Título: Halo
Autor: Alexandra Adornetto
Año de publicación: 2010
Editorial: Roca Editorial
Como hacía mucho que no le hincaba el diente a ninguna novela juvenil, he decidido hacer lo propio con una de las novedades de este otoño: Halo. ¿Y por qué me decidí por esta novela con título de canción de Beyoncé? Bueno, aparte de una portada preciosa para mi gusto (sí, a veces me da la vena cursi), la protagonista es un ángel, y francamente, las obras de ficción en las que aparecen ángeles y demonios me encantan. Además, en esta época en que el auge de los antihéroes convierte en protagonistas a los demonios y en enemigos a los ángeles, me hace hasta ilusión que la heroína sea de naturaleza celestial.
Gabriel, Ivy y Bethany son tres ángeles enviados a un pequeño e idílico pueblo llamado Venus Cove con la misión de integrarse en la comunidad y ganar terreno en la pugna por la Tierra que mantienen el Cielo y el Infierno desde tiempos inmemoriales. Así, los tres ángeles se dedican a extender buenos sentimientos de formas diversas. Bethany, las más joven e inexperta, acude bajo la apariencia de una adolescente cualquiera al instituto del pueblo, llamado Bryce Hamilton. Allí, además de familiarizarse con las costumbres de los jóvenes de su edad, conoce a un atractivo chico llamado Xavier, del que se enamora perdidamente, rompiendo una de las normas de los ángeles: sustituir el amor a la Humanidad por un amor individual hacia una sola persona.
La premisa es bastante convencional, pero como siempre, intento que esos detalles no me arruinen la perspectiva de un buen libro: a veces da mejor resultado un argumento típico pero bien llevado que una trama rompedora que el autor no sabe resolver debidamente. Por esa razón comencé a leer Halo. Lo primero que me dio mala espina al abrirlo fue la información de la autora, Alexandra Adornetto, una australiana de dieciocho primaveras. Halo no es su primera novela, pero sí la primera que escribe de temática juvenil, y es cierto que hay pasajes en los que parece más un fanfic que una novela como tal. O a lo mejor es que, como el tema de los ángeles me gusta tanto, su visión de los mismos no encaja de ninguna de las maneras con la mía.
Iré paso a paso. Lo primero es el escenario donde se desarrolla Halo: el ficticio pueblo de Venus Cove. Francamente, no sé en qué país se desarrolla la novela, pero sólo la descripción de la población podría provocar hiperglucemia. Es demasiado bonito, casi como uno de esos "pueblos con encanto" de la Toscana, pero Adornetto lo puebla con gente cien por cien norteamericana, como la de las teleseries (y los etiqueto de estadounidenses porque desconozco cómo son los australianos). El resultado es extraño, y no conseguí involucrarme tanto en el entorno en el que se desarrolla la novela como, por ejemplo, el Forks de Crepúsculo, que al menos resultaba creíble como pueblo americano cutre que es, vampiros aparte. Venus Cove intenta condensar de tal manera las dos facetas opuestas que tiene como resultado un decorado de cartón piedra, más que un escenario auténtico.
Luego están los personajes. Dejando de lado a los humanos, que actúan como simples extras a excepción de Xavier, son todos bastante reales, incluido éste. Bueno, tiene sus momentos de héroe adolescente protector de la princesa (cosa bastante absurda teniendo en cuenta que Bethany es un ángel y, por definición, mucho más poderosa que él), pero tiene algunos puntos de gran realismo. Bethany es la que sale peor parada, ya que a la pobre le sucede como al propio Venus Cove: la autora intenta unir en la protagonista la naturaleza celestial con la naturaleza humana adolescente, y le sale un churro. Se nos explica que Bethany es la más joven de los ángeles, pero aún así lleva existiendo centenares de años, y su encarnación mortal no es más que un contenedor de la esencia espiritual que son los ángeles en el Reino de los Cielos. La pobre Bethany debía ser un ángel de tercera porque sus poderes son más bien escasos, y encima cede alegremente a los impulsos típicos de los adolescentes tan rápido que olvidaríamos que es un ángel si no fuera porque ella misma o los demás personajes nos lo recuerdan constantemente: es caprichosa, respondona, egoísta, irreflexiva y, por si fuera poco, humillantemente ingenua. No tiene sentido que, si la autora nos explica que los ángeles han estudiado meticulosamente el comportamiento humano, luego se quede Bethany a dos velas mientras sus amigas hablan de sexo. ¿En serio lleva existiendo cientos de años? Sus hermanos Ivy y sobre todo Gabriel se ciñen mucho más a la imagen clásica de ángeles encarnados, pero su único papel consiste en a) hacerle de conciencia a Bethany (algo que va seguido de los clásicos "¡Nadie me comprende!" y portazos) y b) sacarle las castañas de fuego a Bethany.
En resumen, que Halo es un compendio de incoherencias y tópicos aderezados con una gruesa capa de caramelo demasiado dulce. Tiene buenos momentos, pero en general no es un gran libro. La buena de Adornetto ha tenido mucha suerte de que el boom de la literatura juvenil romántica va a hacerle vender muchos libros, pero en mi opinión, todavía tiene mucho que aprender si quiere pasar de vender fanfics impresos a novelas de verdad.
