jueves, 28 de julio de 2011

Mordiscos peligrosos

Imagen de Wikipedia
Título: Mordiscos peligrosos (Once bitten)
Director: Howard Storm
Intérpretes: Jim Carrey, Lauren Hutton, Karen Kopins, Cleavon Little
Año de estreno: 1985

Ya que soy una fan acérrima de Jim Carrey, no me viene mal ponerme al día con su filmografía. Y aprovechando que, así a lo tonto, se han puesto tan de moda los vampiros, ¿qué mejor película temprana de mi cómico predilecto que esta "ochentada" (no sé si existe tal palabra o me la acabo de inventar)? Mordiscos peligrosos fue el primer papel protagonista de Carrey y, aunque no llega al nivel de carcajadas de sus películas de los 90, este filme plagado de tópicos de la década que me vio nacer carece de desperdicio, sobre todo si se es fan de Jim Carrey.

Mark Kendall es el típico chaval de instituto que tiene un trabajillo para sacarse un dinero extra, que no es otro que vender helados. Con su furgoneta del trabajo se marcha a Hollywood con sus dos mejores amigos tras la negativa de su novia, Robin, a mantener relaciones sexuales por primera vez. En Hollywood, Mark conoce a una misteriosa mujer mayor que él con la que pasa la noche... Y el desliz llega a oídos de Robin, que comienza a preocuparse al comprobar que cambios extraños se están operando en Mark. Y es que la mujer misteriosa es la Condesa, una vampira que debe consumir sangre de un muchacho virgen tres veces al año antes de Halloween para mantenerse joven. Tras ser mordido dos veces, Mark y Robin junto a los amigos de él se embarcan en una alocada persecución para evitar que la Condesa muerda al chico por tercera vez, convirtiéndole definitivamente en vampiro.

Vale, de acuerdo, no puede decirse de Mordiscos peligrosos que sea una joya por sí sola, pero en su desarrollo se intuye al cómico que es Jim Carrey actualmente, y tiene momentos muy interesantes. Destaca además la vis comica de la mítica modelo Lauren Hutton como la Condesa, que sin dejar de demostrar que se lo está pasando como los indios aporta cierta credibilidad al personaje (sin olvidar nunca que es una parodia). También tiene sus momentos Sebastian, el mayordomo de la Condesa, que personalmente me recordó en ocasiones a Geoffrey, el icónico mayordomo de los Banks en El príncipe de Bel-Air.

Puntuación: 7

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