miércoles, 28 de noviembre de 2012

La importancia de llamarse Ernesto

Imagen de valdemar.com
Título: La importancia de llamarse Ernesto
Autor: Oscar Wilde
Año de publicación: 1895
Editorial: Valdemar

Parece una cruel ironía que, después de escribir tantas comedias geniales, que tienen como colofón La importancia de llamarse Ernesto (la mejor, dicen), la vida de Oscar Wilde diese un giro de ciento ochenta grados para convertirse en una verdadera tragedia. En ocasiones trato de imaginarme al dramaturgo en su amargo tiempo en prisión, recordando las mieles de un éxito tan apabullante como el que disfrutó... No resulta extraño que fuese durante esa época cuando redactó De Profundis.

Pero volvamos a La importancia de llamarse Ernesto. Los protagonistas son dos amigos, Algernon Moncrieff y John Worthing. El primero es un ocioso caballero que ama los placeres de la vida, mientras que el segundo, un huérfano acogido por la familia a la que debe su apellido y que lleva una doble vida: en Londres se hace llamar Ernest, mientras que en su casa de campo su pupila, Cecily, y sus sirvientes le conocen por su verdadero nombre. John pretende a la prima de Algernon, Gwendolen Fairfax, pero a pesar de su amor mutuo, sus proposiciones se ven truncadas por la exigente madre de Gwendolen. Cuando Algernon descubre que su amigo finge ser otra persona sencillamente por diversión, y que tiene a una muchacha a su cargo en su casa del campo, se presenta en la misma haciéndose pasar por Ernest, el hermano crápula que John se ha inventado para poder viajar a Londres cuando le place, poniéndole de excusa. La confrontación entre los dos embusteros, Gwendolen y Cecily alcanza cotas de absurdo cuando ambas damas dicen estar dispuestas amar únicamente a un hombre llamado Ernest.

Wilde desplegó todo su talento como autor de comedias en esta obra en que el enredo y la crítica social alcanzan niveles insospechados hasta entonces, especialmente el segundo, pues La importancia de llamarse Ernesto presenta una sátira de las clases sociales altas y su hedonismo, perfectamente reflejado tanto abiertamente (en Algernon, que en ningún momento oculta que es un "vivi") como de tapadillo (en John, que parece mucho menos amoral que su amigo, pero que si se disecciona, se aprecia que todo lo que hace, lo hace por pura diversión). La acción tiene un ritmo de lo más fluido, casi cinematográfico (aunque el cine no existiera aún cuando la obra se puso en escena), y las situaciones se encadenan de manera que no da un respiro al lector.

No resulta sorprendente que La importancia de llamarse Ernesto sea considerada la mejor comedia de Oscar Wilde, porque es, sencillamente, sensacional.

Puntuación: 10

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La última función

Imagen de elkar.com
Título: La última función
Autor: Lesley Livingston
Año de publicación: 2011
Editorial: Viceversa

Tras haberme leído esta trilogía del tirón, puedo afirmar con orgullo que no me equivoqué con ella, que es probablemente uno de los mayores halagos que se le puede hacer a un libro (o libros) comprados en papel cuando ya se tienen muchos. A mí, por lo menos, me frustra muchísimo arriesgarme al comprar un libro y que después no me guste. Afortunadamente, La última función cumple con sus predecesoras, La novena noche y Los cuatro tronos, y cierra una trilogía casi desconocida que tiene un encanto muy particular.

Tras la destrucción del Gran Teatro Avalon, y debido a lo que Kelley ha descubierto acerca de Sonny, cree firmemente que sólo puede protegerle, tanto de los demás como de sí mismo, si le hace creer que ya no le ama. Claro que dicha resolución es muy dura para ambos: ella trata inútilmente de recuperar su vida como actriz ayudando en el montaje de La tempestad, con la que la compañía espera recaudar dinero suficiente para restaurar su teatro, mientras que Sonny desciende a los infiernos de Nueva York para toparse con un refugio de duendes perdidos que tratan de defenderse como pueden de la tiranía de los janos, innecesariamente crueles. Sonny no duda en alinearse con ellos, y al hacerlo, comienza a descubrir el secreto que se oculta tras su propia existencia.

