miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los seductores

Título: Los seductores (L'arnacoeur)
Director: Pascal Chaumeil
Intérpretes: Romain Durais, Vanessa Paradis, Julie Ferrer, François Damiens
Año de estreno: 2010

Cuatro millones de espectadores son, para una película europea, muchos espectadores. Un éxito tan arrollador no puede sino suscitar interés, y debo reconocer que a mí me producía curiosidad este largometraje francés capaz de atraer semejante público a las salas, pero probablemente no la habría visto de no ser por mi hermana. A pesar de que hacía bastante que no veía una comedia romántica, ésta ha logrado volver a despertar en mí esa sensación de que todo es posible según sales del cine.

Él es Alex Lippi, rompeparejas profesional. Con la ayuda de Mélanie, su hermana, y de Marc, su cuñado, Alex emplea la seducción para ayudar a mujeres que son infelices con sus parejas sin ser conscientes de ello por encargo de otras personas que financian sus rocambolescos planes. Sin embargo, Alex debe dinero y por ello acepta el encargo de romper la pareja que forman Juliette van der Becq, una joven sumiller, y su aparentemente perfecto prometido, Jonathan. Para lograrlo, Alex se hace pasar por un guardaespaldas contratado por el padre de Juliette para protegerla mientras hace los preparativos de su próxima boda en Montecarlo, y aunque la situación entre Juliette y Jonathan se opone a los principios de Alex (están enamorados), su situación le obliga a romper la pareja de de todas formas, y para lograrlo, pone en juego todo lo que tiene.

Como suele suceder, Los seductores no cuenta con la premisa más original del mundo, ya que el tema de una persona pagada para enamorar a otra cuenta con precedentes en otros medios, pero son la frescura con la que está narrada la historia, sus numerosos puntos cómicos, los momentos dramáticos hábilmente ubicados y, sobre todo, la convincente actuación de Durais, lo que convierten a Los seductores en una película digna de ver y muy entretenida. Pese a tratarse de una comedia romántica, no es empalagosa en absoluto y los pequeños homenajes a una leyenda del género como es Dirty Dancing han conseguido que la canción (I've had) The time of my life sea, para mí, el tema de dos películas diferentes.

Según tengo entendido, visto el éxito de Los seductores, Hollywood ha comprado los derechos para rodar un remake, como no podía ser de otra manera (en mi opinión esto de los remakes se les está yendo de las manos a los americanos, pero ése es otro tema), pero algo me dice que no serán capaces de reproducir el encanto de Los seductores. No puede salir demasiado bien una versión americana de una película francesa hecha a la americana. Por suerte, siempre nos quedará la original.

Puntuación: 9

martes, 28 de diciembre de 2010

La tournée de Dios

Título: La tournée de Dios
Autor: Enrique Jardiel Poncela
Año de edición: 1932
Editorial: Blackie Books

Hacía mucho que no redactaba la crítica de un libro, y me alegra hacerlo por fin de éste, que tanto tiempo me ha llevado leer. No sé si ha sido por el formato digital o porque ahora tengo mucho menos tiempo que antes (debe ser eso...), pero lo cierto es que merece la pena leer esta obrita del bueno de Jardiel Poncela, ese genial y ocurrente dramaturgo que murió arruinado y olvidado, tan olvidado que aún hoy son difíciles de encontrar otras obras suyas que no sean las de teatro. Con La tournée de Dios, escrita en una época muy temprana todavía, Jardiel Poncela planta cara no sólo a la ideología que debió imperar en ese momento y después de la Guerra Civil, sino también a nuestra actual concepción de lo políticamente correcto.

