domingo, 3 de marzo de 2013

Mañana, cuando la guerra empiece

Imagen de Wikipedia
Título: Mañana, cuando la guerra empiece (Tomorrow, when the war began)
Director: Stuart Beattie
Intérpretes: Caitlin Stasey, Rachel Hurd-Wood, Deniz Akdeniz, Phoebe Tonkin
Año de estreno: 2010

Debo reconocer que me ha costado mucho aguantarme las ganas de empezar a leer En tierra de tinieblas con lo que me gustó Mañana, cuando la guerra empiece, pero antes de hacerlo quería ver la adaptación cinematográfica de la primera entrega. Maniática que es una. Sin embargo, tengo mucho menos tiempo para ver películas que para leer, porque en mi casa sólo tenemos una televisión y no es ésta una película que pueda ver con compañía. Sé que suena mal, pero cada película tiene su público, y definitivamente, mi familia no se encuentra en el de películas como Mañana, cuando la guerra empiece.

El argumento gira en torno a un grupo de amigos que organiza una acampada  de un fin de semana en una zona agreste de difícil acceso conocida como el Infierno. Al regresar, se encuentran con que las granjas de sus familias parecen haber sido desalojadas a toda prisa, no hay electricidad, teléfono ni acceso a Internet. Una breve visita al pueblo, Wirrawee, les confirma que Australia ha sido invadida por una nación extranjera que exige que el país comparta sus enormes recursos naturales. El grupo, encabezado por la protagonista, Ellie, y el macarra devenido en líder Homer, combinan su pugna por hallar respuestas con la necesidad de mantenerse unidos y a salvo.

Aunque el argumento de Mañana, cuando la guerra empiece es más que apropiado para la realización de una película más que decente, cosa que es, se nota la ausencia de la marca Hollywood en esta producción australiana, que no contó, desde mi punto de vista, con la promoción adecuada, y al menos en España pasó muy desapercibida. Su estreno ahora tendría mucho más bombo, probablemente, gracias al boom de Los Juegos del Hambre, aunque Mañana, cuando la guerra empiece tiene elementos de sobra para constituir su propio éxito.

La adaptación de la novela de John Marsden puede presumir de ser meticulosamente fiel a la fuente original; de hecho, salvo una subtrama que en la propia novela no venía demasiado a cuento, y una escena que personalmente eché en falta porque añadía tensión a un momento muy concreto, el resto sigue a la novela escrupulosamente. El hecho de que sea una producción australiana hace que la ambientación resulte mucho más auténtica, y aporta a la historia una gran verosimilitud. Las escenas de acción están muy, muy bien llevadas, con las dosis justas de tensión y espectacularidad, y las explosiones (que las hay) están cuidadas al extremo para resultar creíbles. Los actores se adaptan de maravilla a sus personajes, y entre ellos destaco a Deniz Akdeniz, que no sólo es idéntico a como se describe a Homer, el personaje que interpreta, en el libro, sino que además se mete en el papel de lleno. También me gusta especialmente Ashleigh Cummings como Robyn, que tiene un matiz aún más religioso que en la novela, pero se le saca mucho partido, dándole al personaje un cariz de lo más interesante.

Actualmente se encuentra en pre-producción la adaptación de la segunda novela de la saga, En tierra de tinieblas, y debo reconocer que me alegro. Creo que es el momento idóneo, y espero francamente que la saga goce por fin del reconocimiento que merece.

Puntuación: 9

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