El estilo de La última función recoge el testigo de Los cuatro tronos, estableciendo un idéntico equilibro entre descripción y acción, cosa que ayuda bastante a elevar el nivel general de la novela. La historia, por su parte, da alguna que otra sorpresa, si bien ciertos giros resultaban un tanto predecibles desde los últimos capítulos de la novela precedente. El romance entre Kelley y Sonny tiene la relevancia justa para no resultar empalagoso, aunque su escena juntos en el penúltimo capítulo no sea tan buena como esperaba. También la resolución del desenlace, como en Los cuatro tronos, es un tanto abrupta; da la sensación de que la misma escena se podría haber narrado más ampliamente en un par de capítulos más. No obstante, en general se trata de una novela bastante redonda.

Como sucedió con sus antecesoras, el título español de La novena noche es cortesía de los traductores, pues el original es Tempestuous. Incluso en Estados Unidos no se trata de una obra muy conocida, y es una lástima, ya que es una trilogía solvente y entretenida.

Puntuación: 8

domingo, 11 de noviembre de 2012

El secreto del libro de Kells

Título: El secreto del Libro de Kells (The secret of Kells)
Director: Tomm Moore
Intérpretes (voces): Evan McGuire, Christen Mooney, Mick Lally, Brendan Gleeson
Año de estreno: 2009


Tengo el curioso hábito de recomendar películas y series que no he visto, pero que figuran en mi lista de visionados pendientes. No lo hago ex profeso, pero ha coincidido que cuando me han pedido una recomendación de algo para ver he dado estos títulos, que a mí me interesan lo bastante como para tenerlos apuntados como potencialmente interesantes. La última vez que lo hice fue con El secreto del Libro de Kells, una producción franco-belga-irlandesa de animación que logró cautivarme sólo con unos cuantos gifs en Tumblr.

El secreto del Libro de Kells se desarrolla en la Abadía de Kells, en Irlanda, hacia el siglo IX, y narra la historia (ficticia) de la elaboración del Libro de Kells, un libro manuscrito y miniado de temática religiosa. En la Abadía vive Brendan, un despierto muchacho apasionado por el arte de los monjes miniaturistas, que le hablan del legendario Libro de Iona, una obra maestra realizada por el Hermano Aidan en la isla de Iona. La fascinación de Brendan aumenta cuando el famoso Hermano Aidan pide refugio en Kells, pues Iona ha sido arrasada por los vikingos, la constante amenaza de Irlanda, y sólo pudo llevarse consigo el Libro de Iona y su gata Pangur Bán. Una sencilla petición del Hermano Aidan impulsa a Brendan a desobedecer la orden expresa de su tío, el Abad Cellach, de no cruzar el muro con el que esperan defenderse de los vikingos, y se interna en el bosque que rodea la abadía, donde descubre un sorprendente mundo desconocido para él hasta entonces y entabla amistad con un hada del bosque, la etérea Aisling.

El secreto del Libro de Kells recibió una muy merecida nominación al Oscar a la Mejor Película de Animación en 2009, aunque ese año la competición estuvo de lo más reñida: esta modesta película europea se las vio nada menos que con Los mundos de Coraline, Fantástico Sr. Fox, Tiana y el sapo y Up. No obstante, los numerosos galardones que recibió esta película demuestran la gran calidad de la misma. El punto fuerte de El secreto del Libro de Kells es su cuidada estética, inspirada en las miniaturas medievales pero con un marcado toque naïf que le dan un aire a libro de cuentos sencillamente precioso. La única pega que le encuentro es la manera en que la amistad entre Brendan y Aisling se desarrolla, pues a pesar de ser parte esencial de la película, llegado cierto punto casi desaparece por completo.

En definitiva, si os gusta el cine de animación, no dejéis de echarle un vistazo a esta película: os sorprenderá muy, pero que muy gratamente.

Puntuación: 9

sábado, 10 de noviembre de 2012

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Imagen de casadellibro.com
Título: Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
Año de publicación: 1916
Editorial: Alianza Editorial

Últimamente, cuando leo novela que no es juvenil, prefiero que sean clásicos. Me sucede que, leyendo narrativa contemporánea, suelo saber lo que va a suceder, cosa que me frustra bastante. No me sucede eso con los clásicos, y así voy buscando libros de distintos autores que contribuyan, además, a incrementar mi cultura literaria. En el caso de Blasco Ibáñez, me llamó la atención su fama en Estados Unidos a principios del siglo XX, que llevó a la adaptación cinematográfica en Hollywood de varias de sus novelas con actores muy conocidos. Entre dichos títulos destacan Sangre y arena, La tierra de todos y la que nos ocupa, Los cuatro jinetes del Apocalipsis.

