país ubicado donde una vez hubo otro llamado Norteamérica (sic). El territorio está dividido en doce Distritos, cada uno de ellos destinado a un tipo de explotación y regido por el Capitolio, que es también el nombre de la capital de Panem. Los Distritos están vallados y sometidos a una serie de duras normas con las que el Capitolio se asegura de recordarles que hubo un Distrito 13 que ya no existe... Katniss Everdeen es una muchacha de dieciséis años que se caracteriza por su rudeza, su sangre fría y su sentido práctico. Es quien se encarga de obtener el sustento para su familia tras la muerte de su padre, y lo hace dedicándose a la caza furtiva. Sólo tiene una debilidad: su hermana menor, Prim. Viven en el Distrito 12, el dedicado a la extracción de carbón, y llevan una vida muy dura, sobre todo en los días próximos a la Cosecha, ya que al terminar ésta se celebran los Juegos del Hambre, una competición en un estadio en la que se mete a un chico y una chica de cada distrito para que se maten entre ellos; sólo uno puede ser el ganador. Cuando Prim resulta elegida por sorteo con la edad mínima requerida, doce años, Katniss se presenta voluntaria para ocupar su lugar.

Seguro que para los más frikis o, sencillamente, los aficionados al cine oriental actual, las palabras Battle Royale suenan en sus oídos. Los Juegos del Hambre no puede presumir de una gran originalidad, ya que la idea de un concurso en el que el superviviente es el ganador no es nada nuevo, ni lo es la sociedad en que se desarrolla: doce distritos en una situación de semi-esclavitud hacia un Capitolio donde la tecnología es avanzada y la gente parece carecer de principios, salvo en lo que respecta al hedonismo. Este tratamiento resulta un tanto forzado para que la situación de los protagonistas sea más dramática, y algo me chirría, no acaba de resultarme del todo creíble, porque la ciencia-ficción debería tener ciertos puntos que se aten un poco a la realidad. Sin embargo, la parte en que Katniss narra cómo los Tributos (participantes de los Juegos) son exhibidos en desfiles en plan Juegos Olímpicos y entrevistados en televisión antes de que los Juegos del Hambre sean retransmitidos en plan reality show otorga un punto interesante a la manera en que Panem ve la matanza de veintitrés adolescentes: como Gran Hermano, pero con sangre.

A partir de ahí, tenemos el desarrollo de los Juegos, y debo reconocer que la dinámica narración de Collins hace el resto. La novela está narrada en primera persona y en presente, desde el punto de vista de Katniss; es un tipo de narración que me gusta mucho, porque hace mucho más inmediatos los acontecimientos que se desarrollan en sus páginas. Hay acción, mucha, y las descripciones de heridas, mutilaciones, ataques y demás no llegan a un nivel de detalle apabullante, pero sorprenden en una novela de estas características, léase juvenil. No puedo decir de Los Juegos del Hambre que me haya gustado mucho-muchísimo, pero entretiene una barbaridad, eso hay que concedérselo.
Uno de los valores más interesantes de la novela es el personaje de Katniss: es dura, valiente, precavida, se defiende sola y hasta ataca; recordemos que las chicas en estas novelas están más bien esperando a que aparezca el chico de turno. De hecho, a su lado, su contrapartida masculina, Peeta Mellnark, queda un poco paquete, pero tiene como ventaja sobre Katniss que, allí donde ella es hosca y poco amigable, él tiene un increíble don de gentes con el que logra meterse a todo el mundo en el bolsillo. Juntos forman un buen equipo, aunque personalmente no veo que la pareja fluya bien, tal vez en las siguientes entregas cambie un poco la cosa; la verdad es que así lo espero.

Puntuación: 7

El padrino. Parte III

Imagen de Wikipedia
Título: El padrino. Parte III (The Godfather Part III)
Director: Francis Ford Coppola
Intérpretes: Al Pacino, Talia Shire, Andy García, Eli Wallach
Año de estreno: 1990

Hace unos cuatro años realicé un viaje a Sicilia y conocí algunos de sus lugares más característicos: las ruinas de Taormina y Cefalú, la catedral de Monreale o la capital, la decadente Palermo. Ante el edificio de la Ópera de esta ciudad leí que fue en la misma donde se rodaron las últimas secuencias de El padrino. Parte III, y es en su escalinata donde tiene lugar uno de los momentos más conmovedores de toda la cinta. Al volver a casa vi El padrino y El padrino. Parte II, pero por razones que no vienen al caso dejé aparcada la trilogía hasta que ayer terminé de ver el desenlace de la trágica historia de la familia Corleone. Y sí, cuando vi la última escena, en la escalinata de la Ópera de Palermo, sentí un escalofrío.

