Título: Laila Winter y los Señores de los Vientos
Autor: Bárbara G. Rivero
Año de publicación: 2009
Editorial: Toromítico
Supongo que queda un poco raro escribir una entrada referida a la segunda entrega de una saga, pero es que la primera, Laila Winter y las Arenas de Solarïe, me la leí antes de crear este blog, y no lo tengo lo bastante fresco como para iniciar una entrada de saga como he hecho otras veces. Sólo adelantaré una cosa, bueno, dos: nuevamente es literatura fantástica juvenil y, esta vez, las protagonistas son verdaderas hadas.
Comenzaré introduciendo a mis lectores en el mundo de los personajes, lo que me lleva a realizar un resumen muy express de la primera entrega: Laila Winter es una muchacha inglesa que tiene el pelo verde, razón por la que sus compañeras del colegio la tienen frita a burlas. Su vida cambia por completo cuando recibe en su cumpleaños un misterioso libro adornado con cinco gemas que abre la puerta al mundo de las hadas, Ïalathilïan, constituido por varios países. Aún no ha acabado de asimilarlo cuando conoce a tres hadas muy peculiares: Cyinder, princesa de Solarïe; Aurige, princesa de Lunarïe y Nimphia, princesa de Airïe.
Como os podéis imaginar, juntas viven un montón de aventuras y descubren ciertos secretos que no dejan de abrir nuevos interrogantes. La continuación de la historia, Laila Winter y los Señores de los Vientos, retoma las aventuras de las cuatro amigas convirtiéndolas en fugitivas de la Reina Mab, que rige sobre todos los reinos desde el Reino Blanco, de manera que acaban en las garras de los Señores de los Vientos, es decir, piratas aéreos, que se convierten en compañeros ante la búsqueda de un fin común: el secreto tras las pesadillas de Laila.
Aunque la segunda entrega gana por goleada a su predecesora en complejidad, no me ha resultado tan absorbente como Laila Winter y las Arenas de Solarïe, no sé por qué. Por alguna razón, su ritmo no es tan frenético. Lo cual no quiere decir, claro, que no vaya a ser la primera en comprarme la tercera entrega cuando vea la luz a lo largo de este 2010. Los últimos capítulos son los más interesantes y puedo asegurar que la última página del epílogo me ha dejado sin aliento. Incumple varios tópicos de las novelas del género; desconcierta pero resulta, como mínimo, curioso. Y la mitología creada a lo largo y ancho de Faerïe merece más de un vistazo interesado, algo que ya me atrajo en la primera entrega.
Puntuación: 5
Supongo que queda un poco raro escribir una entrada referida a la segunda entrega de una saga, pero es que la primera, Laila Winter y las Arenas de Solarïe, me la leí antes de crear este blog, y no lo tengo lo bastante fresco como para iniciar una entrada de saga como he hecho otras veces. Sólo adelantaré una cosa, bueno, dos: nuevamente es literatura fantástica juvenil y, esta vez, las protagonistas son verdaderas hadas.
Comenzaré introduciendo a mis lectores en el mundo de los personajes, lo que me lleva a realizar un resumen muy express de la primera entrega: Laila Winter es una muchacha inglesa que tiene el pelo verde, razón por la que sus compañeras del colegio la tienen frita a burlas. Su vida cambia por completo cuando recibe en su cumpleaños un misterioso libro adornado con cinco gemas que abre la puerta al mundo de las hadas, Ïalathilïan, constituido por varios países. Aún no ha acabado de asimilarlo cuando conoce a tres hadas muy peculiares: Cyinder, princesa de Solarïe; Aurige, princesa de Lunarïe y Nimphia, princesa de Airïe.
Como os podéis imaginar, juntas viven un montón de aventuras y descubren ciertos secretos que no dejan de abrir nuevos interrogantes. La continuación de la historia, Laila Winter y los Señores de los Vientos, retoma las aventuras de las cuatro amigas convirtiéndolas en fugitivas de la Reina Mab, que rige sobre todos los reinos desde el Reino Blanco, de manera que acaban en las garras de los Señores de los Vientos, es decir, piratas aéreos, que se convierten en compañeros ante la búsqueda de un fin común: el secreto tras las pesadillas de Laila.
Aunque la segunda entrega gana por goleada a su predecesora en complejidad, no me ha resultado tan absorbente como Laila Winter y las Arenas de Solarïe, no sé por qué. Por alguna razón, su ritmo no es tan frenético. Lo cual no quiere decir, claro, que no vaya a ser la primera en comprarme la tercera entrega cuando vea la luz a lo largo de este 2010. Los últimos capítulos son los más interesantes y puedo asegurar que la última página del epílogo me ha dejado sin aliento. Incumple varios tópicos de las novelas del género; desconcierta pero resulta, como mínimo, curioso. Y la mitología creada a lo largo y ancho de Faerïe merece más de un vistazo interesado, algo que ya me atrajo en la primera entrega.
Puntuación: 5
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