La novela se centra en la vida de la familia Desnoyers, y la historia se inicia cuando Marcelo Desnoyers, un joven francés, emigra a Argentina a finales del siglo XIX huyendo de la guerra. Allí trabaja para un ganadero latifundista español, con cuya hija mayor, Luisa, se casa, y tiene dos hijos: Julio y Luisa, a la que llaman Chichí. De manera paralela, la hija menor del ganadero se casa con otro trabajador, en su caso alemán. Ambos matrimonios con sus hijos se trasladan a Europa, los unos a Francia y los otros a Alemania, a principios del siglo XX, con la amenaza de una nueva guerra entre ambos países en el ambiente. No obstante, Julio y Chichí ignoran dicha amenaza, sumergidos como están en la vida parisina: cuando estalla el conflicto, las vidas de todos los integrantes de la familia Desnoyers se ve alterada por completo.

Podrían llenarse bibliotecas enteras con novelas dedicadas a las guerras, sobre todo a las dos Guerras Mundiales. En el caso de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, quizá lo más curioso sea que Blasco Ibáñez la redactó durante el conflicto, por lo que su testimonio posee un carácter veraz, directo, cercano, y transmite muchos acontecimientos con la crudeza de quien los ha presenciado, como la escena que cierra la novela, que lógicamente, acaba antes que la propia guerra, pues cuando Blasco Ibáñez la escribió, la contienda no había terminado. Las partes dedicadas a la guerra en sí contrastan vivamente con el largo capítulo de flashback en el que el autor nos presenta a los personajes en Argentina, cuyo estilo remite a los autores hispanoamericanos. Los fragmentos en los que relata la vida de los personajes en París antes de la guerra tienen ecos del Naturalismo español de finales del siglo XIX, y toda la obra está empapada con un estilo panfletario muy típico del Blasco Ibáñez político, en el que llama la atención la crudeza con la que retrata a los alemanes como los "malos" no ya de la guerra, sino de la Historia y del mundo.

Puntuación: 7

viernes, 9 de noviembre de 2012

Defendor

Imagen de Wikipedia
Título: Defendor
Director: Peter Stebbings
Intérpretes: Woody Harrelson, Kat Dennings, Sandra Oh, Elias Koteas
Año de estreno: 2009


Sigo siendo víctima de la fiebre que me provocó Los Vengadores, y de alguna manera acabé acordándome de esta película, que vi en un videoclub no mucho después de ver por primera vez Bienvenidos a Zombieland. La presencia de Woody Harrelson fue lo primero que me llamó la atención, y aunque su portada me indujo a error, creyendo que sería una comedia, os recomiendo que no os confiéis: Defendor no es, en ningún aspecto, Kick-Ass.

Arthur Poppington es un deficiente mental que por las noches se equipa con un estrambótico uniforme y se hace llamar Defendor. Accidentalmente, Arthur topa con un policía corrupto y rescata a una prostituta adicta al crack que se hace llamar Angel. Cuando la chica se va a vivir con él, Arthur le desvela su propósito: busca derrotar a Captain Industry, un villano al que culpa del tráfico de drogas, que causaron a su vez la muerte de su madre. Cuando Angel, cuyo verdadero nombre es Kat Debrofkowitz, asegura que el alter-ego de Captain Industry es un mafioso serbio que controla el tráfico de drogas y de armas en la ciudad, las hasta entonces cuasi inocentes acciones de Defendor amenazan con interponerse con una operación policial.

Creo que Defendor es una película difícil de definir, porque aunque todo en su aspecto indique en dirección a la comedia, a la parodia del género de superhéroes, se trata de una película oscura en todas sus facetas salvo en su protagonista, uno de esos personajes tan honestos y cariñosos que se les coge cariño desde el minuto uno de metraje. Arthur Poppington remite irremediablemente a Forrest Gump, pero sus contextos son tan diferentes que cualquier similitud termina ahí. A pesar de sus pequeños golpes de humor, Defendor es muy dramática, pero de alguna forma, es bonita.

