Título: The Queen
Director: Stephen Frears
Intérpretes: Helen Mirren, Michael Sheen, Alex Jennings, James Cromwell
Año de estreno: 2006
Debo reconocer que cuando se estrenó esta película, no me atrajo lo más mínimo. Si bien hacía casi diez años de la comentada muerte de Diana de Gales, lo cierto es que la información acerca de ella en toda clase de medios bastaba para provocar sobredosis. Al fallecer joven, se convirtió en lo mismo que los cantantes y actores: una mártir. La gente la adoraba, e inevitablemente su fallecimiento puso en jaque a la monarquía británica, y ése es precisamente el tema central de este largometraje.
1997. Tony Blair se convierte en el Primer Ministro británico, el primero perteneciente al Partido Laborista en dieciocho años que gana las elecciones generales. Poco después, un accidente de coche siega la vida de Diana Spencer, ex-mujer del heredero al trono, y de su novio Dodi Al Fayed. Al día siguente, las puertas del Palacio de Buckingham aparecen cuajadas de ramos de flores depositados en memoria de la fallecida. Como reacción a la respuesta que el acontecimiento está generando y con el deseo de proteger a los hijos de Carlos y Diana de la prensa, la reina Isabel II toma la decisión de trasladarse con toda la familia a su residencia de Balmoral, en Escocia, hasta que haya pasado el revuelo inicial. No obstante, su decisión no gusta nada al pueblo británico.
Aunque se trata de un acontecimiento histórico, se trata de uno tan reciente que sin duda su tratamiento no fue nada fácil. No fueron pocas las voces que se alzaron en su momento acusando a la familia real de complicidad con un posible asesinato, algo bastante extremo y folletinesco si bien es cierto que los Windsor tenían sobradas razones para no apreciar demasiado a Diana, que por el contrario gozaba de una amplia popularidad. Dos gustos de lo más extendidos chocan frontalmente en su caso: el gusto por la monarquía (no a nivel patriótico sino más bien romántico, por todo lo que las palabras "príncipe" y "princesa" implican en los cuentos de hadas) y el gusto por las personas que se rebelan ante lo establecido. Nos gusta tener una Familia Real pero nos gusta que Diana no sea tan rígida como ellos, aunque ese carácter firme sea sello de identidad del pueblo británico. Esto no viene a demostrar sino lo caprichosos y volubles que somos los seres humanos.
El punto fuerte de The Queen son, cómo no, las premiadas interpretaciones. Destaca por supuesto Helen Mirren como Isabel II, pero también está muy acertado Alex Jennings como el príncipe Carlos, que pese a no parecerse tanto al personaje real, capta de manera muy viva sus gestos más habituales. También resulta magnífica Sylvia Syms como la sarcástica Reina Madre. Si a las interpretaciones sumamos la conseguidísima caracterización, el resultado es impecable.
Otro detalle que me encanta de la película se centra en el apartado del montaje. Los fragmentos de vídeos de archivo intercalados en el metraje de la película acercan mucho la acción al espectador, recordándonos que todo lo que sucedió fue, además de real, muy cercano. Está especialmente conseguido el fragmento que reproduce los instantes previos a la muerte de Diana y Dodi, mezclados con varios trocitos de vídeos que nos recuerdan quién fue ella y qué significó.
Puntuación: 9
Director: Stephen Frears
Intérpretes: Helen Mirren, Michael Sheen, Alex Jennings, James Cromwell
Año de estreno: 2006
Debo reconocer que cuando se estrenó esta película, no me atrajo lo más mínimo. Si bien hacía casi diez años de la comentada muerte de Diana de Gales, lo cierto es que la información acerca de ella en toda clase de medios bastaba para provocar sobredosis. Al fallecer joven, se convirtió en lo mismo que los cantantes y actores: una mártir. La gente la adoraba, e inevitablemente su fallecimiento puso en jaque a la monarquía británica, y ése es precisamente el tema central de este largometraje.
1997. Tony Blair se convierte en el Primer Ministro británico, el primero perteneciente al Partido Laborista en dieciocho años que gana las elecciones generales. Poco después, un accidente de coche siega la vida de Diana Spencer, ex-mujer del heredero al trono, y de su novio Dodi Al Fayed. Al día siguente, las puertas del Palacio de Buckingham aparecen cuajadas de ramos de flores depositados en memoria de la fallecida. Como reacción a la respuesta que el acontecimiento está generando y con el deseo de proteger a los hijos de Carlos y Diana de la prensa, la reina Isabel II toma la decisión de trasladarse con toda la familia a su residencia de Balmoral, en Escocia, hasta que haya pasado el revuelo inicial. No obstante, su decisión no gusta nada al pueblo británico.
Aunque se trata de un acontecimiento histórico, se trata de uno tan reciente que sin duda su tratamiento no fue nada fácil. No fueron pocas las voces que se alzaron en su momento acusando a la familia real de complicidad con un posible asesinato, algo bastante extremo y folletinesco si bien es cierto que los Windsor tenían sobradas razones para no apreciar demasiado a Diana, que por el contrario gozaba de una amplia popularidad. Dos gustos de lo más extendidos chocan frontalmente en su caso: el gusto por la monarquía (no a nivel patriótico sino más bien romántico, por todo lo que las palabras "príncipe" y "princesa" implican en los cuentos de hadas) y el gusto por las personas que se rebelan ante lo establecido. Nos gusta tener una Familia Real pero nos gusta que Diana no sea tan rígida como ellos, aunque ese carácter firme sea sello de identidad del pueblo británico. Esto no viene a demostrar sino lo caprichosos y volubles que somos los seres humanos.
El punto fuerte de The Queen son, cómo no, las premiadas interpretaciones. Destaca por supuesto Helen Mirren como Isabel II, pero también está muy acertado Alex Jennings como el príncipe Carlos, que pese a no parecerse tanto al personaje real, capta de manera muy viva sus gestos más habituales. También resulta magnífica Sylvia Syms como la sarcástica Reina Madre. Si a las interpretaciones sumamos la conseguidísima caracterización, el resultado es impecable.
Otro detalle que me encanta de la película se centra en el apartado del montaje. Los fragmentos de vídeos de archivo intercalados en el metraje de la película acercan mucho la acción al espectador, recordándonos que todo lo que sucedió fue, además de real, muy cercano. Está especialmente conseguido el fragmento que reproduce los instantes previos a la muerte de Diana y Dodi, mezclados con varios trocitos de vídeos que nos recuerdan quién fue ella y qué significó.
Puntuación: 9
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