viernes, 29 de julio de 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2

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Título: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2 (Harry Potter and the Deadly Hallows, Part 2)
Director: David Yates
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Ralph Fiennes
Año de estreno: 2011

Si de algo pueden presumir las dos últimas entregas de la saga cinematográfica de Harry Potter es que la línea publicitaria escogida para ellas define como ninguna otra el desenlace de esta gigantesca máquina registradora que es todo un referente cultural para los niños crecidos en la década de los noventa: It all ends here ("Todo termina aquí"). Con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2, el director David Yates aprueba con nota el reto que supone cerrar la saga cinematográfica más rentable de la Historia, con un final que se ajusta a la perfección a las exigencias de un argumento cada vez más grandioso.

Tras escapar in extremis de las garras de Bellatrix Lestrange, Harry, Ron y Hermione se refugian en una casa franca con Bill y Fleur. Sospechan que la acólita de Voldemort posee uno de los Horrocruxes que buscan, de manera que se embarcan una vez más en su búsqueda, que les lleva al corazón del mismísimo Banco de Gringotts. Tras hacerse con dicho objeto, el trío descubre que el último Horrocrux se encuentra en Hogwats, de manera que viajan hasta Hogsmeade, donde se encuentran con Aberford Dumbledore, que les conduce al colegio donde pasaron sus años de infancia para preparar la batalla final contra Voldemort y sus Mortífagos.

La segunda parte de la adaptación de Las Reliquias de la Muerte no puede concebirse sin su predecesora, por lo que es conveniente verlas lo más seguidas posible. A diferencia de ésta, que se caracterizaba por su ritmo pausado que refleja el paso de los angustiosos meses de búsqueda en solitario por parte de los tres protagonistas, la segunda parte acoge un desarrollo mucho más rápido de los acontecimientos que acaban desembocando en la inevitable Batalla de Hogwarts. Además, el espectro de personajes que acaparan minutos en pantalla se amplía, dando sus momentos de gloria a secundarios indispensables de la talla de Neville Longbottom, Minerva McGonagall, Draco Malfoy, la familia Weasley y, por supuesto, Severus Snape, cuya escena fundamental, aunque muy reducida respecto al libro, resulta francamente conmovedora.

En cuanto al desarrollo argumental, la película se mantiene fiel al libro, sin molestarse en rectificar (tampoco es que lo esperase, a decir verdad) algunos puntos que no me gustaron en absoluto de la novela. Se adapta incluso el denostado epílogo "diecinueve años después", en que los tres protagonistas aparecen como adultos llevando a sus hijos al Expreso de Hogwarts. Uno de los detalles que menos me gustó (dejando de lado que el propio epílogo es deleznable) es que fuesen los mismos actores los que ponen rostro a sus propias versiones adultas. Los disfraces son demasiado patéticos, menos mal que no son más que los últimos minutos de la cinta.

Puntuación: 7

Philip Morris, ¡te quiero!

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Título: Phillip Morris, ¡te quiero! (I love you Phillip Morris)
Director: Glenn Ficarra y John Requa
Intérpretes: Jim Carrey, Ewan McGregor, Leslie Mann, Rodrigo Santoro
Año de estreno: 2009

Muy intensa, interesante, excéntrica y/o genial debe ser la vida de un individuo para que Hollywood decida llevarla a la pantalla grande. Es lo que los americanos llaman bigger than life, y desde luego, como aseguran los créditos de inicio de Phillip Morris, ¡te quiero!, la de Steven Jay Russell lo es. No esperéis toparos con la clásica película en la que Jim Carrey despliega todo su repertorio de muecas. Phillip Morris, ¡te quiero! se aleja del esquema típico de las comedias de este actor para convertirse en una rara avis dentro de su filmografía alternando escenas hilarantes con otras sorprendentemente dramáticas, creando una desconcertante dicotomía en su desarrollo.

Steven Jay Russell es un policía de Virginia Beach que lleva una vida corriente junto a su esposa Debbie. Tras emprender la búsqueda de su madre biológica, que le despacha sin darle explicaciones, y sufrir un accidente de coche, Steven ve la luz y cambia radicalmente de vida para convertirse en lo que siempre deseó ser: gay. Así que se traslada a Miami, donde su carísimo tren de vida le empuja a cometer una serie de delitos fiscales que acaban por llevarle a la cárcel, donde se enamora de su compañero de celda, un rubito llamado Phillip Morris. Pero los días de felicidad de la pareja entre rejas se acaban cuando la condena de Steven se termina y recobra la libertad. No obstante, nuestro protagonista no está dispuesto a separarse de su adorado Phillip, por lo que idea una serie de fraudes para sacarle de la cárcel y darle una vida plagada de lujos... Hasta que vuelven a toparse con el largo brazo de la ley.