Puntuación: 9

sábado, 3 de noviembre de 2012

Los cuatro tronos

Imagen de elcorteingles.es
Título: Los cuatro tronos
Autor: Lesley Livingston
Año de publicación: 2010
Editorial: Viceversa

Pues sí, voy a leerme la trilogía La novena noche del tirón. Decidí que quería leer estos libros en verano, y encontrarlos ha sido un horror, ya que no estaban disponibles en ningún sitio y además, siendo verano, conseguirlos era una misión imposible: ya sabemos lo que pasa en este país en agosto. Finalmente acabé encargando la trilogía en el estuche especial que puso a la venta la editorial, que no es más que una caja decorada con la portada de La novena noche y un resumen de las novelas... Mientras leía Los cuatro tronos me alegré sinceramente de que me esté gustando la saga: con lo que me ha costado hacerme con ella, sería el colmo que encima me pareciese mala.

Kelley sigue con su vida como actriz en el Gran Teatro Avalon. Ensaya Romeo y Julieta, pero la ausencia de Sonny y el peso de su verdadera identidad impiden que todo sea para ella como deseaba. Pero como nada puede salir bien cuando estás relacionado con las hadas, un leprechaun hechiza el colgante mágico de Kelley, y nuestra protagonista realiza un viaje al Otro Mundo, donde se reencuentra con Sonny y descubre que hay poderes que van más allá de las cuatro cortes de las hadas, poderes que, descontrolados, podrían acabar con todo.

Los cuatro tronos exhibe una asombrosa mejora narrativa respecto a su predecesora, La novena noche, desarrollando mucho más a gran parte de los personajes que conocimos en la primera entrega y prácticamente redescubriendo a Fennrys, que sólo era mencionado en La novena noche, pero que aquí goza de amplias apariciones en las que demuestra ser un personaje de lo más jugoso. También la relación entre Kelley y Sonny se despliega para adquirir una variedad de matices de lo más interesante, con unos tira y aflojas que dan lugar a grandes momentos (ese capítulo ocho...). El desarrollo dramático es también más fluido que en La novena noche, si bien ciertos detalles no quedan del todo claros. El final, un tanto abrupto, estropea un poco la sensación general de la novela.

Debo reconocer que, mientras leía Los cuatro tronos (curiosidad que no viene a cuento: como en el caso de La novena noche, el título se lo han sacado de la manga. El original es Darklight), me decía a mí misma cómo mejora la saga gracias a esta segunda entrega, pues supera en mucho la redacción de La novena noche, un libro con mejores intenciones que narrativa. Sinceramente, espero que la última entrega siga con esa tónica, y que sea incluso mejor.

Puntuación: 8

viernes, 2 de noviembre de 2012

Cautivos del mal

Imagen de Wikipedia
Título: Cautivos del mal (The bad and the beautiful)
Director: Vincente Minnelli
Intérpretes: Kirk Douglas, Lana Turner, Barry Sullivan, Dick Powell
Año de estreno: 1952

¿Quién no aprovecha los días festivos para ver una buena película, o incluso más de una? En mi caso, se dio la casualidad de que Cautivos del mal se emitía en televisión, y sin conocerla con anterioridad, opté por verla. Es mi primera película de Vincente Minnelli, al que conocía más por su turbulenta vida familiar (la primera de sus cuatro esposas fue nada menos que Judy Garland, con la que tuvo una sola hija, Liza Minnelli). Cautivos del mal, posiblemente uno de sus títulos más célebres, es una excelente carta de presentación para uno de los grandes directores de los años dorados de Hollywood.

El director Fred Amiel, la actriz Georgia Lorrison y el guionista James Lee Bartlow reciben sendas llamadas que se niegan a contestar: las de Jonathan Shields, un productor de Hollywood caído en desgracia. Congregados por un compañero de Shields, Harry Pebbel, los tres se reúnen en la oficina de éste y exponen los motivos por los que le odian, pues Jonathan hizo lo mismo con los tres: se convirtió en la persona más importante para cada uno de ellos y se valió de ellos para obtener el éxito, no sin traicionarles después. Eso sí, los tres le deben a él su salto a la fama, que les convirtió en lo que ahora son... ¿Puede eso cambiar sus sentimientos hacia él?

