viernes, 18 de diciembre de 2009

Planet 51


Título: Planet 51
Director: Jorge Blanco, Javier Abad y Marcos Martínez
Intérpretes (voces): Dwayne "The Rock" Johnson, Justin Long, Jessica Biel, Seann William Scott
Año de estreno: 2009

Tengo que confesar que la primera vez que vi un avance de Planet 51, que por cierto fue en el programa Días de cine, no creí a simple vista que fuese española. Lo cierto es que, cuando en los créditos leí que el guión había sido redactado por Joe Stillman, autor de esas dos joyas de la animación que son Shrek y Shrek 2, comprendí muchas cosas acerca de la manera en que está realizada esta película, que posee numerosas referencias cinéfilas e incluso históricas y que, por suerte, no me ha decepcionado, tal y como temía.

En una galaxia lejana, en un bonito planeta muy parecido a la Tierra salvo por el cinturón de asteroides que lo rodea, vive Lem, un simpático joven que tiene una vida absolutamente normal amante de la astronomía, enamorado de su vecina Neera y rodeado a todas horas por sus amigos Skiff y Eckle, obsesionados, por culpa del cine y los cómics, con las posibles invasiones extraterrestres y sus poderes paranormales. Lem no les presta demasiada atención hasta que un buen día cae en su jardín una sonda procedente del espacio exterior, de la que surge un astronauta norteamericano llamado Charles T. Baker. Su repentina entrada en escena desata el pánico en la apacible sociedad inspirada en los años 50 del Planeta 51.

Como decía, la película posee numerosos guiños al cine clásico de ciencia-ficción, sobre todo a Alien: el octavo pasajero y a Star Wars, aunque también hay referencias a películas más antiguas, como 2001: Odisea en el espacio, Ultimátum a la Tierra o La invasión de los ladrones de cuerpos, entre muchas otras, además de otras que nada tienen que ver con la ciencia-ficción, como Grease o Cantando bajo la lluvia. Durante la hora y media que dura Planet 51 se aprecia el destino como producto infantil de la película, con los típicos mensajes didácticos de solidaridad y amistad, pero los numerosísimos guiños cinéfilos sólo los captan los adultos. En conjunto, se trata de una película muy divertida y entretenida.

Lo cierto es que la película ha salido redonda, y no se le encuentra ningún pero. Me atrevo a colocarla al mismo nivel que Shrek por la impecable manera en que ha sido realizada y el argumento magníficamente tratado que puede llegar a fascinar tanto a niños como a mayores: vamos, como las pelis de Disney de antes.

Y por cierto, lo mejor: ¡La Macarena!

Puntuación: 9

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