La tournée de Dios comienza con dos amigos madrileños: el novelista divorciado Federico Orellana y el periodista homosexual Perico Espasa. Después de hacernos creer que el primero va a ser el protagonista absoluto de la historia, un acontecimiento sin precedentes cambia el curso de la Historia (que es distinta si lleva mayúscula, espero que eso no me lo haya cambiado la RAE): Dios se manifiesta al Papa y le anuncia que va a hacer una gira por todo el mundo, empezando por Madrid. El anuncio levanta todas las polvaredas, escepticismos y fanatismos habidos y por haber, y el Vaticano, junto a todos los Gobiernos del mundo, no tarda en preparar toda clase de fastos para recibirle. En todo el meollo se encuentra el bueno de Perico Espasa, elegido para entrevistar a Dios en persona, pero cuando Éste demuestra que no es como todo el mundo esperaba, comienzan los problemas...

Debo reconocer que La tournée de Dios me ha parecido un libro bastante raro, con un trasfondo muy amargo pese al tono jocoso que emplea el autor desde el agudo prólogo (toda una declaración de intenciones y, en mi opinión, lo mejor de todo el libro) hasta el epílogo. No deja de resultar sorprendente que le dejaran publicar esta personalísima imagen de Dios y de la religiosidad, que son dos cosas muy distintas, pero explica bastante la penosa situación que atravesó Jardiel Poncela en los últimos años de su vida, a pesar de ser el autor de algunas de las comedias teatrales más celebradas del siglo XX, como Eloísa está debajo de un almendro, Usted tiene ojos de mujer fatal, Cuatro corazones con freno y marcha atrás y Los ladrones somos gente honrada, entre muchísimas otras con títulos igualmente geniales.

La tournée de Dios no se parece a ningún otro libro que haya leído, porque puede parecer anti-religioso pero no lo es, tan sólo expone una serie de paradojas que existen en la propia religión e incluso en el ateísmo, paradojas que se derivan del simple hecho de que somos seres humanos y por tanto somos exagerados, fanáticos, escépticos y contradictorios a más no poder. Jardiel Poncela pone sobre la mesa esos temas sin por ello condenar el ateísmo o la fe, y eso es lo más sorprendente, de manera agradable, en esta época en que hablar de religión equivale a posicionarse a favor o en contra. Personalmente se trata de una postura que no comprendo, pero allá cada uno. Después de todo, La tournée de Dios sólo es una novela, eso sí, una novela que esconde, entre chistes, verdades como catedrales, y nunca mejor dicho.

Puntuación: 6

martes, 21 de diciembre de 2010

Kobato.

Título: Kobato.
Estudio de animación: Madhouse
Número de episodios: 24
Distribuidora en España: Ninguna
Emisión original: 2009-2010

Está claro que todo lo que tocan las CLAMP se convierte automáticamente en oro. Se hallan entre los pocos autores de manga que son capaces de imponer sus condiciones, y las editoriales agachan la cabeza y responden que sí porque saben que 1) trabajan como chinas (ironía aparte) y publican mucho más que otros mangakas que sólo dibujan una obra a la vez y 2) todo lo que hacen se vende como churros. Me considero un poco entendida en el mundillo del manganime y creo que no conozco ningun otro autor/a al que se le haya hecho un homenaje tan festivo en su aniversario en el gremio como es la creación de CLAMP in Wonderland 2 en el año 2006, coincidiendo con el decimoquinto aniversario de su trayectoria artística. Pero bueno, me estoy yendo por las ramas. Lo que yo quería destacar es que, si serán famosas las CLAMP y gustará su trabajo que entre el año pasado y éste que se acaba ahora se emitió en televisión un anime que adapta un manga inacabado de estas autoras, y no un manga cualquiera del que iban publicados una serie de tomos, sino uno del que sólo habían visto la luz tres o cuatro tomos como mucho. Y eso, cuando se trata de la producción de estas autoras, quiere decir que la historia no ha hecho más que empezar.

La protagonista titular, Kobato Hanato, llega a la Tierra acompañada de un perro azul de peluche con muy malas pulgas, una botella vacía y una misión: llenar dicha botella con los corazones sanados de la gente. Tras unos accidentados comienzos debido a su ignorancia en todo lo que concierne a nuestro mundo, Kobato halla alojamiento en una casa de huéspedes y trabajo en la Guardería Yomogi, administrada por Sayaka Okiura, y en la que trabaja también su huraño vecino de cuarto, Kiyokazu Fujimoto. Kobato no tarda en verse envuelta con numerosas personas de su entorno, y con la ayuda de Ioryogi, que no es sino un espíritu castigado a habitar el cuerpo de un peluche y a ayudarla, se esfuerza por llenar la botella para cumplir su deseo: viajar a cierto sitio.

