Director: Alan Taylor
Intérpretes: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Tom Hiddleston, Christopher Eccleston
Año de estreno: 2013
Tras el inmenso éxito que supuso Los Vengadores hace más de un año, Marvel no se ha dormido en los laureles y se ha dedicado a vivir de las rentas. Ha rentabilizado el producto, sí, pero no se puede decir que las películas que han visto la luz en la llamada Fase 2 del Marvel Cinematic Universe sean, ni por asomo, peores que las previas. Los Vengadores dejó el listón muy alto y, de momento, Marvel está cumpliendo con sus fans. Primero fue Iron Man 3, divertida y gamberra, y ahora, con Thor: El mundo oscuro, siguen con esa dinámica.
Como Iron Man 3, en Thor: El mundo oscuro tienen un gran peso los acontecimientos de Los Vengadores. Loki ha sido encarcelado como consecuencia de sus acciones y Thor se dedica a pacificar los Nueve Reinos. No ha tenido oportunidad de regresar a la Tierra, donde Jane trata de rehacer su vida tras el ciclón que supuso conocer al dios del trueno en Nuevo México. Ya ha perdido la esperanza de volver a verle, pero cuando su becaria Darcy le comunica la aparición de una extraña anomalía en un almacén de Londres, Jane entra en contacto con la destructora fuerza del Éter, empleada por los elfos oscuros en su propósito de sumir el Universo en tinieblas. Con la ayuda de inesperados aliados, Thor se embarca en una misión contrarreloj para salvar la vida de Jane y la estabilidad de los Nueve Reinos.
Aunque en su momento Thor me gustó bastante, los revisionados posteriores me han demostrado que quizá sea, de las películas que integran la Fase 1 del Marvel Cinematic Universe, la más floja, en la que resulta más evidente que su principal propósito no es otro que presentar a Thor, a Loki y su rivalidad. No hay más que comprobar cómo Thor se enamora perdidamente de Jane y cambia por completo su manera de ser y ver el mundo en menos de veinticuatro horas. La trama romántica y la evolución de los personajes están mucho más integrados en la historia, que cuenta con la ventaja de no tener que presentarnos más personajes que los villanos, Malekith y Kurse. Ninguno de ellos tiene, ni por asomo, el carisma de Loki, pero cuentan con una estética de lo más interesante. De hecho, es el aspecto visual de la cinta donde mejora bastante la cosa respecto a su predecesora: gran parte de la película se desarrolla en Asgard, que logramos conocer en más profundidad, y cuando la acción se traslada a la Tierra es Londres la ciudad elegida para mostrarnos las aventuras del dios del trueno.
Todos los actores de la primera película repiten, salvo Josh Dallas, sustituido por Zachary Levy como Fandral. Algunos personajes ven ampliada notablemente su aparición en pantalla, como una fantástica Frigga o Darcy Lewis, uno de los personajes creados específicamente para las películas y que a mí me encanta pero que puede resultar cargante fácilmente. Drama y comedia se alternan con un ritmo fluido, y se nota que las frases cómicas de Los Vengadores calaron hondo a la vista de la inclusión de muchos más gags en el desarrollo de la película.
Puntuación: 9
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