martes, 28 de agosto de 2012

Salidos de cuentas

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Título: Salidos de cuentas (Due date)
Director: Todd Phillips
Intérpretes: Robert Downey Jr., Zach Galifianakis, Michelle Monaghan, Jamie Foxx
Año de estreno: 2010

Seré sincera: mi principal motivación para ver esta película no ha sido otro que Robert Downey Jr., elevado a los altares de mis actores predilectos gracias a su carismático e icónico Tony Stark, que ya ha paseado por tres largometrajes. Recordar el lanzamiento de esta película, amparada por el éxito de Resacón en Las Vegas, con la que comparte director y uno de sus protagonistas, hizo que me dieran ganas de verla. Una defensora acérrima de la comedia como yo no podía perderse semejante producto.

Peter Highman es un arquitecto serio y responsable que debe viajar desde Atlanta a Los Angeles para presenciar el nacimiento, mediante cesárea programada, de su primer hijo. En el aeropuerto, una confusión causada por el excéntrico Ethan Tremblay, un aspirante a actor, acaba con ambos en la lista negra y un destino común, de manera que acaban compartiendo coche con el objetivo de cruzar medio Estados Unidos en menos de una semana para que Peter logre llegar a tiempo al alumbramiento. Y, cómo no, de camino les pasa de todo... Y lo que no les pasa, lo provoca alguno de los dos.

La sombra de Resacón en Las Vegas es alargada, y eso se nota desde que Zach Galifianakis hace su aparición en pantalla con un personaje que, lejos de ser como Alan Garner, no deja de tener numerosos elementos en común, empezando por un carácter extraño, un aspecto físico sospechoso, una personalidad que cree en la amistad por encima de todo (o mejor dicho, en un concepto un tanto particular de la amistad) y en su encariñamiento por un ser que depende de él, en este caso, su perro Sonny. El humor de la cinta recuerda mucho al trabajo anterior de Phillips y nos brinda momentos hilarantes, casi siempre gracias a los desastres de Ethan, aunque a medida que avanza el metraje y el personaje de Peter va cayendo en la desesperación por culpa de su compañero de viaje, Robert Downey Jr. desarrolla cada vez más facetas de su personaje.

En resumen, Salidos de cuentas podría considerarse un spin-off de Resacón si compartiese algún personaje, ya que por lo demás recoge el testigo de la ya mítica comedia y su estilo de humor para dar lugar a una película de lo más entretenida, con grandes momentos y un dúo cómico que podría dar mucho juego.

Puntuación: 8

jueves, 23 de agosto de 2012

Brave

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Título: Brave (Indomable) (Brave)
Director: Mark Andrews y Brenda Chapman
Intérpretes (voces): Kelly Macdonald, Billy Connolly, Emma Thompson, Julie Walters
Año de estreno: 2012

Hacía muchos años que Pixar no hacía de los seres humanos los protagonistas de una de sus películas. Concretamente, desde 2004, en Los Increíbles, aunque también apareciesen importantes personajes humanos en Ratatouille y en Toy Story 3. Pero desde que empezaron a salir imágenes promocionales de Brave, los aficionados a Pixar supimos la compañía sabría mantener ese algo especial que tienen todas sus películas aunque sus protagonistas fueran humanos. Y efectivamente, Brave no decepciona.

Merida, hija del rey Fergus y la reina Ellinor, es una excelente arquera que detesta sus obligaciones palaciegas. Cuando los líderes de los clanes escoceses llevan a sus hijos frente a ella para que compitan por su mano, ella les derrota a todos, humillándoles y provocando una gran pelea con su madre. En plena huida por el bosque, Merida se topa con una curiosa bruja que le ofrece una solución a sus problemas: un pastel con el que cambiar a su madre. Lo que ella no espera es la clase de cambio que se opera en la reina Ellinor.

No ha sido nada fácil evitar los numerosos spoilers que circulaban por la Red antes del estreno en Estados Unidos, pero lo logré, y gracias a eso llegué a la sala del cine sin más expectativas que las de saber que vería una película de excelente factura. Una vez más, Pixar me ha dejado sin palabras: con la clase de argumentos familiares típicos de la factoría, una animación sencillamente impresionante (fueron tres años la animación sólo del pelo de Merida, y se nota) de colorido exuberante y una estética muy atractiva, y una música perfectamente adecuada, de vibrantes notas escocesas. En conjunto, Brave es una de esas clásicas historias para toda la familia que firma Pixar demostrando que ha tomado por completo el testigo de Disney como el mejor estudio de animación de películas infantiles.