No puedo dar muchos más detalles de la trama, ya que las dos horas de duración se dividen, con pequeños intervalos, en los tres largos flashbacks a través de los que cada uno de los tres personajes anteriormente mencionados dibujan la imagen del ambicioso y cínico Jonathan Shields, un personaje lleno de cuartos oscuros que se van desvelando a medida que los personajes describen sus momentos junto a él, dándonos tres retratos del mismo personaje desde distintas perspectivas y en distintos momentos de su vida para recrear la experiencia vital clásica de un personaje de semejantes características: el ascenso a la fama, las mieles del éxito y la decadencia. El conjunto eleva la historia de ese hombre, el protagonista que no aparece más que en flashbacks, a la categoría de épica, trazando un asombroso retrato al que Kirk Douglas dota de una personalidad única.

Puntuación: 9

jueves, 1 de noviembre de 2012

Indomable (Haywire)

Imagen de Wikipedia
Título: Indomable (Haywire) (Haywire)
Director: Steven Soderbergh
Intérpretes: Gina Carano, Ewan McGregor, Michael Douglas, Michael Fassbender
Año de estreno: 2012

Tenía una cuenta pendiente con esta película, y por fin la he saldado, aunque debo reconocer que el principal interés que sentía por la misma radicaba en la presencia de Michael Fassbender en el elenco de actores. Tras convertirse en el actor de moda en 2011 combinando estrenos de taquillazos como X-Men: Primera generación y películas alternativas como Shame, entre otras, está en el ojo del huracán, y no sólo sus fans estamos atentos a sus estrenos. A pesar de estar dirigida por un peso pesado como es Soderbergh, Haywire pasó un poco más desapercibida en la filmografía de Fassbender.

Un hombre y una mujer se reúnen en un bar de carretera y acaban enzarzándose en una brutal pelea. Tras dejar K.O. a su oponente, la mujer abandona el local con un joven al que relata su historia mientras huyen: se llama Mallory Kane y es una ex Marine que trabaja para una empresa que lleva a cabo "operaciones". Contratada por el Gobierno de los Estados Unidos, Mallory viaja a Barcelona y rescata a Jiang, un disidente chino, con ayuda de algunos compañeros. Mallory planea dejar la empresa tras dicho trabajo, pero su jefe y ex pareja, Kenneth, la convence para ejecutar un último y sencillo trabajo en Dublín que implica hacerse pasar por la esposa de un agente del MI6 llamado Paul. No obstante, los planes parecen torcerse y Mallory descubre que no sabe en quién confiar.

Haywire cuenta, a priori, con uno de los elementos más característicos de la filmografía de Steven Soderbergh desde el año 2000, que es la amplia presencia de actores reconocidos en el mismo cartel, algo que explotó a placer en taquillazos como Traffic o la trilogía Ocean's eleven, Ocean's twelve y Ocean's thirteen. A diferencia de éstas, en Haywire el protagonismo no recae en una actriz profesional, sino en la luchadora profesional Gina Carano, que sin ser un dechado de talento interpretativo tampoco sale mal parada del todo en el duelo de titanes que la enfrenta con el resto de sus compañeros de cartel: a los tres mencionados en mi minificha se unen Antonio Banderas, Channing Tatum, Antonio Banderas, Mathieu Kassovitz y Bill Paxton, por citar sólo a los muy famosos; para varios de ellos no es la primera colaboración con Soderbergh, pues el director suele contratar a los mismos actores para sus distintos trabajos.

Junto a semejante elenco, la película se completa con una trama un tanto retorcida y un aspecto visual sencillo pero que abusa en ciertas escenas de filtros de color para acentuar ciertas atmósferas: el azul para transmitir frío en las escenas que cortan los flashbacks en los que Mallory cuenta su historia, el amarillo en las secuencias del hotel en Dublín, buscando dar una imagen de calidez hogareña que más tarde nos traiciona, y en el mismo escenario desaparece mágicamente dicho filtro para ser sustituido por otro del mismo color pero más suave. Vale, es un detalle tonto, pero me ha llamado la atención.

En pocas palabras, podría decirse que Haywire es una película entretenida de ese género con fans tan adeptos como es el de espías, aunque incluso en este escalón del cine de entretenimiento hay películas bastante mejores... y menos liosas.

Puntuación: 6