Lo cierto es que la adaptación animada de Kobato. se queda en las similitudes que se nos exponen en los primeros tomos del manga para presentarnos a los personajes originales de CLAMP y pasan a continuación a introducir personajes de otras series, especialmente de Wish (una de las pocas obras de este cuarteto que carece de anime propio si no contamos dos vídeos musicales que se hicieron en la época de su publicación) y Chobits, aunque hay cameos de muchos otros, como Watanuki y la Mokona negra (más conocida como Larg) de xxxHOLiC, los viajeros de Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE o el propio Tôya de Cardcaptor Sakura, aunque en el manga hay muchos más crossovers que nos dan a entender que el mundo en el que se desarrolla Kobato. suceden también los acontecimientos narrados en Lawful Drug, Suki. Dakara Suki y xxxHOLiC, por lo menos, entremezclando las tramas de todas sus series preexistentes para darle una consistencia cada vez mayor a lo que los fans llamamos el CLAMPverso. Pero volviendo al anime de Kobato., las similitudes acaban ahí. El desarrollo del guión, supervisado de cerca por Ohkawa (es lo mejor... si no salen churros raros por ahí) sigue su línea hasta los tres últimos episodios, y el desenlace inventado deviene en una especie de versión de Wish adaptada a su protagonista. Es muy bonito y está muy bien llevado, pero conociendo a las CLAMP, es posible que el desenlace del manga sea distinto y, ante todo, muy original.

Cuando hice la reseña del manga Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE, señalé que las obras de estas autoras son tan buenas que sus adaptaciones en anime nunca están a la altura. Entre los estudios de animación que se han encargado de las mismas destaca, por su cantidad y calidad, Madhouse, que ha realizado los OVAs de Tokyo Babylon, Cardcaptor Sakura y sus dos películas, X y su OVA, Chobits y, por supuesto, CLAMP in Wonderland 2, por citar sólo las series de CLAMP. Con Kobato. vuelven a realizar un trabajo excelente, y esta serie tan colorista y alegre luce, además de un cromatismo calcado a las ilustraciones originales, una animación realmente fantástica que no decae en ningún momento, aunque hay, por supuesto, episodios mejor animados que otros (generalmente son el primero y el último), pero en el caso de Kobato. apenas se nota la diferencia.

El aspecto sonoro es lo único que me ha chirriado un poco. El opening, Magic Number, interpretado por mi muy admirada Maaya Sakamoto, se mueve muy en su línea habitual de canciones de este estilo sin resultar espectacular como sus endings para el anime de Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE, y los endings de Kobato. (son dos: Jellyfish no Kokuhaku y Watashi ni dekiru koto, ambos interpretados por Megumi Nakajima, seiyuu además de Chiho y Chise), son tanto musicalmente como en su presentación visual, francamente mediocres. En cuanto a los seiyuus, trabaja gente con mucho nivel, pero la voz de Kobato, que corresponde a Kana Hanazawa, era demasiado aguda y estridente para mi gusto, llegando a resultar estridente en algunos momentos, aunque su cambio de tono cuando el personaje reflexiona sobre ciertos asuntos quedaba muy pero que muy bien.

Puntuación: 9










lunes, 20 de diciembre de 2010

Los padres de él

Título: Los padres de él (Meet the Fockers)
Director: Jay Roach
Intérpretes: Ben Stiller, Robert De Niro, Dustin Hoffman, Barbra Streisand
Año de estreno: 2004

Soy de esas personas que intentan no leer demasiadas críticas de cine, ya que los críticos sólo parecen valorar los aspectos técnicos y estéticos de una película en vez de su capacidad para entretener, partiendo también de la base de que la comedia está infravalorada. Cuando me interesa una película, trato de no fiarme demasiado de las opiniones de los demás, ya que no hay nadie que coincida conmigo al 100%. Nunca se sabe cuándo, por hacer demasiado caso a la opinión de otra persona, me voy a perder una película divertida en el cine. Bueno, pues toda esa teoría mía ha sido completamente respaldada por Los padres de él, esa secuela de una película que me encantó y que todo el mundo me puso tan mal que, sin haberla visto, tenía de ella la idea de que era malísima. Vale, igual no es una obra maestra, pero en mi opinión dista mucho de ser mala.