Creo que difícilmente existirá alguien que no sepa de qué va esa historia de El padrino, pero como pesaría en mi conciencia no informar a los lectores los acontecimientos que explican la tercera entrega de la saga, allá voy: la trilogía de El padrino adapta la novela homónima de Mario Puzo y El siciliano, del mismo autor, y se centra en la familia siciliana Corleone, cuyo patriarca, don Vito Corleone, es un capo de la mafia en los Estados Unidos. Don Vito Corleone, alias "el padrino", tiene tres hijos y una hija: Santino ("Sonny"), Frederico ("Fredo"), Michael y Constanzia ("Connie"). A través de las dos primeras entregas conocemos la dura vida de don Vito desde su nacimiento en Sicilia hasta su muerte, pasando por su ascenso hasta convertirse en padrino del clan Corleone. Michael, el tercero de sus hijos, es un joven héroe de guerra que no quiere saber nada del "negocio familiar", pero acaba viéndose a la cabeza del mismo tras la muerte de su padre. Su situación como padrino le arrastra al fondo de un infierno del que no pierde la esperanza de salir.

El padrino. Parte III nos presenta a un Michael Corleone de unos sesenta años que lucha por legalizar sus acciones y eliminar todo rastro delictivo de sus negocios familiares. Abrumado por la culpa y los remordimientos de su pasado, Michael se apoya en su sobrino Vincenzo, un atractivo joven con grandes dotes de liderazgo y una sangre fría de la que carecía su padre, Sonny. Vincenzo es el apoyo más importante de Michael a medida que éste trata de utilizar sus contactos con el Vaticano para legalizar sus negocios y eliminar cualquier vínculo con la mafia, pero las numerosas traiciones que sufre (incluida la de su propia hija, que se enamora de Vincenzo, su primo carnal) le conducen a un callejón sin salida.
A diferencia de sus predecesoras, El padrino. Parte III no fue unánimemente aclamada por la crítica, y aún hoy hay muchos fans de la saga que reniegan de esta tercera entrega. En mi opinión es una película excelente, que respeta por completo el espíritu de El padrino y El padrino. Parte II a pesar de haberse estrenado cerca de veinte años después de ésta última (con numerosos enfrentamientos entre Coppola y la productora); sin duda es el guión redactado a medias por Francis Ford Coppola y Mario Puzo lo que proporciona cohesión a la trama, mucha más de la que pueden tener otras sagas que he visto; el desarrollo trágico resulta magistral y el concepto global de la trilogía resulta fascinante. Visualmente respeta también la cercanía con las entregas anteriores, y proporciona una imagen muy acorde con el espíritu de la novela de Sicilia, donde se desarrolla buena parte de la trama. Finalmente, El padrino. Parte III cuenta con una fascinante banda sonora que reutiliza las melodías leitmotiv de El padrino (esa inolvidable Speak softly love) y El padrino. Parte II para llenar los momentos más dramáticos con sus inconfundibles notas.

Gran parte de la grandeza (no se me ocurre otra manera de definirlo) de El padrino. Parte III (dato curioso número 1: Coppola y Puzo querían llamar a la película The death of Michael Corleone, pero Paramount se opuso, imagino que para que la película no se desvinculara de la marca El padrino) radica en las actuaciones: Al Pacino y Diane Keaton se reencuentran por tercera vez como Michael Corleone y Kay Adams, y demuestran que son tan buenos actores que pueden lograr que sus personajes tengan una increíble química en pantalla. Andy Garcia, con ese aire frío y despiadado bajo sus rasgos redondeados, da lugar a un muy carismático Vincenzo Corleone. Aunque falta Robert Duvall dando vida a Tom Hagen, uno de mis personajes predilectos de la saga, me gusta destacar a una Sofia Coppola de diecinueve años como Mary Corleone, una actuación denostada por la crítica (dato curioso número 2: no sólo ganó dos razzies, sino que obtuvo el dudoso honor de sentar un nuevo récord en el porcentaje de votos necesarios para obtener dichos "galardones") pero que a mí me atrapó a pesar del horroroso doblaje que le colocaron a la pobre. El personaje, frágil pero necesario, fue rechazado por Winona Ryder para rodar Eduardo Manostijeras, y la pequeña de los Coppola es quien se encarga de representar a la buena de Mary; una caracterización muy acertada la convierte en una italiana muy racial (no debemos olvidar que los Coppola son italo-americanos).

