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Autor: Lesley Livingston
Año de publicación: 2011
Editorial: Viceversa
Tras haberme leído esta trilogía del tirón, puedo afirmar con orgullo que no me equivoqué con ella, que es probablemente uno de los mayores halagos que se le puede hacer a un libro (o libros) comprados en papel cuando ya se tienen muchos. A mí, por lo menos, me frustra muchísimo arriesgarme al comprar un libro y que después no me guste. Afortunadamente, La última función cumple con sus predecesoras, La novena noche y Los cuatro tronos, y cierra una trilogía casi desconocida que tiene un encanto muy particular.
Tras la destrucción del Gran Teatro Avalon, y debido a lo que Kelley ha descubierto acerca de Sonny, cree firmemente que sólo puede protegerle, tanto de los demás como de sí mismo, si le hace creer que ya no le ama. Claro que dicha resolución es muy dura para ambos: ella trata inútilmente de recuperar su vida como actriz ayudando en el montaje de La tempestad, con la que la compañía espera recaudar dinero suficiente para restaurar su teatro, mientras que Sonny desciende a los infiernos de Nueva York para toparse con un refugio de duendes perdidos que tratan de defenderse como pueden de la tiranía de los janos, innecesariamente crueles. Sonny no duda en alinearse con ellos, y al hacerlo, comienza a descubrir el secreto que se oculta tras su propia existencia.
El estilo de La última función recoge el testigo de Los cuatro tronos, estableciendo un idéntico equilibro entre descripción y acción, cosa que ayuda bastante a elevar el nivel general de la novela. La historia, por su parte, da alguna que otra sorpresa, si bien ciertos giros resultaban un tanto predecibles desde los últimos capítulos de la novela precedente. El romance entre Kelley y Sonny tiene la relevancia justa para no resultar empalagoso, aunque su escena juntos en el penúltimo capítulo no sea tan buena como esperaba. También la resolución del desenlace, como en Los cuatro tronos, es un tanto abrupta; da la sensación de que la misma escena se podría haber narrado más ampliamente en un par de capítulos más. No obstante, en general se trata de una novela bastante redonda.
Como sucedió con sus antecesoras, el título español de La novena noche es cortesía de los traductores, pues el original es Tempestuous. Incluso en Estados Unidos no se trata de una obra muy conocida, y es una lástima, ya que es una trilogía solvente y entretenida.
Puntuación: 8
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