jueves, 4 de febrero de 2010

Blood+


Título: Blood+
Estudio de animación: Production I. G, Aniplex
Número de episodios: 50
Distribuidora en España: Selecta Visión
Emisión original: 2005-2006

Resulta imposible llegar a comprender el concepto de Blood+ en su totalidad, que a primera vista puede parecer una serie sobre vampiros como cualquier otra, sin conocer Blood: The last vampire, un largometraje animado de 2000 cuyo enorme éxito dio lugar a una continuación en manga y una serie de novelas. La sombra de la película es alargada, y el año pasado vio la luz una nueva versión de la misma en imagen real. No obstante, Blood+ es muy distinta a la obra original: su concepto es el mismo, pero se desarrolla en un ambiente muy distinto.

La protagonista es una adolescente muy alegre y glotona llamada Saya Otonashi, que vive junto a su padre adoptivo y sus hermanos, Kai y Riku, en Okinawa. Nada le hace sospechar que su pacífica vida dará un brusco vuelco el día que es atacada por un misterioso monstruo y salvada in extremis por un misterioso desconocido que dice ser su sirviente. Dicho encuentro le revela que su misión es exterminar a los monstruos conocidos como chiropterans, pues sólo su sangre puede acabar con ellos. A partir de ese momento, la vida de Saya se verá irreversiblemente mezclada con Red Shield, una organización que pretende eliminar la amenaza de estas bestias, y con Diva, su hermana perdida.

Tal vez para los profanos en la materia cincuenta episodios no sean demasiados, pero para quienes tenemos algo de experiencia en el mundillo del anime, sabemos que salvo honrosas excepciones que superan el centenar de episodios, una serie de cincuenta capítulos es una serie muy larga. Durante dicho lapso pasa más de un año en la ficción y, como todas las series, tiene altibajos argumentales en los que despierta más o menos interés. En mi opinión, la segunda mitad de la serie es mediocre, si bien cuenta con algunos golpes de efecto que invitan al espectador a continuar. Los personajes carecen de personalidades fascinantes, aunque hay algunos a los que se les llega a coger cariño, de manera que ciertos giros dramáticos pueden llegar a impresionar.

En el apartado técnico, a Blood+ le pasa lo que a muchos animes: el estudio hace un primer episodio de animación impecable que tiene como objetivo enganchar al espectador y los siguientes son de menor calidad. Tratándose de una serie tan larga, tampoco es que sea sorprendente: bastante dinero debió conllevar ya la realización de los cincuenta episodios. La música cuenta, en su apartado instrumental, con la aportación de Hans Zimmer y Mark Mancina, compositores habituales en Hollywood. Además, la serie consta de cuatro openings y cuatro endings. Mis preferidos son el cuarto opening, Raion, de Jinn, y el primer ending, Kataritsugu Koto, de Chitose Hajime.

Para terminar, añadiré que, como muchos otros animes, Blood+ ha conocido adaptaciones al manga, en este caso, tres: Blood+, de Asuka Katsura, narra en cinco volúmenes los mismos acontecimientos que la serie; Blood+: Adagio, de Kumiko Suekane, centra sus dos volúmenes en las aventuras de Saya y Haji durante la Revolución Rusa (época a la que remite un flashback en uno de los episodios del anime); por último, Blood+: Kowloon Nights, de Hirotaka Kisaragi, cuenta en un único volumen los avatares por los que pasa Haji mientras busca a Saya. No he leído ninguno de ellos.

En resumen diré que esperaba otra cosa de Blood+, tal vez porque vi Blood: The last vampire hace tiempo y la recuerdo como una película brutal y fantástica, sin los sentimentalismos a los que tiende la serie. Aunque posee momentos que me han impresionado (sobre todo al final), en general no puedo decir que me haya apasionado.

Puntuación: 5

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