En definitiva, para mí El padrino. Parte III es una magnífica clausura de una saga brillante de principio a fin, y no debería obviarse, como suele suceder, cuando se habla de las dos primeras entregas en las innumerables listas de las mejores películas de todos los tiempos, porque sin El padrino. Parte III, la historia de los Corleone es una historia incompleta.

Puntuación: 9

lunes, 21 de marzo de 2011

La jauría humana

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Título: La jauría humana (The chase)
Director: Arthur Penn
Intérpretes: Marlon Brando, Robert Redford, Jane Fonda, James Fox
Año de estreno: 1966

Podría escribirse un libro, si es que no se ha escrito ya, sobre el reflejo de la condición humana en el cine. No son pocas las películas que nos muestran los aspectos más deleznables del ser humano, cuya medida y contraste se hallan en un único individuo que concetra en sí las virtudes de la honestidad y la incorruptibilidad deseables para cualquier persona, representadas de una forma más o menos duras. Seguramente yo misma haya visto muchas de esas películas, pero ninguna me asqueó tanto al verla ni me dejó tan mal sabor de boca como La jauría humana.

Nos hallamos en un pueblo del estado de Texas, a finales de los años 50. La mayor parte de la película se desarrolla una noche de sábado en que los habitantes de la ciudad reciben con miedo y entusiasmo la noticia de que Bubber Reeves, un criminal del pueblo, ha escapado de la cárcel. Los rumores comienzan a extenderse, y a nadie dejan indiferentes las nuevas. Calder, sheriff del pueblo, se propone lograr que Reeves se entregue para que su pena por fugarse de la cárcel sea menor, aunque se le atribuya el asesinato de un hombre, perpetrado por su compañero de fuga. Para ello cuenta con la ayuda de la mujer de Reeves, Anna, que se encuentra en compañía de su amante, Jake Rogers, hijo del hombre más rico de la ciudad. A medida que avanza la noche y la población se lanza a la búsqueda y captura del presunto asesino, se desvela hasta qué punto llega la maldad y la falta de valores de los habitantes del pueblo.

La jauría humana tiene mucho en común con Matar un ruiseñor, tanto en fondo como en forma. Ahora, si bien tanto la novela de Harper Lee como su adaptación cinematográfica se caracterizaban por la mirada infantil a través de la que el espectador presenciaba los hechos, La jauría humana, que adapta a su vez una obra de teatro de Horton Foote, es mucho más descarnada, está plagada de personajes egoístas, cobardes, malvados y deliberadamente crueles que carecen de valores positivos que alivien esas terribles cualidades. Frente a todos ellos se alza en solitario la figura del sheriff Calder, un hombre íntegro de moral firme que se ve humillado y vapuleado por todos los demás, personajes despreciables que le recriminan sus propios defectos. Debo reconocer que pocas veces la mayor parte de los personajes de una película han despertado en mí tanto odio como los ciudadanos de La jauría humana.

Esta película retrata la vida de la América profunda centrándose en un pueblo del medio Oeste con todos esos factores que hacen de la zona un lugar tan característico: a lo largo del metraje vemos cómo los personajes se ceban en el racismo, la hipocresía, el adulterio, la envidia, la corrupción y el repetido deseo de tomarse la justicia por su mano, algo que el sheriff trata de evitar, recibiendo por ello palizas e injurias de toda clase.

En fin, ¿me ha gustado esta película o no? Lo cierto es que no sabría decirlo. Está muy bien hecha, pero es muy dura y aparecen en ella unos personajes tan reales como detestables, que me hicieron desearles lo peor y me dejaron con un mal cuerpo impresionante. Lo cierto es que, para todas aquellos ingenuos que sigan pensando que la gente es buena, La jauría humana es de visionado obligado.

Puntuación: 6

sábado, 12 de marzo de 2011

Bitelchus

Imagen de Wikipedia
Título: Bitelchus (Beetlejuice)
Director: Tim Burton
Intérpretes: Alec Baldwin, Geena Davis, Michael Keaton, Winona Ryder
Año de estreno: 1989

Sí, no había visto esta película hasta ahora. Ni siquiera sabía de su existencia cuando de pequeña era la fan número uno de la serie de dibujos animados que se creó auspiciada por el éxito de esta película tan loca. La verdad es que, visto desde la distancia, es sorprendente (en el buen sentido) que una película tan arriesgada como Bitelchus tuviese semejante éxito cuando Tim Burton no era todavía el director consagrado que es hoy, con legiones de fans que besan el suelo que pisa. A mí me gustan sus películas, mucho, pero no me considero fan suya, no sé muy bien por qué. A lo mejor es porque no quiero que me identifiquen con la mayoría de frikis góticos que conforman la masa de sus fervientes admiradores

