martes, 4 de febrero de 2014

American Horror Story: Coven

Título: American Horror Story: Coven
Intérpretes: Jessica Lange, Sarah Paulson, Taissa Farmiga, Emma Roberts, Kathy Bates, Angela Bassett, Frances Conroy, Evan Peters
Emisión: 2013-2014 (una temporada, emitida en España en Fox)


No llevo bien que algunas series se pongan de moda. Cuando todo el mundo se pone a hablar de una serie, por lo general me da pereza ponerme a verla... o no me atrae desde el principio, cosa que muchas veces todos esos fans acérrimos eligen ignorar por mucho que se lo recuerdes cuando insisten en recomendarte esa serie que les encanta. Hace dos años una serie verdaderamente rompedora llegó a las pantallas estadounidenses, e Internet se llenó de alabanzas a la primera temporada de American Horror Story. Aunque me aseguraron que no era de miedo a pesar de la palabra Horror en el título, la evité deliberadamente, pues es el único género que no me gusta. Las buenas críticas se multiplicaron con Asylum, su segunda temporada, que empezó a llamarme un poquito más. No obstante, no fue hasta que comenzaron las promos de la tercera, Coven, cuando decidí que, sin duda, tenía que ver esta temporada.

American Horror Story: Coven se desarrolla en Nueva Orléans, donde llega Zoe Benson tras la misteriosa muerte de su novio mientras practicaban sexo. En la ciudad se encuentra la Academia Robichaux para Jóvenes Extraordinarias, un solitario colegio cuya directora, Cordelia Foxx, le explica que su poder como viuda negra se debe al hecho de que es una bruja, una de las pocas descendientes de las víctimas de Salem. Cordelia se dispone a proteger y educar a las cuatro únicas pupilas de la Academia, es decir: la propia Zoe, la actriz Madison Montgomery, que tiene el poder de la telequinesis; Nan, una telépata, y Queenie, que tiene el curioso poder de muñeca vudú humana. Las chicas no tardan en verse inmersas en la guerra entre brujas vudú y brujas de Salem, una contienda reavivada por su propia líder, la Suprema Fiona Goode, madre de Cordelia y bruja más poderosa de su generación.

Desde el primer capítulo de Coven (que trato como serie independiente a pesar de tratarse, técnicamente, de la tercera temporada de American Horror Story, por tener un argumento completamente distinto a los de las dos primeras temporadas) queda más que claro que se trata de una serie sobre mujeres y puede que incluso para mujeres, en la que el elemento masculino queda reducido al mínimo y sirve de poco más que de decorado para el despliegue de malas pécoras en situaciones tremebundas, cuando no locas, plagadas de toques kitsch y con la estelar aparición de elementos históricos y mitológicos de Nueva Orléans.

American Horror Story no me ha decepcionado: es tan excesiva e histriónica como prometen sus fans más devotos, tiene un argumento que mezcla sin rubor alguno toda clase de elementos y visualmente parece un videoclip sin música, pero sin duda alguna, merece la pena.

Puntuación: 9

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