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Autor: Alfred Döblin
Editorial: Cátedra
Año de publicación: 1929
Hace tres años, como regalo de fin de carrera, viajé a Berlín por primera vez. La ciudad me fascinó tanto que decidí embarcarme en la loca aventura de aprender alemán, y en ello estoy desde hace dos años. Después de aquella primera visita, he vuelto a ir los dos últimos veranos durante unas semanas para hacer cursos, y aunque mi conocimiento de la ciudad es aún muy limitado, ya no me considero una simple turista cuando paseo por sus calles y contemplo a su gente. Siempre que me marcho, lo hago con pena, deseando volver. Y en ese estado de perenne nostalgia por una ciudad tan especial busqué Berlín Alexanderplatz, una compleja novela que se desarrolla en el corazón de la capital alemana.
El protagonista de Berlín Alexanderplatz es Franz Biberkopf, un hombre que sale de prisión tras cumplir una condena de cuatro años por haber matado a su novia. Tras una errática caminata por Berlín, Franz se hace una promesa: será un hombre honrado. Y lo intenta, lo intenta varias veces, pero su ingenuidad, su buena fe y su extraña habilidad para confiar en las peores personas le devuelven sus intentos como reveses. Tras perder un brazo en un robo en el que participa sin saber siquiera que iba a serlo, Franz renuncia a la honradez, y conoce a una encantadora prostituta a la que llama Mieze que le ayuda a mantener el contacto con la realidad.
Es difícil definir Berlín Alexanderplatz, como lo es definir a su autor, Alfred Döblin, actualmente considerado por ciertos críticos uno de los autores más representativos de la literatura de vanguardia alemana a principios del siglo XX. Berlín Alexanderplatz fue su obra más popular, hasta el punto de ser llevada al cine dos años después de su publicación, aunque es más conocida la adaptación televisiva de catorce capítulos realizada por Rainer Werner Fassbinder.
Aunque la imagen de Berlín que se ofrece en la novela puede llevar a confusión en un primer momento, Berlín Alexanderplatz es, por un lado, una epopeya en la que se nos cuenta la lucha de un hombre contra las fuerzas que tratan de arrastrarle por el camino, y su posterior rendición, como espejo de la inmortal lucha entre el bien y el mal. Despliega también una auténtica canción de amor hacia Berlín, ciudad en la que Döblin vivía y trabajaba, y particularmente hacia la zona centro, esa Alexanderplatz alrededor de la que giran gran parte de los acontecimientos. Formalmente, Berlín Alexanderplatz tiene un estilo único, dinámico a veces, soporífero otros, mezclando párrafos de literatura con partes meteorológicos, hojas de periódico y otros documentos reales que dan a las páginas de la novela una extraña apariencia de collage a la que el lector puede tardar en acostumbrarse.
Puntuación: 7