Puntuación: 6
Autor: Alexandra Adornetto
Año de publicación: 2010
Editorial: Roca Editorial
Como hacía mucho que no le hincaba el diente a ninguna novela juvenil, he decidido hacer lo propio con una de las novedades de este otoño: Halo. ¿Y por qué me decidí por esta novela con título de canción de Beyoncé? Bueno, aparte de una portada preciosa para mi gusto (sí, a veces me da la vena cursi), la protagonista es un ángel, y francamente, las obras de ficción en las que aparecen ángeles y demonios me encantan. Además, en esta época en que el auge de los antihéroes convierte en protagonistas a los demonios y en enemigos a los ángeles, me hace hasta ilusión que la heroína sea de naturaleza celestial.
Gabriel, Ivy y Bethany son tres ángeles enviados a un pequeño e idílico pueblo llamado Venus Cove con la misión de integrarse en la comunidad y ganar terreno en la pugna por la Tierra que mantienen el Cielo y el Infierno desde tiempos inmemoriales. Así, los tres ángeles se dedican a extender buenos sentimientos de formas diversas. Bethany, las más joven e inexperta, acude bajo la apariencia de una adolescente cualquiera al instituto del pueblo, llamado Bryce Hamilton. Allí, además de familiarizarse con las costumbres de los jóvenes de su edad, conoce a un atractivo chico llamado Xavier, del que se enamora perdidamente, rompiendo una de las normas de los ángeles: sustituir el amor a la Humanidad por un amor individual hacia una sola persona.
La premisa es bastante convencional, pero como siempre, intento que esos detalles no me arruinen la perspectiva de un buen libro: a veces da mejor resultado un argumento típico pero bien llevado que una trama rompedora que el autor no sabe resolver debidamente. Por esa razón comencé a leer Halo. Lo primero que me dio mala espina al abrirlo fue la información de la autora, Alexandra Adornetto, una australiana de dieciocho primaveras. Halo no es su primera novela, pero sí la primera que escribe de temática juvenil, y es cierto que hay pasajes en los que parece más un fanfic que una novela como tal. O a lo mejor es que, como el tema de los ángeles me gusta tanto, su visión de los mismos no encaja de ninguna de las maneras con la mía.
Iré paso a paso. Lo primero es el escenario donde se desarrolla Halo: el ficticio pueblo de Venus Cove. Francamente, no sé en qué país se desarrolla la novela, pero sólo la descripción de la población podría provocar hiperglucemia. Es demasiado bonito, casi como uno de esos "pueblos con encanto" de la Toscana, pero Adornetto lo puebla con gente cien por cien norteamericana, como la de las teleseries (y los etiqueto de estadounidenses porque desconozco cómo son los australianos). El resultado es extraño, y no conseguí involucrarme tanto en el entorno en el que se desarrolla la novela como, por ejemplo, el Forks de Crepúsculo, que al menos resultaba creíble como pueblo americano cutre que es, vampiros aparte. Venus Cove intenta condensar de tal manera las dos facetas opuestas que tiene como resultado un decorado de cartón piedra, más que un escenario auténtico.
Luego están los personajes. Dejando de lado a los humanos, que actúan como simples extras a excepción de Xavier, son todos bastante reales, incluido éste. Bueno, tiene sus momentos de héroe adolescente protector de la princesa (cosa bastante absurda teniendo en cuenta que Bethany es un ángel y, por definición, mucho más poderosa que él), pero tiene algunos puntos de gran realismo. Bethany es la que sale peor parada, ya que a la pobre le sucede como al propio Venus Cove: la autora intenta unir en la protagonista la naturaleza celestial con la naturaleza humana adolescente, y le sale un churro. Se nos explica que Bethany es la más joven de los ángeles, pero aún así lleva existiendo centenares de años, y su encarnación mortal no es más que un contenedor de la esencia espiritual que son los ángeles en el Reino de los Cielos. La pobre Bethany debía ser un ángel de tercera porque sus poderes son más bien escasos, y encima cede alegremente a los impulsos típicos de los adolescentes tan rápido que olvidaríamos que es un ángel si no fuera porque ella misma o los demás personajes nos lo recuerdan constantemente: es caprichosa, respondona, egoísta, irreflexiva y, por si fuera poco, humillantemente ingenua. No tiene sentido que, si la autora nos explica que los ángeles han estudiado meticulosamente el comportamiento humano, luego se quede Bethany a dos velas mientras sus amigas hablan de sexo. ¿En serio lleva existiendo cientos de años? Sus hermanos Ivy y sobre todo Gabriel se ciñen mucho más a la imagen clásica de ángeles encarnados, pero su único papel consiste en a) hacerle de conciencia a Bethany (algo que va seguido de los clásicos "¡Nadie me comprende!" y portazos) y b) sacarle las castañas de fuego a Bethany.
En resumen, que Halo es un compendio de incoherencias y tópicos aderezados con una gruesa capa de caramelo demasiado dulce. Tiene buenos momentos, pero en general no es un gran libro. La buena de Adornetto ha tenido mucha suerte de que el boom de la literatura juvenil romántica va a hacerle vender muchos libros, pero en mi opinión, todavía tiene mucho que aprender si quiere pasar de vender fanfics impresos a novelas de verdad.
Puntuación: 6
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