Tras lograr la aprobación del padre de su novia para casarse con ella, Greg Focker ("Follen" en la versión española) no puede evitar preocuparse por el inminente encuentro entre sus futuros suegros, el ex-agente de la CIA Jack Byrnes y su encantadora esposa Dina, y sus propios padres. Para discutir los seis acerca de la boda entre Greg y Pam viajan a Miami, donde vive el matrimonio Focker, que desde el principio choca con el severo Jack por su forma de ser: Bernie es un abogado devenido en "amo de casa" excesivamente sobón y que practica capoeira y Roz es una sexóloga especializada en la tercera edad. Si ya el choque de titanes resulta de por sí catastrófica, la cosa se complica cuando Pam descubre que está embarazada.

Lo mejor de Los padres de él es, sin duda, el duelo interpretativo entre los cuatro veteranos que dan vida a los progenitores de la feliz pareja: si ya en Los padres de ella el bueno de Ben Stiller se veía completamente sobrepasado por un Robert De Niro en estado de gracia y una Blythe Danner dándole la réplica como si fuesen una verdadera pareja, en Los padres de él se topan con los duros competidores que son Dustin Hoffman haciendo un papel diametralmente opuesto al de su consuegro en la ficción y una fantástica Barbra Streisand, acerca de la que debo confesar que no sabía que fuese tan buena actriz. La película repite, por supuesto, muchos de los gags que hicieron célebre a la primera entrega, y el inestimable papel del gato de los Byrnes se complementa con la aparición del perro de los Focker. Tal vez lo único que me pareció pesado fue la importancia que se le da a Jackie, el nieto de Jack y Dina (hijo de su otra hija), pero en general es una película muy divertida. La verdad es que tenía tan mal concepto de ella que me ha sorprendido gratamente, y me parece una secuela a la altura de la genial Los padres de ella. Lástima que, a la luz del tráiler de la tercera parte, no tenga tanta esperanza en Ahora los padres con ellos. Probablemente se deba a que se han cargado el título original y suena a película de Antena 3 después de comer.

Puntuación: 8

jueves, 16 de diciembre de 2010

El verdugo

Título: El verdugo
Director: Luis García Berlanga
Intérpretes: José Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez
Año de estreno: 1963

Quienes me conocen saben que no soy muy amiga del cine español. Le he dado varias oportunidades y he llegado a la conclusión de que, salvo películas muy concretas, el cine que se hace en mi país no es de mi gusto, sobre todo el que se viene haciendo de un tiempo a esta parte. Por suerte, hay algunos clásicos que se salvan de la quema. Berlanga, al que descubrí gracias a la asignatura de Historia del Cine en mi último año de carrera, es uno de ellos. Hasta la fecha había visto cuatro de sus películas: ¡Bienvenido, Míster Marshall!, La vaquilla, La escopeta nacional y Patrimonio Nacional. Con ocasión de su fallecimiento me apresuré a adquirir una de sus obras más inmortales, y así le rindo mi particular homenaje.

El verdugo nos presenta a Amadeo, un anciano verdugo a punto de jubilarse que conoce en la cárcel a un enterrador llamado José Luis. Éste se enamora de la hija de Amadeo, Carmen, ya que ambos tienen algo en común: a causa de su oficio (en el caso de ella, del de su padre), no tienen relaciones de larga duración. Después de casarse, Amadeo convence a José Luis para que se haga verdugo como él y así conservar sus privilegios como funcionario del Estado, a pesar de que el joven reniega del oficio.