Los directores explotan la extravagancia de la historia para crear momentos delirantes en los que se implican al máximo, como no podía ser de otra manera, los actores que dan vida a la pareja principal, resultando altamente creíbles, aunque el punto excéntrico que otorga Jim Carrey al personaje de Steven desdibuja ligeramente la línea entre intérprete y personaje. Además, Carrey saca partido a su faceta trágica, que ya conocimos en Eternal sunshine of the spotless mind (me niego a llamarla por su título en español) en una secuencia que nos corta la risa que impera durante gran parte del metraje.

En resumen, Phillip Morris, ¡te quiero! es una película rara, que no se parece a ninguna otra que yo haya visto, pero no por ello menos recomendable, y sin duda, es de obligado visionado para todos los incondicionales de Jim Carrey.
Puntuación: 7

jueves, 28 de julio de 2011

Mordiscos peligrosos

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Título: Mordiscos peligrosos (Once bitten)
Director: Howard Storm
Intérpretes: Jim Carrey, Lauren Hutton, Karen Kopins, Cleavon Little
Año de estreno: 1985

Ya que soy una fan acérrima de Jim Carrey, no me viene mal ponerme al día con su filmografía. Y aprovechando que, así a lo tonto, se han puesto tan de moda los vampiros, ¿qué mejor película temprana de mi cómico predilecto que esta "ochentada" (no sé si existe tal palabra o me la acabo de inventar)? Mordiscos peligrosos fue el primer papel protagonista de Carrey y, aunque no llega al nivel de carcajadas de sus películas de los 90, este filme plagado de tópicos de la década que me vio nacer carece de desperdicio, sobre todo si se es fan de Jim Carrey.

Mark Kendall es el típico chaval de instituto que tiene un trabajillo para sacarse un dinero extra, que no es otro que vender helados. Con su furgoneta del trabajo se marcha a Hollywood con sus dos mejores amigos tras la negativa de su novia, Robin, a mantener relaciones sexuales por primera vez. En Hollywood, Mark conoce a una misteriosa mujer mayor que él con la que pasa la noche... Y el desliz llega a oídos de Robin, que comienza a preocuparse al comprobar que cambios extraños se están operando en Mark. Y es que la mujer misteriosa es la Condesa, una vampira que debe consumir sangre de un muchacho virgen tres veces al año antes de Halloween para mantenerse joven. Tras ser mordido dos veces, Mark y Robin junto a los amigos de él se embarcan en una alocada persecución para evitar que la Condesa muerda al chico por tercera vez, convirtiéndole definitivamente en vampiro.

Vale, de acuerdo, no puede decirse de Mordiscos peligrosos que sea una joya por sí sola, pero en su desarrollo se intuye al cómico que es Jim Carrey actualmente, y tiene momentos muy interesantes. Destaca además la vis comica de la mítica modelo Lauren Hutton como la Condesa, que sin dejar de demostrar que se lo está pasando como los indios aporta cierta credibilidad al personaje (sin olvidar nunca que es una parodia). También tiene sus momentos Sebastian, el mayordomo de la Condesa, que personalmente me recordó en ocasiones a Geoffrey, el icónico mayordomo de los Banks en El príncipe de Bel-Air.

Puntuación: 7

miércoles, 27 de julio de 2011

Bolt

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Título: Bolt
Director: Chris Williams y Byron Howard
Intérpretes (voces): John Travolta, Miley Cyrus, Susie Essman, Mark Walton
Año de estreno: 2008

Más vale tarde que nunca. Aunque bueno, entre que siempre preferiré la animación tradicional sobre el CGI y que las películas con animales como protagonistas me atraen menos que las de humanos, Bolt tenía todas las papeletas para entrar a formar parte de pequeño grupo de películas de Disney que no tengo en mente ver. Sin embargo, acabé topándome con ella en un trayecto en autobús, y para qué voy a mentir, me ha encantado.

