Título: Kick-Ass
Director: Matthew Vaughn
Intérpretes: Aaron Johnson, Chloë Grace Moretz, Nicolas Cage, Christopher Mintz-Plasse
Año de estreno: 2010
Si algo debe decirse de los cómics norteamericanos es que han hecho de los superhéroes el pan nuestro de cada día. Esos individuos con superpoderes, gadgets y capa forman parte de la mitología contemporánea, como en épocas pasadas lo fueron Hércules y compañía. Pues si para los europeos se han convertido en eso, no digamos en Estados Unidos, donde lo tienen mucho más interiorizado. De hecho, la cuestión de por qué a nadie se le ha ocurrido convertirse en un superhéroe de verdad pese a los numerosos referentes que existen es el punto de partida de Kick-Ass.
Dave Lizewski es el típico friki ligeramente antisocial que, después de leer muchos cómics, se plantea la anteriormente mencionada cuestión y toma la iniciativa de convertirse en superhéroe comprándose un traje a medida por Internet y haciéndose llamar Kick-Ass. Lo que él no sabe es que su a primera vista inocente idea acaba teniendo repercusiones muy duras cuando se meta, sin comerlo ni beberlo en mitad de la eterna pelea entre dos superhéroes bastante más auténticos que él, Big Daddy y Hit-Girl, y el temido narcotraficante Frank D'Amico, que, creyendo a Kick-Ass fuente de sus problemas, colabora en la conversión de su hijo Chris en Bruma Roja, un superhéroe de pacotilla más.
Si algo puede decirse de Kick-Ass es que se trata de una historia más o menos clásica aderezada con numerosos detalles pasados de rosca, sobre todo la violencia gratuita, excesiva y al mismo tiempo, hilarante. A diferencia de otras películas de superhéroes, que se inscriben en un marco relativamente atemporal dentro de la ambientación contemporánea, Kick-Ass sorprende gratamente con alusiones concretas a nuestros días como MySpace o YouTube, entre otras, que aportan una ración extra de realismo dentro de lo delirante del filme, que no es poco.
Los actores se mueven también en esta dicotomía de realismo/surrealismo. La primera facción la encabeza el protagonista, Dave, un muy bien caracterizado Aaron Johnson, que se suma a Columbus de Zombieland y Oh de Año Uno (y tal vez también Will Burton de School Rock Band) en mi grupo de frikis favoritos del cine. Se trata de un personaje muy creíble, cuya voz en off aporta un toque muy cercano al desarrollo de los acontecimientos. Le acompañan en esta sección sus amigos y su novia Katie, e incluso Christopher D'Amico, que en ningún momento deja de resultar bastante risible. En cuanto a los personajes surrealistas de principio a fin, la estrella absoluta es Mindy/Hit-Girl, un arrollador personaje al que da vida la actriz Chloë Grace Moretz (a la que sólo había tenido el placer de ver en (500) días juntos) y que podría convertirse, sin mucho esfuerzo, en la protagonista de una película o dos. La escoltan su padre, Big Daddy, y el antagonista de la película, Frank D'Amico, una parodia/homenaje a los malos malosos del cómic; en él veo sobretodo a Kingpin, el clásico enemigo de Spider-Man y Daredevil.
Para terminar de perfeccionar una película redonda, Kick-Ass puede presumir de tener una banda sonora plagada de canciones y melodías pegadizas que se ajustan como un guante a cada momento de la trama, desde la acción más vibrante hasta la majestuosidad de la residencia D'Amico, en la que siempre suena música clásica, con resultados descacharrantes cuando los mafiosos comienzan a pegarse gritos con violines de fondo.
Puntuación: 9
Director: Matthew Vaughn
Intérpretes: Aaron Johnson, Chloë Grace Moretz, Nicolas Cage, Christopher Mintz-Plasse
Año de estreno: 2010
Si algo debe decirse de los cómics norteamericanos es que han hecho de los superhéroes el pan nuestro de cada día. Esos individuos con superpoderes, gadgets y capa forman parte de la mitología contemporánea, como en épocas pasadas lo fueron Hércules y compañía. Pues si para los europeos se han convertido en eso, no digamos en Estados Unidos, donde lo tienen mucho más interiorizado. De hecho, la cuestión de por qué a nadie se le ha ocurrido convertirse en un superhéroe de verdad pese a los numerosos referentes que existen es el punto de partida de Kick-Ass.
Dave Lizewski es el típico friki ligeramente antisocial que, después de leer muchos cómics, se plantea la anteriormente mencionada cuestión y toma la iniciativa de convertirse en superhéroe comprándose un traje a medida por Internet y haciéndose llamar Kick-Ass. Lo que él no sabe es que su a primera vista inocente idea acaba teniendo repercusiones muy duras cuando se meta, sin comerlo ni beberlo en mitad de la eterna pelea entre dos superhéroes bastante más auténticos que él, Big Daddy y Hit-Girl, y el temido narcotraficante Frank D'Amico, que, creyendo a Kick-Ass fuente de sus problemas, colabora en la conversión de su hijo Chris en Bruma Roja, un superhéroe de pacotilla más.
Si algo puede decirse de Kick-Ass es que se trata de una historia más o menos clásica aderezada con numerosos detalles pasados de rosca, sobre todo la violencia gratuita, excesiva y al mismo tiempo, hilarante. A diferencia de otras películas de superhéroes, que se inscriben en un marco relativamente atemporal dentro de la ambientación contemporánea, Kick-Ass sorprende gratamente con alusiones concretas a nuestros días como MySpace o YouTube, entre otras, que aportan una ración extra de realismo dentro de lo delirante del filme, que no es poco.
Los actores se mueven también en esta dicotomía de realismo/surrealismo. La primera facción la encabeza el protagonista, Dave, un muy bien caracterizado Aaron Johnson, que se suma a Columbus de Zombieland y Oh de Año Uno (y tal vez también Will Burton de School Rock Band) en mi grupo de frikis favoritos del cine. Se trata de un personaje muy creíble, cuya voz en off aporta un toque muy cercano al desarrollo de los acontecimientos. Le acompañan en esta sección sus amigos y su novia Katie, e incluso Christopher D'Amico, que en ningún momento deja de resultar bastante risible. En cuanto a los personajes surrealistas de principio a fin, la estrella absoluta es Mindy/Hit-Girl, un arrollador personaje al que da vida la actriz Chloë Grace Moretz (a la que sólo había tenido el placer de ver en (500) días juntos) y que podría convertirse, sin mucho esfuerzo, en la protagonista de una película o dos. La escoltan su padre, Big Daddy, y el antagonista de la película, Frank D'Amico, una parodia/homenaje a los malos malosos del cómic; en él veo sobretodo a Kingpin, el clásico enemigo de Spider-Man y Daredevil.
Para terminar de perfeccionar una película redonda, Kick-Ass puede presumir de tener una banda sonora plagada de canciones y melodías pegadizas que se ajustan como un guante a cada momento de la trama, desde la acción más vibrante hasta la majestuosidad de la residencia D'Amico, en la que siempre suena música clásica, con resultados descacharrantes cuando los mafiosos comienzan a pegarse gritos con violines de fondo.
Puntuación: 9
No podría estar más de acuerdo contigo.
ResponderEliminarVi la película antes de verano (creo recordar, cuando estaba en las salas) y desde entonces adoro a Chloë Grace Moretz.¡Qué grande que es la niña!
Cual es la melodia que se escucha cuando Frank D´Amico esta en el comedor de su penthouse con su familia? Es que no se el nombre y la duda me mata.
ResponderEliminar