Adam y Barbara Maitland son un joven matrimonio que decide pasar las vacaciones en su bucólica casa de Nueva Inglaterra. Lamentablemente, la pareja sale a hacer unos recados y sufren un accidente. Al regresar a su casa descubren que están muertos y que esa condición tiene una serie de graves inconvenientes, como el ser invisibles o que no puedan abandonar la casa. La cosa va a peor cuando un matrimonio de Nueva York compra la vivienda. Adam y Barbara se esfuerzan por tratar de echarles como buenos fantasmas que son, pero sólo la hija gótica de los nuevos inquilinos, Lydia, puede verles. Abrumados, Adam y Barbara optan por utilizar su último recurso: el bio-exorcista Bitelchus.

Resulta curioso que el personaje que dan nombre a la cinta aparezca tan poco en su desarrollo: no llega ni a media hora en pantalla. Y sin embargo, el bueno (o malo) de Bitelchus, con sus dientes irregulares, sus greñas pálidas y su traje a rayas negras y blancas es uno de los personajes más icónicos del universo Burton. Los actores tuvieron que pasárselo en grande actuando en esta película tan loca, en la que destacan unos dignísimos Alec Baldwin y Geena Davis dándolo todo y, por supuesto, la presencia de una Winona Ryder de diecisiete años que exprimió con maestría uno de sus papeles más interesantes en su primera etapa, con el permiso de Sirenas.

En cuanto a los aspectos técnicos, Burton despliega un verdadero catálogo de efectos especiales de serie B buscados a propósito: pantallas azules sobre las que se recortan ostentosamente las siluetas de los personajes, stop-motion con figuras de plastilina, marionetas... En Bitelchus, Burton deseaba recrear el aspecto algo cutre pero igualmente inolvidable de las películas con las que creció. Todo esto se aliña con la fantástica banda sonora del siempre fiel Danny Elfman, que logra acentuar con sus composiciones el sarcasmo, la comedia negra y el gamberrismo que empapa todo Bitelchus.

Puntuación: 8

jueves, 10 de marzo de 2011

Ciudad de Cristal

Imagen de fantasytienda.com
Título: Cazadores de Sombras 3. Ciudad de Cristal
Autor: Cassandra Clare
Año de publicación: 2009
Editorial: Destino

Ya está: ya he descubierto por qué me gusta tanto la narrativa juvenil. Hace apenas una semana hablaba de libros con mi compañera de trabajo, que tiene edad suficiente para ser mi madre (sin exagerar) y acabé confesándole esta afición mía. Sin darme cuenta exterioricé el motivo por el que me siguen gustando tanto, a mis veinticuatro años, las novelas para adolescentes: porque carecen de toda pretensión más allá del puro entretenimiento. A diferencia de la narrativa adulta, en la que el autor pretende casi siempre dejar una huella personal que atestigüe su talento, las novelas para jóvenes se contentan con reflejar las aventuras de un grupo de chavales con los que uno pueda sentirse más o menos identificado. Con la narrativa juvenil he descubierto por qué mi bisabuelo, al final de su vida, declaraba que le encantaban las novelas ambientadas en el Oeste de Marcial Lafuente Estefanía: los buenos eran muy buenos, los malos eran muy malos y al final todo salía bien. Y la verdad, después de terminar el volumen que cierra Cazadores de Sombras, yo también he sentido esa satisfacción.

Apenas una semana después de la Batalla de East River, los cazadores de sombras de Nueva York toman la resolución de viajar a Idris para alertar a la Clave de que Valentine, su enemigo mortal, posee ya dos de los Instrumentos Mortales, con los que ha invocado a una horda de demonios que obedecen sus órdenes, y que planea viajar al país natal de los nefilim con el objetivo de hacerse con el tercer y último Instrumento, el Espejo Mortal. El plan original era que Clary les acompañase para encontrar al brujo que posee la clave de la salvación de su madre, aún en coma, pero las cosas se tuercen y al final es Simon quien les acompaña, y acaba encarcelado. Pero claro, nuestra testaruda protagonista no puede permitir que las cosas queden así, de manera que emprende el viaje por su cuenta y riesgo para conocer, entre otros personajes, a un misterioso cazador de sombras llamado Sebastian.