Bolt es un perro normal y corriente, aunque él no lo sabe: es el protagonista de una exitosa serie de televisión que lleva su nombre, y el equipo se esfuerza en hacerle creer que realmente es un súper perro con increíbles poderes. Por ese motivo, la principal preocupación de Bolt es proteger a Penny, su dueña. Un buen día, un técnico deja que se le escape, y Bolt acaba accidentalmente en Nueva York. Por si toparse de bruces con el mundo exterior no fuera suficiente, Bolt debe descubrir que carece de súper poderes, y para ello cuenta con la sarcástica gata callejera Mittens, aunque apoyando sus locuras se encuentra el hámster Rhino, un incondicional de su serie que está convencido de las habilidades de Bolt. Juntos, emprenden un heroico viaje en dirección a Hollywood.

La historia no es nada nuevo, ni siquiera en Disney, pero como suele suceder, los detalles la convierten en un festival de carcajadas. Los personajes desprenden un encanto muy especial, aunque debo reconocer que tengo debilidad por Mittens (que me recuerda mucho a una amiga mía) y Rhino, que sin duda proporciona los momentos más hilarantes de la cinta (de hecho, el corto que protagoniza y que se incluye como extra en el DVD es sencillamente genial). Como en otros clásicos Disney de la talla de Dumbo o El libro de la selva nos encontramos con los secundarios alados que tanto juego dan, en este caso, un grupo de palomas urbanas absolutamente geniales. Y ojo a sus voces en español, porque las palomas neoyorkinas fueron dobladas en nuestro idioma nada menos que por los mismísimos Les Luthiers.

Puntuación: 8

lunes, 25 de julio de 2011

Revisión: Ser o no ser

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Título: Ser o no ser (To be or not to be)
Director: Ernst Lubitsch
Intérpretes: Carole Lombard, Jack Benny, Robert Stack, Stanley Ridges
Año de estreno: 1942

Cuando se dice que Ernst Lubitsch es el rey de la comedia elegante, no se dice por nada. Sus personajes aparecen en pantalla con un aspecto refinado que no tiene nada que envidiar a los protagonistas de un drama y sueltan, sin despeinarse, divertidas réplicas que desembocan en hilarantes situaciones. Ser o no ser es la pieza que mejor refleja el buen hacer de Lubitsch en este campo, el máximo exponente de un tipo de comedia de la que él fue el auténtico soberano.

La acción se inicia poco antes de la invasión de Polonia por parte de las tropas nazis. Joseph y Maria Tura son un matrimonio de actores cuyos egos compiten a pesar de los profundos sentimientos que se profesan. Después de que una de sus obras, que satiriza a los nazis y al propio Hitler, sea censurada, Maria conoce a un joven y atractivo piloto de la resistencia polaca, que se enamora de ella. Tras la invasión, la compañía al completo se implica con la resistencia, enredándose en una compleja trama con el profesor Alexander Siletsky, un agente doble que también cae rendido ante los encantos de Maria Tura.

La película recibió en su momento duras críticas por tener como objeto de chanza a los nazis, que en el momento de su estreno, eran una amenaza muy real, y frases como "Oh, sí, le vi [a Tura] representando Hamlet. Le hizo a Shakespeare lo que nosotros [los nazis] le estamos haciendo a Polonia" fueron recibidas como verdaderas ofensas. Lubitsch, alemán y judío, encajó los comentarios, convencido de que el tiempo pondría Ser o no ser en su justo lugar, y así ha sido. Actualmente se halla entre las comedias más aclamadas de la Historia del Cine, y es sin duda la obra maestra de la filmografía de Lubitsch.

Puntuación: 9

jueves, 14 de julio de 2011

Revisión: Cuentos de la Alhambra

Imagen de serviciosgate.upm.es
Título: Cuentos de la Alhambra
Autor: Washington Irving
Año de publicación: 1832
Editorial: Miguel Sánchez, Editor

Aunque nunca he vivido en Granada, me siento muy vinculada a dicha ciudad. Para mí, Granada y Sevilla son lo más bonito de Andalucía, pero si bien a esta última la estoy descubriendo más recientemente, Granada y yo somos viejas conocidas en un sentido más bien poético, ya que, aunque iba mucho allí de pequeña y no recuerdo gran cosa de aquellas visitas, siempre he sentido una estrecha relación con esta ciudad, probablemente porque mi madre y mis tíos sí que vivieron allí durante sus años de Universidad y guardan un grato recuerdo de entonces. Visité la Alhambra siendo muy pequeña, y fue entonces cuando mi madre me regaló este volumen de Cuentos de la Alhambra, un libro que, pese a estar escrito por un americano, es en Granada un libro profundamente típico, sobre todo para quienes visitan ese monumental castillo que es la Alhambra.