Puntuación: 9

lunes, 13 de agosto de 2012

El caballero oscuro: la leyenda renace

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Título: El caballero oscuro: la leyenda renace (The dark knight rises)
Director: Christopher Nolan
Intérpretes: Christian Bale, Anne Hathaway, Tom Hardy, Joseph Gordon-Levitt
Año de estreno: 2012

Una de las frases más recordadas de El caballero oscuro decía algo así como "O mueres como un héroe o vives lo suficiente como para convertirte en un villano". Tras el exitoso estreno de El caballero oscuro: la leyenda renace, comenzó a circular por ahí una imagen que rezaba algo similar: "O mueres como una trilogía o vives lo suficiente como para llegar a Batman & Robin". Sarcasmos aparte, Christopher Nolan ha conseguido con su trilogía devolverle a Batman un esplendor que había perdido, cosa que ya sospechábamos cuando vimos Batman begins y El caballero oscuro, pero que resulta completamente confirmado cuando se encienden las luces al finalizar la proyección de la película que cierra la trilogía.

Ocho años después de la muerte de Harvey Dent y del arresto del Joker, Bruce Wayne ha abandonado el papel de Batman y vive recluido en la reconstruida Mansión Wayne, alejado de todo. El robo de un collar de su madre por parte de una ladrona de joyas cargada de antecedentes llamada Selina Kyle logra sacarle de su encierro, hacerle resucitar a su alter ego enmascarado y presenciar la llegada a Gotham de Bane, un terrorista que logra poner a la ciudad en jaque y torturarle hasta los límites de la razón.

El caballero oscuro: la leyenda renace ha sido, probablemente, uno de los estrenos más esperados del verano, y la espera ha merecido la pena. La tercera película de Christopher Nolan no es ni Batman begins ni El caballero oscuro, sino una mezcla de ambas: en sus casi tres horas de duración tenemos un comienzo pausado (quizá demasiado) como el de la primera entrega de la trilogía, mientras que la última hora aproximadamente transcurre en una sucesión de clímax que, sin llegar al nivel de El caballero oscuro (para mí, la mejor de las tres), logra trazar unos últimos treinta minutos excelentes, plagados de referencias a la primera película que dan a la trilogía una estructura casi circular y con elegantes guiños a esos elementos del mundillo del hombre murciélago que Nolan ha preferido ahorrarse.

Además de los cuidados aspectos visuales tanto de personajes como de escenografías, cuyo colorido, al igual que las estrategias narrativas, se colocan en un punto intermedio entre sus dos predecesoras, el director ha seleccionado a una serie de actores con los que ya trabajó en su anterior película, Origen, y les ha dado papeles de peso. Destaca el trabajo de Tom Hardy como el villano Bane, cuyo registro cambia radicalmente respecto a su papel en la citada Origen con un personaje increíblemente siniestro cuya interacción con el de Marion Cotillard (y me ahorro los detalles para no entrar en spoilers) le aporta un aspecto completamente nuevo. De hecho, las interpretaciones de los secundarios dejan en un segundo plano a Christian Bale, que hasta ahora había soportado con entereza el protagonismo de la trilogía ("robaplanismos" del espectacular Joker de Heath Ledger aparte, claro). Una mención especial la merece Anne Hathaway, que no es precisamente mi actriz predilecta y a la que acogí con escepticismo cuando se hizo público su rol en la película: sencillamente, da la talla, y de qué manera.

El caballero oscuro: la leyenda renace demuestra que una película de superhéroes puede ser algo más que un entretenimiento palomitero; la trilogía de Nolan es un ejemplo de que el concepto de buen cine no se limita a las películas de arte y ensayo.

Puntuación: 9

domingo, 12 de agosto de 2012

Un marido ideal

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Título: Un marido ideal
Autor: Oscar Wilde
Año de publicación: 1895
Editorial: Valdemar

Si El abanico de Lady Windermere fue un éxito instantáneo, es comprensible que Wilde decidiese repetir la jugada con Un marido ideal. Puedo imaginármelo decidiendo darle a su público lo que pide mientras se ríe de su ceguera, que les lleva a aplaudir sus propios pecados sobre la escena de un teatro. No dejo de pensar que probablemente todos los espectadores que salían de una obra de Wilde lo hacían pensando que conocían a alguien parecido a algún personaje...

Robert Chiltern, un político de cierto renombre, es chantajeado en su propia casa por Mrs. Cheveley, una acomodada mujer de mala fama, que le amenaza con sacar a la luz la trama gracias a la que Chiltern amasó la fortuna con la que lanzó su carrera si no apoya públicamente la construcción de un canal en Argentina de acuerdo a sus propios intereses económicos. Angustiado por la situación, Chiltern acude a Lord Goring, un ingenioso y cínico dandy amigo suyo y de su esposa, que no duda en ayudarles.

