Título: Juno
Director: Jason Reitman
Intérpretes: Ellen Page, Michael Cera, Jason Bateman, Jennifer Garner
Año de estreno: 2007
Me gusta revisitar de vez en cuando las películas que me gustan. Me gusta volver a maravillarme con ellas, aunque también ha habido casos en los que he descubierto que tenía la película en cuestión sobrevalorada, sobre todo cuando la he visto en cine: por alguna razón, la pantalla grande me provoca una sensación de flash inicial que me hace salir de la sala pensando que he visto la película de mi vida. En el caso de Juno, no la vi en cine porque no sabía si merecería la pena, y la verdad es que, cada vez que la revisiono, pienso que debería haberlo hecho.
La protagonista titular de Juno es una adolescente sarcástica e independiente que se encuentra en una situación que no esperaba: un embarazo no deseado. Su primer impulso es abortar, pero después de visitar la clínica donde tenía planeado hacerlo, cambia de parecer y opta por dar a luz al bebé y darlo en adopción. No tarda en encontrar unos padres adecuados, o mejor dicho, perfectos: ella , Vanessa, es afable, cariñosa y está muy ilusionada; él, Mark, es un "tío enrollado", toca la guitarra y comparte con Juno gran parte de sus gustos musicales y cinematográficos. A partir de ese momento, el embarazo de Juno progresa a medida que lo hace su crecimiento personal, súbitamente impulsado hacia la madurez, hasta la etapa final de la gestación, en la que Mark hace una sorprendente revelación.
Debo reconocer que fue la expectación general y las buenas críticas (de las que trato de no fiarme demasiado) lo que me impulsó a ver Juno. Efectivamente, el guión es el punto fuerte de esta película, y es que transforma una trama más propia de las clásicas tv-movies que ponen los domingos después de comer en un sólido melodrama muy cómico apuntalado en los dardos que sueltan los personajes por la boca, que por suerte no deslucen la interesante reflexión sobre la madurez y la responsabilidad, temas principales de la cinta, que nos transmite Juno. Y ése es el mejor motivo para volver a verla una y otra vez.
Puntuación: 9
La protagonista titular de Juno es una adolescente sarcástica e independiente que se encuentra en una situación que no esperaba: un embarazo no deseado. Su primer impulso es abortar, pero después de visitar la clínica donde tenía planeado hacerlo, cambia de parecer y opta por dar a luz al bebé y darlo en adopción. No tarda en encontrar unos padres adecuados, o mejor dicho, perfectos: ella , Vanessa, es afable, cariñosa y está muy ilusionada; él, Mark, es un "tío enrollado", toca la guitarra y comparte con Juno gran parte de sus gustos musicales y cinematográficos. A partir de ese momento, el embarazo de Juno progresa a medida que lo hace su crecimiento personal, súbitamente impulsado hacia la madurez, hasta la etapa final de la gestación, en la que Mark hace una sorprendente revelación.
Debo reconocer que fue la expectación general y las buenas críticas (de las que trato de no fiarme demasiado) lo que me impulsó a ver Juno. Efectivamente, el guión es el punto fuerte de esta película, y es que transforma una trama más propia de las clásicas tv-movies que ponen los domingos después de comer en un sólido melodrama muy cómico apuntalado en los dardos que sueltan los personajes por la boca, que por suerte no deslucen la interesante reflexión sobre la madurez y la responsabilidad, temas principales de la cinta, que nos transmite Juno. Y ése es el mejor motivo para volver a verla una y otra vez.
Puntuación: 9
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