El verdugo es una comedia negra que nos plantea el lado humano de una profesión que todos consideramos absolutamente ignominiosa, y se nos presenta al bueno de Amadeo y al inocente José Luis como personas normales y corrientes que se buscan la vida como pueden en una época difícil. La película refleja a la perfección la morbosa fascinación que despierta la aplicación de la pena capital y al mismo tiempo el ostracismo y desprecio al que se ven sometidos los ejecutores (destaca la escena en que los cocineros de la prisión no quieren tocar a José Luis y le dejan la taza de café al alcance de la mano, como si padeciese una enfermedad contagiosa), a modo de crítica, pero sin perder nunca el tono jocoso e irónico propio de las obras de Berlanga, con el siempre entrañable Pepe Isbert como el anciano verdugo (un personaje a la altura del alcalde de Villar del Río en ¡Bienvenido, Míster Marshall!) encabezando una constelación de estrellas del cine español en el que, además de los famosos intérpretes que destaco en la ficha de la crítica, tienen pequeños papeles otros grandes de la pantalla como María Luisa Montes, Alfredo Landa, Julia Caba Alba, Ángel Álvarez y María Isbert, hija de José Isbert.

En pocas palabras, películas como El verdugo me reconcilian un poquito con el cine de mi país. Algo es algo.

Puntuación: 9

sábado, 11 de diciembre de 2010

Toy Story 3

Imagen de Wikipedia
Título: Toy Story 3
Director: Lee Unkrich
Intérpretes (voces): Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Michael Keaton
Año de estreno: 2010

No sé qué me enorgullece más: haber llegado a la entrada número 100 de este año 2010 (que no creo que sea la última, aunque quedaría de lo más redonda) o que la protagonista de la misma sea Toy Story 3. Hay mucho que contar de esta película que me quedé con ganas de ver en el cine, tal y como hice con sus antecesoras: vi Toy Story cuando tenía ocho años y Toy Story 2 cuando tenía doce, y debo reconocer que no ha sido hasta la conclusión de la trilogía cuando me he reconciliado de una vez y para siempre con la saga más famosa de Pixar.

Muchos años han pasado en el mundo de Andy, y sus juguetes han presenciado cómo éste iba creciendo y perdía interés en ellos. Aunque Woody trata de infundir ánimos a los pocos que quedan (Buzz, Jessie, Perdigón, Slinky, Ham, el Sr. y la Sra. Patata y Rex), todos ellos se ven abocados al cubo de la basura al marcharse Andy a la universidad, ya que parece dispuesto a llevarse consigo únicamente a su querido Woody. Cuando, por un malentendido, los juguetes de Andy y Barbie, la muñeca de la hermana de Andy, acaban en la guardería Sunnyside, el destino parece halagüeño para unos juguetes que se creen jubilados, pero no tardan en descubrir que nada en Sunnyside es tan bonito como parece...

Debo reconocer que, de niña, Pixar nunca acababa de convencerme. Siempre he sido (y me temo que sigo siendo) absolutamente pro-animación tradicional, y había algo en los largometrajes de Pixar, especialmente en Toy Story , su secuela y Bichos, una aventura en miniatura, que son las que vi en el cine en su momento, que no acababa de gustarme tanto como sus coetáneas de Disney. De hecho, hasta WALL-E y Up no he empezado a valorar verdaderamente a Pixar, y han sido Monstruos S.A., Buscando a Nemo y Los Increíbles, que he visto a posteriori, las que me han acercado más a Pixar. No miento si digo que Toy Story 3, con sus numerosos homenajes a largometrajes clásicos y su inteligente uso de los iconos pop que son ya sus personajes, me ha gustado mucho más que sus predecesoras.

Al argumento, que sigue la línea de las anteriores entregas de la saga pero con una impresionante espectacularidad, se unen los personajes de siempre corregidos y aumentados más nuevos juguetes, cada uno de ellos con sus propias singularidades, aunque sin duda mis preferidos son, claro, Barbie y Ken, que no tienen desperdicio alguno. Con todos ellos, Pixar construye un enternecedor relato sobre la importancia de la la niñez y el proceso que conduce a la madurez, y las cosas que se pierden y ganan en el mismo. Pero además de todo ese mensaje, Toy Story 3 nos proporciona escenas memorables, diálogos descacharrantes, aventuras sin par y casi dos horas de diversión sin límites.