Washington Irving fue un famoso escritor e historiador norteamericano, muy conocido en su país de origen por los relatos Rip Van Winkle y La leyenda de Sleepy Hollow. Durante su juventud desarrolló un gran interés por la Historia española, particularmente por la invasión musulmana de la península y por la figura de Cristobal Colón, temas acerca de los que redactó varias obras. Fue tras la publicación de uno de estos libros cuando viajó personalmente a Granada y vivió durante unos meses en la Alhambra, que por aquel entonces era cobijo de todo tipo de personajes variopintos de la ciudad. Irving recogió durante esa época una serie de impresiones de las gentes y el lugar junto a un puñado de leyendas de la zona que reescribió un poco a su gusto, es decir, que se inspiró en historias que se contaban para intercalar relatos de ficción en los capítulos que detallan la vida en la fortaleza. A esta compilación de escritos la tituló The Alhambra: A series of tales and sketches of the Moors and Spaniards ("La Alhambra: una serie de relatos e impresiones de los moros y los españoles"). Cuando revisó la obra antes de su muerte, en 1851, le cambió el título al actual Cuentos de la Alhambra.

Como buen autor del XIX, y encima anglosajón, Irving ve España y todo lo español envuelto en un velo de romanticismo decimonónico que lo hace todo pintoresco. El escritor describe la Alhambra, que se hallaba prácticamente en ruinas, como un majestuoso palacio; los habitantes, gente muy pobre que vivía a la sombra de la fortaleza por carecer de otro hogar, como personas alegres y dicharacheras en su miseria, conocedores de cientos de historias, supersticiosos y siempre dispuestos a bailar flamenco (¿os suena el estereotipo?). No obstante, su visión es muy positiva, y se nota que al bueno de Irving le tiraba mucho la cultura española, ya que todo le gusta y todo lo encuentra interesante.

Entre estos pequeños ensayos encontramos los citados cuentos, historias inspiradas en las leyendas de la zona, generalmente asociadas a fastuosos tesoros ocultos por los moros mediante magia antes de abandonar la península. La magia en sí es el denominador común de estas historias, marcadas por el gusto orientalista de la época y el propio escenario en que se inspiró Irving. Muchas de las historias tienen personajes muy similares (la cristiana cautiva, el pobre honrado, el hechicero moro...) e incluso algunos se solapan y aparecen en varios relatos.

En resumen, Cuentos de la Alhambra es una pequeña e interesante muestra de narrativa decimonónica que combina el cuento y el ensayo de forma muy amena, y aunque no pueda decirse de este libro que sea la crónica más fiel de la España del siglo XIX, sí que nos da unas cuantas pistas sobre la manera de ver nuestro país por parte de los extranjeros en aquella época.

Puntuación: 10

domingo, 10 de julio de 2011

Thelma y Louise

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Título: Thelma y Louise (Thelma & Louise)
Director: Ridley Scott
Intérpretes: Susan Sarandon, Geena Davis, Harvey Keitel, Michael Madsen
Año de estreno: 1991

Érase una vez dos personajes que se convirtieron en un iconos feministas. Thelma y Louise es un verdadero clásico contemporáneo, y me ha sorprendido comprobar que es una película ya de los noventa, cuando la creía anterior. Sin embargo, goza de un estatus similar al de filmes también clásicos de los setenta, es una verdadera vaca sagrada y resulta tan intemporal como enclavada en una época y lugar muy concretos, y eso es, en mi opinión, lo que la hace fascinante.

Louise Sawyer es una camarera soltera, fuerte y muy organizada que planea unas vacaciones de fin de semana con su mejor amiga, la caótica e ingenua ama de casa Thelma Dickinson. Las cosas marchan bien hasta que Louise asesina a un hombre que trata de violar a Thelma, y a partir de ese momento, las dos amigas se dan a la fuga con la intención de llegar a México, cometiendo diversos delitos por el camino, generalmente al carecer de otra salida.

La historia y el planteamiento de Thelma y Louise poseen una fuerza que transmite la propia fortaleza de las dos protagonistas, acompañado por las espectaculares persecuciones en coche a través del desierto (sobre todo) y la característica música de Hans Zimmer, que se ajusta como un guante al carácter de las escenas. La trama completa posee una personalidad muy marcada de principio a fin, aunque son las secuencias finales las que sin duda le han otorgado su merecida fama.

Puntuación: 9