Como decía en la introducción, Un marido ideal cuenta con algunos ingredientes que Wilde ya había empleado en obras anteriores, entre ellas la figura del dandy, que en este caso, al contrario que en Una mujer sin importancia, tiene una connotación positiva, además de ser, de lejos, el personaje más interesante de la historia. Wilde se proyecta así entre sus personajes, dejando constancia de su filosofía de vida en boca de un personaje de ficción.

Un marido ideal funciona de maravilla como comedia de alta sociedad, es algo más amable que Una mujer sin importancia y posee una tensión muy cinematográfica entre los personajes; sin duda alguna, sería una maravilla verla en escena. Lástima que a Wilde se le represente tan poco en nuestro país...

Puntuación: 9

sábado, 11 de agosto de 2012

La conjura de Cortés

Imagen de fnac.es
Título: La conjura de Cortés
Autor: Matilde Asensi
Año de publicación: 2012
Editorial: Planeta

Al final ha resultado ser una trilogía, aunque yo me esperaba algunas entregas más. Matilde Asensi ha pasado los últimos seis años dando forma a Las aventuras de Martín Ojo de Plata, una saga ambientada en el Siglo de Oro español con la que emula a Pérez-Reverte cuya protagonista aglutina unos cuantos tópicos sin perder por ello su atractivo. La última aventura de Martín Ojo de Plata, apodo de Martín Nevares, alter ego a su vez de Catalina Solís, no da descanso al lector.

Catalina y su tripulación se dirigen de vuelta a Nueva España tras asesinar a cuatro de los hermanos Curvo, culpables de la muerte del padre adoptivo de la joven, y de apoderarse del tesoro en plata de los mismos. La pirata ha perdido un ojo en una reyerta y ha descubierto el amor, de manera que no se encuentra muy contenta. Tras rescatar a dos de sus compañeros de las garras del último de los Curvo, Arias, y de su sobrino, el loco Lope, Catalina recibe un curioso ofrecimiento: detener una conjura elaborada por el nieto de Hernán Cortés para convertirse en rey de Nueva España a cambio de un indulto general y otras jugosas prebendas cuya promesa logra que Catalina se plantee su vida al margen de la ley.

Si Tierra Firme me dejó un poco igual y Venganza en Sevilla me maravilló, La conjura de Cortés nada entre las dos aguas de sus predecesores, y es que, a pesar de las numerosas aventuras de la protagonista y el incesante desfile de personajes más o menos interesantes, a La conjura de Cortés le falta cierto gancho que sí tenía la segunda entrega de la trilogía, quedándose en un entretenimiento interesante, sin más, que me hace anhelar otros libros de la autora, de cuyas páginas a duras penas lograba despegarme mientras los leía. Dudo mucho que la trilogía de Las aventuras de Martín Ojo de Plata queden como las mejores obras de la autora, cuyo talento para tejer historias espero volver a disfrutar pronto. O al menos, con menos margen que otros dos años.

Puntuación: 7

miércoles, 8 de agosto de 2012

Prometheus

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Título: Prometheus
Director: Ridley Scott
Intérpretes: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Logan Marshall-Green
Año de estreno: 2012


Aunque me considero una cinéfila empedernida, hay dos géneros que no me gustan en general, que son el western y el terror. Ése es el principal motivo por el que no he visto algunos clásicos de ambos, empezando por la famosa saga Alien, iniciada con la celebérrima película homónima (aunque en España viera alargado su título con aquello de "el octavo pasajero") de 1979 que creó el mito y a la que siguieron otras tres entregas en las que Sigourney Weaver se consagró con el personaje por el que siempre será recordada: Ellen Ripley. De ahí se puede deducir que Prometheus no era una de esas películas que esperaba con ansia, y así era... Hasta que un comentario de una amiga me animó a verla, y la verdad, ha merecido la pena.

La nave Prometheus aterriza en una lejana luna llamada LV-223. Nos hallamos en el año 2093 y los dieciséis tripulantes humanos de la nave despiertan de su criogenización asistidos por David, un enigmático androide. Elizabeth Shaw y Charlie Holloway tienen como misión científica y personal seguir el rastro de unos seres de origen extraterrestre a los que ellos llaman "Ingenieros" y que, sospechan, crearon a la raza humana. A pesar de haber obtenido la financiación necesaria gracias a Industrias Weyland, el resto de la tripulación observa con escepticismo la misión, empezando por la fría supervisora de la empresa, Meredith Vickers. Sin embargo, la exploración de una misteriosa estructura conduce a un espeluznante descubrimiento que pone a prueba las arraigadas creencias de la doctora Shaw.

