lunes, 25 de abril de 2011

Scott Pilgrim contra el mundo

Imagen de Wikipedia
Título: Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs. the World)
Director: Edgar Wright
Intérpretes: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Kieran Culkin, Jason Schwartzman
Año de estreno: 2010

Cuando se estrenó esta película en cines, hubo algo que me fastidió horrores: su distribución. Venía de recibir varios premios y avalada por buenas críticas (bueno, el 50% de las críticas eran excelentes y el resto eran demoledoras, entraré en ese tema más adelante). Sin embargo, para ir a verla al cine en Madrid había que irse donde Cristo perdió el mechero, así que me quedé con las ganas de verla en pantalla grande. Por suerte, esta pieza que es carne de videoclub (en el buen sentido) no desmerece lo más mínimo en televisión, es más, el DVD merece la pena.

El protagonista titular, Scott Pilgrim, es un joven en paro cuya única actividad conocida es tocar el bajo en la desconocida banda indie The Sex Bob-Ombs. Scott vive con su amigo gay Wallace, soporta estoicamente las broncas de su hermana menor y tiene una novia de diecisiete años llamada Knives que le granjea toda clase de críticas por parte de sus amigos. Todo cambia para él cuando conoce a una enigmática repartidora de Amazon.ca llamada Ramona Flowers por la que se siente inmediatamente atraído, pero sus intentos de acercamiento se ven recompensados por los ataques que sufre de la Liga de los Malvados Ex, siete individuos que estuvieron con Ramona en el pasado y que quieren matar a Scott.

Scott Pilgrim contra el mundo es una película delirante de principio a fin oculta bajo un celofán de normalidad que se va desenvolviendo como un caramelo al que se le va quitando el papel. Está plagada de referencias frikis relativas a películas, música indie (y no indie), cómics y videojuegos, algunas tan icónicas que parecen asaltar al espectador y otras más "especializadas" que ciertos espectadores no van a pillar, pero la ambientación en general tiene esa atmósfera destinada a enganchar a un público muy concreto. De ahí que no exista un término medio en las críticas que recibió: las personas con cierta base en ese mundillo en el que tienen lugar las aventuras de Scott encuentran que la película es sencillamente genial; los espectadores y críticos que desconocen esa parte de la cultura popular pueden llegar a encontrarla francamente estúpida, cuando no pretenciosa.

A mí, personalmente, me ha encantado (¿acaso no se nota?). Posee un humor muy similar al mío, tiene muchos puntos que coinciden con mis gustos y aficiones y el toque justo de locura, aunque yo aún habría incluido alguna referencia más a los videojuegos en las secuencias de combate. Ha servido para recordarme por qué Michael Cera me parece tan adorable (razón por la que ahora quiero ver Supersalidos) y unos cuantos puntos que pienso utilizar como referencia durante mucho, mucho tiempo.

Puntuación: 9

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