Puntuación: 10

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Revisión: Anastasia

Título: Anastasia
Director: Don Bluth, Gary Goldman
Intérpretes (voces): Meg Ryan, John Cusack, Kelsey Grammer, Christopher Lloyd
Año de estreno: 1997

Cada vez que veo esta película recuerdo por qué es una de mis cintas de animación predilectas. No deja de resultar irónico, ya que vi esta película con unos diez u once años y trata una época que actualmente me fascina, que es la Revolución Rusa. Anastasia se despoja de gran parte de la tragedia de la monarquía rusa (cuyo desenlace fue uno de los más brutales que ha visto una clase reinante, por no decir el que más) para tomar una famosísima leyenda urbana de principios del siglo XX y hacer de ella un cuento de hadas.

Corre el año 1917 cuando una maldición lanzada por el rencoroso Rasputín trae la desgracia sobre los Romanov, los zares de la Rusia imperial. Sólo la Emperatriz Viuda Marie logra escapar del país, dejando atrás, a su pesar, a su nieta preferida, la más pequeña: Anastasia. Diez años más tarde, una huérfana llamada Anya decide desafiar al futuro que la dueña del orfanato donde ha pasado su infancia ha fijado para ella y parte a San Petersburgo, desde donde planea viajar a París, la única pista de su pasado, que no recuerda. En la ciudad vive Dimitri, un joven caradura que busca una Anastasia, ya que la Emperatriz Viuda ha ofrecido una generosa recompensa de diez millones de rublos a quien encuentre a su nieta Anastasia. Cuando Dimitri conoce a Anya, la convence de que existe la posibilidad de que ella sea Anastasia, y junto a su colega Vladimir y el perro de Anya, Pooka, se encaminan hacia París. Lo que ninguno de ellos sabe es que Anya es la verdadera Anastasia, y el juramento de eliminar a todos los Romanov devuelve la vida a Rasputín, dispuesto una vez más a acabar con la legítima heredera al trono ruso.

De acuerdo: el argumento no es ninguna maravilla, se nota que está dirigido a un público infantil que no va a reparar demasiado en los detalles y está llena de errores históricos, pero Anastasia tiene unos personajes magníficamente construidos, escenas de gran tensión y fuerza y un buen puñado de frases memorables. Resulta inevitable pensar que la Disney habría hecho, con los mismos ingredientes, una película mucho más redonda, aunque es posible que le hubiesen quedado unos protagonistas algo más relamidos. De hecho, si algo sorprende de Anastasia como película infantil es que, aunque el villano Rasputín resulta un tanto risible, sus malvadas intenciones y sus medios para llevar a cabo sus fines destacan por su crueldad.

La animación de Anastasia llama la atención por el torpe intento de introducir objetos generados por ordenador, que en el año 1997, destacan de mala manera sobre la animación tradicional del resto de la cinta. Así, elementos como la caja de música, los vehículos o la estatua de pegaso no se integran del todo con el entorno en el que aparecen. Aún así, las partes de animación tradicional gozan de una calidad estupenda; no en vano Don Bluth Entertainment es la creadora de largometrajes tan inmortales como En busca del Valle Encantado (y sus ¡doce secuelas!), Todos los perros van al cielo, Pulgarcita, Titán A.E. y la trilogía de videojuegos Dragon's Lair, entre muchas otras producciones.

Otro de los puntos fuertes de Anastasia es, sin lugar a dudas, su banda sonora. Aunque lamentablemente no he podido escuchar las canciones en inglés, las versiones españolas son francamente geniales, en especial los temas interpretados por Anya: Viaje tiempo atrás y Una vez en diciembre. La dobladora española para las canciones, Virginia Martínez, realiza un trabajo excelente.

