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Autor: Charles Dickens
Año de publicación: 1854
Editorial: Alianza
Ya que llevo mucho tiempo sin hincarle el diente a un clásico, hace un par de meses decidí a probar con un autor querido de manera casi universal: Charles Dickens, del que hace dos años se celebró el segundo centenario de su nacimiento. Algunas de sus obras se cuentan entre las más celebradas de la Historia de la Literatura, pero en vez de decantarme por Grandes esperanzas o Historia de dos ciudades, por citar dos de las más conocidas (Canción de Navidad es más bien un relato corto, por lo que no la cuento), cayó en mis manos Tiempos difíciles, así que a ello me lancé.
La historia se desarrolla en una pequeña ciudad industrial llamada Coketown en la que dos hombres rigen con mano de hierro a sus habitantes. Uno es Thomas Gradgrind es el fundador de la escuela y el sistema educativo en que crecen los niños de Coketown, empezando por sus propios hijos, Louisa y Tom, y se caracteriza por ser un hombre extremadamente funcional, que desprecia, por inútiles, la imaginación y los sueños. El segundo es Josiah Bounderby, empresario hecho a sí mismo y con un ego capaz de cubrir toda la ciudad. En el ambiente desesperanzador de Coketown se desarrollan dos tragedias simultáneas: la de Stephen Blackpool, trabajador de la fábrica de Bounderby y la de Louisa Gradgrind, hija de Thomas Gradgrind.
Los escritores del XIX descubrieron, en sucesivas corrientes literarias, lo cundiente que resultaba enfrentar a los personajes en toda clase de desgracias, y no es ningún secreto que Dickens llegó a ser todo un maestro en este tipo de literatura. Tiempos difíciles presenta una dura crítica a esa revolución industrial que cambió para siempre Europa y que pareció, para muchos, el principio del fin del mundo. Así, la novela utiliza las figuras de los dos protagonistas/víctimas para mostrar, a distintos niveles, las repercusiones de ese nuevo modo de vivir que trastocó todo lo conocido.
Puntuación: 6
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