A pesar de sus no pocos guiños a Alien, el octavo pasajero, Prometheus tiene la ventaja de funcionar de manera completamente independiente a nivel argumental y visual, y se aleja del género de terror que predominaba junto a la ciencia ficción de la saga original para centrarse en dilemas éticos similares a los que Scott ya presentó en su otra gran obra de ciencia ficción, Blade Runner. Prometheus destaca desde el primer momento por el extremo cuidado de su fotografía, su entorno y todo su diseño, aspecto característico de la filmografía de Ridley Scott, con un predominio de grises y azules acero que dan al filme un aspecto muy particular que se desvincula, en cierto modo, con la imagen de la saga original, salvo por la participación del artista H. R. Giger, que vuelve a colaborar en el diseño de las espectaculares instalaciones alienígenas por las que se pasean los científicos embutidos en unos trajes que aúnan una estética un tanto retro completamente actualizada acompañados por un impresionante score, obra de Marc Streitenfeld.

En el aspecto actoral, destacan las interpretaciones de tres actores: Noomi Rapace, Michael Fassbender y Charlize Theron. La primera, que da vida a la protagonista, la doctora Elizabeth Shaw, además de tener una estructura facial parecida a la de Sigourney Weaver (casualidades de la vida... o no. Mientras veía la película, pensaba: "cómo se parece esta mujer a la Weaver de joven) recoge el testigo de la icónica protagonista de la saga como mujer dura e inteligente cuya manera de pensar le aporta una sensibilidad muy particular. Michael Fassbender hace suyo el personaje más complicado de todos, el robot David 8, un personaje lleno de recovecos que no deja de sorprendernos hasta el final. La actuación de Fassbender resulta impresionante de principio a fin gracias a su intensidad; él despliega ese talento interpretativo que ya habíamos visto en Shame y Jane Eyre, por citar sólo dos, demostrando que es algo más que el actor de moda. Y en cuanto a Charlize Theron, encadena con Young adult y Blancanieves y la leyenda del cazador otro papel en el que demuestra su buen hacer más allá de los roles de heroína. Aunque su personaje, Meredith Vickers, es secundario, Theron llena la pantalla en cada una de sus apariciones y pronuncia una de las mejores citas de toda la película.

Puntuación: 9

martes, 7 de agosto de 2012

El gran Gatsby

Título: El gran Gatsby
Autor: F. Scott Fitzgerald
Año de publicación: 1925
Editorial: Biblioteca El Mundo

Hasta no hace más que unos años, me resultaba complicado responder cuando me preguntaban cuál era mi libro preferido: hay tantos que me gustan... Sin embargo, tras mucho reflexionar, puedo afirmar que dos títulos comparten dicho puesto: El maravilloso mago de Oz, que he leído docenas de veces desde que tenía ocho años, y Fahrenheit 451, que me dejó sin aliento y me hizo reflexionar profundamente. A estos dos libros se une, a otro nivel, cualquier cosa escrita por Oscar Wilde, mi autor predilecto. La última adición a mi Olimpo literario particular es El gran Gatsby, una novela tan exquisita que no creo que encuentre palabras con las que explicar qué es lo que me ha gustado tanto.

Durante el verano de 1922, un joven corredor de bolsa llamado Nick Carraway se traslada a West Egg, en Long Island, no muy lejos de la residencia de su prima Daisy y el esposo de ésta, Tom. Sin embargo, es Jay Gatsby, el enigmático dueño de la mansión que se alza junto a su casita, quien despierta la curiosidad de Nick. Gatsby, que celebra las fiestas más fastuosas de todo Nueva York, no tarda en buscar la amistad de Nick, abriéndose a él hasta permitirle conocer la identidad del gran amor de juventud de Gatsby, a quien planea recuperar.

La novela siempre ha gozado de una extraordinaria popularidad (salvo los primeros años tras su publicación, como suele suceder con las grandes obras), y ha sido adaptada en numerosos medios: cine, televisión, radio, teatro, ópera e incluso  tiene un videojuego, aunque quizá la versión más famosa es la película de 1974 protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow. Sin embargo, en mi caso fue el tráiler de la nueva adaptación de la novela, dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan, que supuestamente se estrenará en verano de 2013, la que me incitó a leer la obra en la que se basa.

¿Y qué puedo decir de El gran Gatsby? Sencillamente que su estilo narrativo me cautivó desde la primera página gracias al delicado equilibrio entre la narración en primera persona, el desarrollo de los acontecimientos y un uso del lenguaje sencillamente maravilloso por lo evocador de sus frases. Es más, me gustó tanto que lo leía poco a poco para que durase más... Y aún así, no aguanté más de cuatro días, y al acabarlo sentí la tentación de volvérmelo a leer. Una locura, algo que jamás me había sucedido. Así que seguramente no pase mucho antes de que vuelva a leérmelo...

Puntuación: 10