Puntuación: 9

La edad de la inocencia

Título: La edad de la inocencia
Autor: Edith Wharton
Año de publicación: 1920
Editorial: RBA Coleccionables

Hoy traigo una misma historia por partida doble. Como ya hice con Orgullo y prejuicio, cuya adaptación cinematográfica vi poco después de leer la novela original, también en esta ocasión he podido ver la versión en celuloide del último clásico que he leído, dirigida nada menos que por Martin Scorsese. Pero comencemos por el principio.

Newland Archer es un joven perteneciente a la clase alta neoyorquina de finales del siglo XIX que tiene todo aquello que podría desear: un trabajo estable que no requiere demasiados esfuerzos, una familia respetuosa, una prometida encantadora, May Welland, y una serie de mudas normas que atan todos y cada uno de los aspectos de sus vidas. No obstante, Newland se cuestiona constantemente la validez de esas reglas que forman el entramado de la sociedad en que vive. El precario equilibrio en el que su forma de vida se sostiene queda al descubierto a ojos del joven cuando aparece en su vida la condesa Ellen Olenska, prima de May, de la que Newland se enamora perdidamente.

El complejo triángulo amoroso entre los muy distintos Newland, Ellen y May se ve aderezado por la pormenorizada descripción de los ambientes y costumbres de la Nueva York de la década de 1870, descripción realizada con nostalgia y cinismo al mismo tiempo. Edith Wharton conoció la sociedad en que se desarrollan los hechos, conoció ese mundo hipócrita que imitaba a Europa tanto como la despreciaba, y supo retratar en las páginas de su novela los numerosos defectos de ese mundo al mismo tiempo que nos hace admirar su fascinante decandencia. Destaca el personaje de May Welland, que personifica a la perfección esa sociedad que rodea la vida de Newland, y que nos hace preguntarnos: ¿de verdad hay tanta inocencia?

Puntuación: 6

Título: La edad de la inocencia (The age of innocence)
Director: Martin Scorsese
Intérpretes: Daniel Day-Lewis, Michelle Pffeifer, Winona Ryder, Miriam Margolyes
Año de estreno: 1993

A la altura de cualquier superproducción, y con una impresionante puesta en escena, se halla esta versión cinematográfica de la famosa novela de Edith Wharton, no la primera pero sí la más reciente, y probablemente difícil de superar en cuanto a calidad interpretativa y visual.

Scorsese pone toda la carne en el asador recreando a la perfección el ambiente relatado por Wharton en su novela. La ambientación histórica es perfecta, llena de detalles que sitúan la acción en su tiempo, como la presencia de numerosas obras de arte muy reconocibles que no resulta extraño que perteneciesen a particulares en la época. Las interpretaciones tampoco se quedan atrás: aunque el doblaje español sea un verdadero crimen, el trío protagonista se desenvuelve con sobrada facilidad dando vida a los tres vértices del afamado trío protagonista. Aunque Pffeifer y Ryder no se ciñan físicamente al cien por cien a las descripciones que ofrece Edith Wharton de la condesa Olenska y de May Welland en su novela (en la obra, la primera es morena, mientras que la segunda es rubia), las dos actrices representan sus papeles de manera sobresaliente, especialmente Winona Ryder, que en mi opinión capta toda la esencia de la cándida May. Entre los secundarios llama la atención la presencia de Geraldine Chaplin como Mrs. Welland, aunque su presencia parece meramente nominal, ya que, a diferencia de su homónima en el libro, apenas abre la boca. En realidad, la que triunfa es la abuela Mingott, un personaje casi calcado de la novela de Wharton.

Aunque algunos pasajes de la obra original se ven comprimidos y ciertos personajes desaparecen sin dejar rastro, La edad de la inocencia es una adaptación más que correcta, con numerosos diálogos tomados textualmente de la novela y una ocasional voz en off que recita algunos pasajes correspondientes al narrador y que nos permiten captar diminutos detalles que sólo son verdaderamente visibles a través de las páginas de un libro.

Puntuación: 7