jueves, 10 de febrero de 2011

Enredados

Imagen de Wikipedia
Título: Enredados (Tangled)
Director: Nathan Greno y Byron Howard
Intérpretes (voces): Mandy Moore, Zachary Levi, Donna Murphy, Brad Garrett
Año de estreno: 2010

No importa la cantidad y variedad de películas que vea, lo buenos que sean los actores o lo currado que esté el argumento: ningún inicio logra emocionarme más que la estrella fugaz trazando un arco sobre el castillo de la Bella Durmiente que precede a toda película de Disney. Soy una nostálgica, y creo firmemente que Disney, sobre todo con sus últimas películas, invita a su audiencia no infantil a no perder nunca ese toque de nostalgia por la niñez, pero es una nostalgia alegre, no melancólica. Un dato: de las diecisiete personas que vimos ayer Enredados en el pase al que yo acudí, sólo cuatro eran niños.

Enredados adapta el cuento de Rapunzel de los hermanos Grimm de una manera genuinamente Disney: la heroína tiene una larguísima melena mágica y vive encerrada en una torre por su supuesta madre, una ambiciosa mujer llamada Gothel. Rapunzel se siente sola pese a contar con la compañía de su camaleón Pascal, y su mayor sueño es salir de su torre para ver de cerca las luces flotantes que surcan el cielo cada año en su cumpleaños. La oportunidad de hacerlo le llega cuando, un día antes de cumplir los dieciocho, alguien entra en la torre: se trata de Flynn Rider, un ladrón que escapa de la guardia del reino y de sus propios compinches tras robar la corona de la princesa desaparecida.

Todos conocemos el gusto de la factoría Disney por los cuentos clásicos, adaptados siempre con una serie de valores marca de la casa y en su mayor parte con elementos añadidos que permitan a la historia durar una hora y media. Esto se debe al propio Walt Disney, un gran defensor de la inocencia de los niños, al que los cuentos europeos originales no le parecían apropiados para los niños. Invito a mis lectores a que lean los cuentos de Grimm sin edulcorar: Blancanieves es la historia de una reina celosa de la belleza de su hija (no hijastra) de siete años, a la que intenta matar; Cenicienta contiene mutilaciones variadas... Rapunzel es un clásico que en su desarrollo original contiene altas dosis de egoísmo por parte de los padres de la protagonista (su padre roba a una bruja una especie de lechuga llamada precisamente rapunzel porque su mujer embarazada tiene un antojo y no tiene reparos en entregarle el bebé a la bruja a cambio) y cuenta con un príncipe que sufre numerosas desgracias por ella. Esta tragedia griega, que además conforma un cuento muy corto, se ve alterada hasta darle al argumento un esquema mucho más adecuado para la clase de películas que realiza actualmente el estudio prácticamente desde la creación de los personajes: la Rapunzel original es una campesina, pero la de Disney es una princesa (ojo, esto no es un spoiler, se dice en el prólogo de la película); no hay bruja ni príncipe, sino una mujer fría y calculadora y un ladrón con buen corazón. A ellos se suman las típicas mascotas de las películas Disney: el camaleón Pascal y el caballo Maximus. El argumento en sí está muy destinado a un público infantil, con chistes sencillos y personajes feos y bondadosos; al contrario que Tiana y el sapo, que parecía más destinada a los nostálgicos del Disney "de antes" entre los que me cuento (al parecer, pese a su éxito de crítica, en taquilla no recaudó tanto como Disney esperaba), Enredados trata de recuperar la fidelidad del público infantil. Lo que yo me pregunto es si resulta tan difícil combinar ambas cosas, como en las películas de antes: ves Aladdín ahora y pillas cosas de las que no fuiste consciente cuando viste la peli por primera vez. Pero bueno, al menos Disney no se duerme en los laureles del dinero fácil que proporcionan Hannah Montana y High School Musical con sus toneladas de merchandising; a mí con eso me vale.

Con Enredados, Disney abandona su fugaz regreso a la animación tradicional para realizar un excelente trabajo en animación por ordenador. Enredados es la segunda película más cara realizada en toda la Historia del Cine, pero también es la tercera película más exitosa en taquilla de la factoría Disney, por detrás de El rey león y Aladdín. Se ha trabajado en ella durante varios años, y un total de seis personas se dedicaron en exclusiva a la animación del pelo de Rapunzel. Una increíble y ardua tarea que tiene como resultado una espectacularidad técnica perfectamente combinada con un aspecto que enlaza con las clásicas películas de princesas del estudio; Rapunzel está diseñada para integrarse en el club de las "princesas Disney" y sin duda es el elemento más típico de la historia, aunque sin duda es un personaje muy poco pasivo. No obstante, en mi opinión la gran apuesta es Madre Gothel, la antagonista de la historia, una mujer obsesionada con el envejecimiento y sospechosamente parecida a Cher.

La música queda una vez más a cargo de Alan Menken, que se ciñe perfectamente al carácter de la historia de Enredados tanto en la música instrumental como en las canciones que interpretan los personajes de la película (en serio, ¿qué es una peli de Disney sin sus canciones?). Una de ellas, I see the light (Por fin veo la luz en la versión española), interpretada por Rapunzel y Flynn en el momento más espectacular visualmente de la cinta, se encuentra nominada al Óscar por Mejor Canción (personalmente, me encantaría que lo ganara... ¡porque me da mucha pena que no hayan nominado a Enredados a Mejor Película de Animación! Un dato curioso que no viene al caso: según The Quentin Tarantino Archives, Enredados se halla entre las cinco mejores películas de 2010 para el director estadounidense). No obstante, en mi opinión la mejor canción es Something that I want, interpretada por Grace Potter en los créditos finales de la película, aunque la versión española, Algo así quiero yo, es un crimen perpetrado por Marta Sánchez y David Bustamante.

Esto me lleva al tema del doblaje. Aunque cada vez soy más proclive a la versión original en películas y series y la prefiero a los doblajes españoles, yo era de las que siempre rompían una lanza a favor de Disney, que solía gozar de un doblaje muy bueno (demonios, recordad ese Constantino Romero como Mufasa), e incluso defendí el doblaje chapucero de Tiana y el sapo, en el que es más que evidente el cambio de actriz de doblaje de la protagonista entre diálogo y canciones cuando, por arte de magia, al cantar Tiana tiene voz de negra. El doblaje de Enredados no me ha terminado de gustar, pero tampoco podría decir exactamente por qué. A medida que veía la película no dejaba de pensar que las voces no encajaban con los personajes. Me gustaría verla en versión original para poder comparar. Por lo demás, Enredados contribuye a la recuperación de ese espíritu Disney cargado de magia que se perdió hace algunos años, y que gracias a las últimas películas del estudio, demuestra hallarse en un magnífico estado de salud.

Puntuación: 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario