martes, 30 de julio de 2013

¡Rompe Ralph!

Imagen de Wikipedia
Título: ¡Rompe Ralph! (Wreck-it Ralph)
Director: Rich Moore
Intérpretes (voces): John C. Reilly, Sarah Silverman, Jack McBrayer, Jane Lynch
Año de estreno: 2012

Las cosas que ahora son retro son, para la gente de mi edad, su infancia. Las recreativas y un buen número de juegos hoy tildados de clásicos fueron novedades candentes en un tiempo no muy lejano en que la llegada de las tres dimensiones y los personajes modelados a base de polígonos eran tecnología punta. ¡Rompe Ralph! parece creada para los de nuestra quinta, y aunque contiene un buen número de elementos fundamentales en toda película Disney, serán los espectadores de veintimuchos y treinta y pocos quienes realmente experimenten la magia basada en ese entretenimiento denostado no pocas veces: los videojuegos.

Rompe Ralph es el villano de un juego de plataformas protagonizado por Felix Arreglatodo Jr. La mecánica del juego es sencilla: Ralph destroza un edificio y Felix lo arregla esquivando los cascotes que lanza el primero. No obstante, el rol de malo no satisface a Ralph, que, harto de los desaires de los personajes del juego, decide convertirse en héroe por sí mismo, y para conseguirlo acude a Hero's Duty, un shooter en primera persona que desbarata en sus intentos por conseguir su preciada medalla de héroe. En su huida de los voraces alienígenas que pueblan el juego, Ralph llega a Sugar Rush, un juego de carreras en el que conoce a Vanellope, menospreciada por tratarse de un error de programación, que sueña con participar en una carrera. Cuando Ralph descubre que la única manera de recuperar su medalla es ayudarla a competir, pone toda la carne en el asador para convertirla en piloto.

Como otras películas recientes de la factoría Disney, ¡Rompe Ralph! recicla algunos elementos temas y aspectos que, además de cumplir con las expectativas del poco exigente público infantil al que, en principio, van dedicadas sus producciones, tienen un encanto muy especial para el público algo más mayor. ¡Rompe Ralph! juega con la nostalgia de las máquinas arcade y mima el original marco de la historia, plagado de referencias a videojuegos míticos, aunque su trasfondo y su mensaje se ciñan al Disney más clásico. Eso no impide que cuente con frases y escenas magníficas, un leve sarcasmo y, ante todo, un impresionante apartado visual que hace de Sugar Rush, el principal escenario de la película, un mundo plagado de detalles y matices.

Puntuación: 9

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