Director: Michael Goldbach
Intérpretes: Kat Dennings, Reece Thompson, Josh Lucas, Andie MacDowell
Año de estreno: 2010
Circulan por Tumblr numerosas referencias a ese síntoma del ser fan de cierto actor o actriz que implica ver sus películas anteriores (y/o posteriores) a aquella con la que le has descubierto. Creo que a estas alturas ya no es ningún secreto que padezco bastante ese síntoma, y por eso escribo hoy una reseña de otra película de Kat Dennings después de Defendor, Charlie Bartlett y Nick y Norah: una noche de música y amor. Garantizo que habrá más, pero de momento me quedo con la primera de todas las que he visto en que es protagonista absoluta.
Caroline Wexler es una chica de diecisiete años que se traslada con su padre a un pueblo industrial que no se parece en nada a la ciudad donde nació. La muerte de su madre ha abierto una profunda brecha entre la chica y su padre; desorientada, la cínica y sarcástica Caroline se busca a sí misma forjándose una fama de buscona en el instituto, aunque su única relación real la mantiene con su atormentado profesor de Literatura. Uno de sus compañeros de clase, Thurston, un chico enganchado a las drogas blandas y que busca, como ella, huir de sus demonios, se enamora perdidamente de Caroline, de manera que la adolescente se ve navegando entre dos relaciones muy distintas.
Ahora que esas películas con estética indie y banda sonora acorde (lo confieso: las critico, pero me están descubriendo cantidad de grupos nuevos) están en boga, son casi el reverso nada tenebroso a las producciones hollywoodienses: se estrenan en los Festivales de Sundance y Toronto y reciben el beneplácito de crítica y público. Daydream Nation pasó un poco más desapercibida, y de hecho no llegó a estrenarse en España, aunque sin duda hay un grupo de público que disfrutará mucho con ella. Cuenta con todos los recursos visuales vistos en películas de este pelaje, y algunos narrativos que me recordaron en cierta manera a Amélie, si bien en esta película quedaban un poco fuera de lugar porque a diferencia de la cinta francesa, agridulce y optimista, Daydream Nation tiene una buena carga de drama consigo.
Los actores cumplen con sus papeles, y me gustaría decir que Kat Dennings la primera, pero es difícil decirlo cuando todos sus papeles son tan parecidos entre sí: la adolescente/joven ligeramente (o muy) sarcástica. Caroline Wexler sigue en esa línea, aunque añade una explosiva sexualidad que incomoda profundamente a muchos secundarios. Se contrapone a la perfección con sus desubicadas contrapartidas masculinas, el profesor patético y el adolescente herido, ambos personajes similares y al mismo tiempo a años luz el uno del otro. Completan el reparto una serie de personajes de mucho menor calado, aunque destaca Andie MacDowell, que parece que no ha quedado relegada a anunciar cremas antiarrugas después de todo, como la comprensiva y amable madre de Thurston, un papel sorprendente porque, cuando la conocemos, nos damos cuenta de que lo que deberíamos esperar de ella es un personaje de lo más amargado, y a la hora de la verdad es el personaje más luminoso de todo el filme.
Puntuación: 7
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