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Título: La tentación vive arriba (The seven year itch)
Director: Billy Wilder
Intérpretes: Tom Ewell, Marilyn Monroe, Evelyn Keyes, Robert Strauss
Año de estreno: 1955
Él, ella y la rejilla del metro. Y de ahí a la eternidad. Es parte de la cultura popular, como lo es esa chica rubia e ingenua, sin nombre, que enloquece tanto al protagonista de la película como a los espectadores. Si fue Marilyn Monroe una de las grandes culpables de la aparición del tópico de rubia tonta, se le perdona con su interpretación del cautivador personaje de la chica sin nombre.
El argumento de La tentación vive arriba (inmortal título español sin nada que ver con el original, que literalmente significa "La sarna del séptimo año", expresión que alude entre los psicólogos a la crisis que existe en el seno del matrimonio a los siete años de estar casados) gira en torno a un hombre llamado Richard Sherman que se queda en Manhattan trabajando tras mandar a su esposa y a su hijo de veraneo. El bueno de Richard se caracteriza por tener una imaginación desbordante que se dispara cuando conoce a su nueva vecina, una atractiva joven que ha alquilado el apartamento que hay sobre el suyo. Desde ese momento, la vida del pacífico editor se debate entre la fidelidad a su esposa y la tentación que representa la chica, y todo lo que ella conlleva.
La trama no es ningún secreto; es más, es un clásico. Sin embargo, La tentación vive arriba es una cinta de visionado obligatorio gracias a la mano mágica de Billy Wilder, un verdadero genio de la comedia que logró sacar de la impuntual e inconstante Marilyn un personaje legendario, y que a pesar de perder la paciencia con ella muy a menudo (tal y como él mismo no tuvo reparos en admitir), fue capaz de volver a rodar con ella otro de sus títulos más clásicos, Con faldas y a lo loco. La mano maestra de Wilder se aprecia en la película que tratamos, como en otras, por sus situaciones disparatadas, que en este caso tienen lugar en la imaginación del protagonista, y sus hilarantes personajes, especialmente los secundarios. Pero aunque esta película ha pasado a la historia gracias a Marilyn, el estrellato debería haber recaído en el genial Tom Ewell, que interpretó el mismo papel para el celuloide que había realizado sobre las tablas de Broadway. Este actor, cuya carrera en el cine fue corta, da vida a un excelente Richard Sherman, tan caricaturesco como creíble; su actuación en La tentación vive arriba le valió un Globo de Oro en 1955.
La película adapta una obra de teatro de George Axelford que tuvo que ser reescrita en muchas de sus partes por Billy Wilder y el propio autor para evadir el inquisitorial Código Hays que regulaba las escenas "indecorosas" en el cine. En consecuencia, el tono general es mucho menos explícito que en la obra original, pero dudo mucho que provoque las carcajadas que a mí, personalmente, me hizo soltar la película de Wilder.
Puntuación: 10
Me encanta esta peli!! La he visto mil veces y es que me sigo partiendo como la primera. Que grande Tom Ewell y sus idas de olla. ¡Richard, usa el abridor!
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