martes, 16 de agosto de 2011

Hush, hush

Imagen de Wikipedia
Título: Hush, hush
Autor: Becca Fitzpatrick
Año de publicación: 2009
Editorial: Ediciones B

Tras el boom de los vampiros en la narrativa juvenil, empieza a ser hora de que se renueven las especies sobrenaturales que protagonizan sus historias junto a la adolescente humana de turno. De momento hemos visto licántropos, ángeles, hadas y nefilims, pero es esta saga de dos volúmenes (por el momento) la que introduce a una nueva criatura, aunque su identidad no se averigüe hasta bien avanzada la novela.

Hush, hush tiene por protagonista a Nora Grey, una chica delgada y desgarbada que está sometida a terapia psicológica tras el asesinato de su padre un año atrás. Nora es reservada y algo tímida, algo que contrasta vivamente con el carácter de su mejor amiga, Vee, que intenta por todos los medios que Nora se eche novio. Ella se niega en redondo hasta que entra en su vida un misterioso estudiante nuevo llamado Patch Cipriano con especial predilección por sacarla de sus casillas… algo que se torna perturbador cuando empiezan a pasar cosas muy raras en torno a ella.

La verdad es que, a pesar de incluirse dentro del grupo de la narrativa juvenil tapa con tapa con novelas tipo Crepúsculo o Crónicas vampíricas, Hush, hush no contiene la carga romántica de éstas. De hecho, la autora carga las tintas durante la mayor parte de la novela en el suspense en que se ve sumergida Nora cuando le suceden los extraños e inexplicables sucesos que alteran su vida, a lo que se suma el completo desconocimiento de la persona que se encuentra tras ellos (nos da alguna sorpresa al final) o la verdadera naturaleza de Patch, que no desvelaré para no destripar el que se supone que es uno de los grandes misterios del libro.

En mi opinión el punto fuerte de Hush, hush es precisamente su protagonista, que se aleja de las chicas frágiles y/o perfectas de esta clase de novelas para presentarse como un personaje atormentado y creíble: no es débil para que el chico venga y la proteja, sino que ha pasado por una serie de experiencias de las que dejan secuelas. En cambio, Patch, aunque tiene sus momentos, revela en algunos fragmentos el esfuerzo de la autora por crearle un magnetismo a la altura de otros héroes de novelas similares (véanse las ya mencionadas), pero tanto misterio acaba haciéndole un tanto insulso y a ratos pesado. En cuanto al desarrollo de la historia, tiene un punto para enganchar gracias a la narración subjetiva, que hace que nos metamos en la piel de Nora, y aunque el desenlace tiene ciertos fallos que le restan espectacularidad, reserva alguna que otra sorpresa.

Puntuación: 6

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