Si en Ciudad de Hueso conocimos a los protagonistas y en Ciudad de Ceniza nos familiarizamos con el entorno de los cazadores de sombras, en Ciudad de Cristal nos metemos de lleno en su mundo, abandonando el territorio conocido de Nueva York, donde se desarrollaban las dos primeras entregas, para sumirnos de lleno en el país ficticio del que proceden los cazadores de sombras, Idris, un escenario propio de cualquier novela de fantasía heroica. La saga pierde así ese encanto de fantasía urbana que caracterizaba las novelas anteriores, pero los giros argumentales son tantos y tan rápidos (algunos pueden parecer algo forzados, aunque a mí me gusta el resultado) que la historia nos absorbe por completo. Las escenas de acción, muy dinámicas (posiblemente, las mejor escritas que yo haya leído en una novela de este género, por el ritmo y la descripción tanto de la acción como de las heridas que sufren los personajes) se combinan de manera eficaz con las apariciones de personajes que aclaran ciertos puntos de la trama, plagada de trucos y secretos, y las dramáticas escenas románticas, lo bastante espaciadas como para dejar un regusto de que hay romance sin resultar empalagoso en absoluto. Lo cierto es que, en mi opinión, Cassandra Clare se mueve como pez en el agua en el drama que impregna el tono general de Cazadores de Sombras.

Debo confesar que si no he sentido un gran vacío al acabar esta saga que tanto me ha gustado ha sido gracias a las tres nuevas entregas previstas para continuar, y previsiblemente terminar, Cazadores de Sombras. Sí, la denostada narrativa fantástica juvenil debe ser rentable, porque las sagas se alargan de una manera sorprendente... Lo malo es que ya veo venir eso que me jactaba de haber esquivado al leerme del tirón los tres volúmenes ya publicados: la agónica espera entre un libro y otro. El cuarto libro de Cazadores de Sombras, City of Fallen Angels ("Ciudad de Ángeles Caídos") verá la luz en Estados Unidos el próximo 5 de abril, pero habrá que esperar bastante para poder leer los libros quinto y sexto, City of Lost Souls ("Ciudad de Almas Perdidas") y City of Heavenly Fire ("Ciudad de Fuego Celestial"), programados para mayo de 2012 y septiembre de 2013 respectivamente, ya que su publicación se intercalará con la de los dos volúmenes que faltan por ver la luz de Cazadores de Sombras. Los Orígenes. Maldición, ahora no quiero que el mundo se acabe en 2012.

Puntuación: 9

viernes, 4 de marzo de 2011

Ciudad de Ceniza

Imagen de fantasytienda.com
Título: Cazadores de Sombras 2. Ciudad de Ceniza
Autor: Cassandra Clare
Año de publicación: 2008
Editorial: Destino

Es una verdadera gozada tener la oportunidad de leer los distintos volúmenes de una saga del tirón en vez de tener que esperar a que vayan saliendo. En ocasiones la agonía que conlleva la espera de meses y meses (en ocasiones años) resulta desesperante, sobre todo si cuando al fin sale el libro, no cumple nuestras expectativas. Con Cazadores de Sombras, trilogía de la que sólo había leído buenas críticas, decidí no arriesgarme. Por eso estoy leyéndome seguidos sus tres volúmenes.

La vida de Clary Fray ha cambiado por completo tras los desconcertantes descubrimientos de los últimos meses. Ahora vive con Luke, pero sigue pasando gran parte de su tiempo con su amigo Simon, que se está convirtiendo en algo más. No obstante, las cosas vuelven a ponerse feas para los cazadores de sombras cuando la Clave envía a la Inquisidora para descubrir hasta qué punto está implicado Jace con el gran enemigo de los cazadores. Estando encarcelado en la Ciudad de Hueso, es robado otro de los Instrumentos Mortales: la Espada.

Sinceramente, no acabo de entender qué es lo que me engancha tanto de esta saga. Tiene un buen estilo, pero hay algo en los personajes que me cautiva. No sé si es por el triángulo amoroso entre Clary, Jace y Simon, que parece un caso fácil pero cuya resolución es difícil, que hace que los secundarios resulten un poco de cartón piedra. De hecho, no ha sido hasta el último tercio de Ciudad de Ceniza que he empezado a mirar a Alec con otros ojos. Aparte, la ambientación fantástica y urbana al mismo tiempo, mezclando a partes iguales ángeles y demonios, vampiros y licántropos, hadas y nefilim, sencillamente me cautiva. Por alguna razón, me recuerda a videojuegos como Bayonetta y la saga Devil May Cry, que por cierto se cuentan entre mis favoritos.

Si ya con Ciudad de Hueso me atrapó Cazadores de Sombras, con Ciudad de Ceniza han conseguido que esté deseando, literalmente, leer el siguiente volumen.

Puntuación: 8