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Título: Sucker Punch
Director: Zack Snyder
Intérpretes: Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Jamie Chung
Año de estreno: 2011
Intento no dejarme llevar por opiniones ajenas a la hora de escoger las películas que quiero ver en el cine, ya que con lo caro que está, cuando decido ir, espero que sea una película que, como mínimo, me llame la atención. Desde que se publicaron en Internet los primeros pósters de Sucker Punch, supe que querría verla en pantalla grande. No sabía de qué iba ni tenía datos sobre ella salvo el nombre de su director, pero la estética me atrajo poderosamente, y en esta clase de películas, sabes que no vas a ver carne de Óscar, sino un entretenimiento que te llenará de adrenalina sin moverte de la butaca del cine. El problema es que a Sucker Punch empezaron a lloverle las malas críticas casi desde antes de su estreno, haciendo muy difícil continuar con mi resolución de verla en pantalla grande. ¿Merecidas críticas? No lo tengo tan claro.
Babydoll es una joven interna en un manicomio por su padrastro a la que van a practicarle una lobotomía. En su mente crea una historia paralela en la que el negocio en cuestión es un burdel regentado por el corrupto Blue Jones y Madame Vera Gorski, que educan a las chicas para que aprendan a bailar, técnica con la que encandilan a los clientes. Babydoll se revela como una bailarina de increíble talento que deja absortos a quienes la observan. Mientras baila, Babydoll se retira a otro nivel de su imaginación, un templo japonés estilo feudal, donde un anciano le desvela la manera de escapar: debe hacerse con cinco objetos clave. Babydoll se hace amiga de otras cuatro chicas del burdel llamadas Sweet Pea, Rocket, Amber y Blondie y entre todas trazan un plan para utilizar la danza de Babydoll en su beneficio y hacerse así con los cinco objetos que necesitan. Durante cada uno de esos bailes, Babydoll se abstrae a distintos lugares donde su estratagema queda plasmada en el combate.
La mayor gracia de Sucker Punch es, como todo el mundo sabe, la ambientación de los cuatro escenarios en los que luchan las protagonistas, a saber: japonés feudal, bélico steampunk (concretamente, ambientado en la I Guerra Mundial), medieval (tipo El Señor de los Anillos) y futurista, y las escenas de lucha tienen mucho de videojuego: matas a los enemigos, te haces con el objeto clave y pasas a la siguiente fase. La trama queda reducida a un tema muy débil y claramente mejorable (los creadores de las parodias de Origen deberían estar frotándose las manos con Sucker Punch) para centrar sus esfuerzos en el aspecto estético de los distintos niveles en los que se desarrolla la historia, aderezado con una potente banda sonora de versiones de conocidas canciones, tres de ellas interpretadas por la protagonista, Emily Browning.
Aunque no esperaba de esta película que me cambiase la vida, sí que me ha entretenido menos de lo que esperaba, quizá porque es una peli para ver con colegas y yo la vi sola. Da la sensación de que podía haberse hecho algo mejor con esa trama y sobre todo con esos personajes, ya que aunque se nos vende que las cinco chicas son las protagonistas, Amber y, sobre todo, Blondie no tardan en perder frases y minutos en pantalla en favor de sus compañeras. En mi opinión, aún se podían haber exprimido esas escenas de acción en los cuatro escenarios, de los cuales para mí el mejor es el primero, que indudablemente sabe a poco. A modo de curiosidad señalaré que la campaña de márketing incluyó la creación de cuatro cortometrajes animados (de unos dos minutos y medio de duración cada uno), uno por cada escenario imaginario: Feudal warriors para el Japón feudal, The trenches para la I Guerra Mundial steampunk, Dragon para la Edad Media de fantasía y Distant world para la ciencia-ficción. Pero insisto en que, para mí, lo mejor de esta película es la banda sonora.
Puntuación: 6
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