domingo, 24 de febrero de 2013

A scanner darkly

Imagen de Wikipedia
Título: A scanner darkly: Una mirada en la oscuridad (A scanner darkly)
Director: Richard Linklater
Intérpretes: Keanu Reeves, Robert Downey Jr., Winona Ryder, Woody Harrelson
Año de estreno: 2006


Hace años que sabía que llegaría a ver esta película, pero el momento no ha llegado hasta hoy. Varias veces me interesé en ella debido a distintos factores, como la presencia en la misma de algunos actores que me gustan o la manera en que está animada, a partir de la actuación de intérpretes reales, empleando la técnica del rotoscopio interpolado, que le aporta una estética muy particular. No obstante, no llegaba nunca a verla, pues al estar basada en una novela de Philip K. Dick, me daba la impresión de que sería muy densa y extraña, y he comprobado que a medida que pasa el tiempo, más pereza me da pensar en ver esa clase de películas. No obstante, al final le he dado una oportunidad. Y la merecía.

La historia se desarrolla en Anaheim, California, en un futuro cercano. Una droga nueva y potente, llamada Sustancia D, es la más consumida y demandada, y el Gobierno ha puesto en marcha un programa para tratar de dar con los productores y distribuidores mientras que una organización llamada New Path se dedica a desintoxicar y rehabilitar a los adictos. Bob Arctor es un policía encubierto al que se le asigna una vivienda en un maltrecho suburbio, que comparte con dos drogadictos, Barris y Luckman; para convertirse en uno de ellos sin despertar sospechas, Bob comienza a consumir Sustancia D también. Bob se hace amigo también de una camello de cocaína llamada Donna, hacia la que comienza a albergar sentimientos, pero ella le rechaza. Sin embargo, la Sustancia D comienza a hacer estragos en el cerebro de Arctor, que comienza a confundir sus dos realidades, su verdadera identidad y su papel junto a sus amigos drogadictos, hasta perturbar su percepción de su entorno.

Por supuesto, mi resumen de la trama omite numerosos detalles que aportan a la película ese aire enrevesado y recargado propio de la narrativa de Philip K. Dick, si bien la novela en la que se basa la película recoge elementos procedentes de experiencias reales de la vida del autor, cuyo consumo de diversas drogas condicionó su ingente obra literaria. En ese sentido, A scanner darkly respeta ciertos márgenes de la narración de ciencia ficción aportando pequeños detalles de gran realismo, y en el desenlace se llega a atisbar la amargura con la que plasma Dick los efectos de las drogas, sobre las que no arroja ningún aspecto positivo, algo que aparece recogido en el propio título de la novela y la película, que procede de una cita de la I Carta San Pablo a los Corintios, o en el epílogo, reproducido textualmente en la película, en el que cita a numerosos amigos suyos, seguidos por los efectos del consumo de drogas en los mismos.

La ambientación de A scanner darkly en un futuro cercano aporta a la película un aspecto tan cotidiano que resulta demasiado cercano, perturbador incluso, sobre todo cuando se incluyen determinados elementos de ciencia ficción propiamente dicha; la animación posee una verosimilitud que logra dar a la película ese aspecto tan particular de que no se trata de imagen real ni de animación, sino de una fusión de ambas. Los actores realizan un trabajo encomiable, dotando a sus personajes de gestos reconocibles que nos permiten reconocer sin dificultades al carismático elenco, entre el que destaca un Robert Downey Jr. que insiste en sus gestos más característicos, dotándolos de un histrionismo fantástico para su personaje.

Puntuación: 8

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