Autor: Lev Tolstoi
Año de publicación: 1877
Editorial: El MundoHay ciertas novelas que uno debe leerse por simple cultura general. Es un tópico muy repetido, pero lo cierto es que coincido con él. Hay obras literarias que congelan parte de la época en la que se vieron escritas, que contienen entre sus páginas el recuerdo de otros tiempos y otros lugares, que nos dan testimonio de otras formas de vivir y pensar. Por ese motivo me atreví a hincarle el diente a Ana Karenina, una de las obras más representativas del ruso Lev (o León, si se adapta) Tolstoi.
La trama se enmarca en la Rusia de finales del XIX. Ana Arkadievna Karenina, una hermosa y respetada dama de la alta sociedad de San Petersburgo, viaja a Moscú para tratar de convencer a su cuñada, Daría Alexandrovna alias "Dolly", de que no pida el divorcio de su marido. Éste, Esteban Arkadievich Oblonski alias "Stiva" hermano de Ana, ha cometido una infidelidad. Mientras, Constantino Levin, amigo de Stiva, trata de cortejar a la hermana menor de Dolly, Caterina Alexandrovna alias "Kitty", pero ésta está enamorada de un soldado de costumbres dispersas, el conde Vronski. Dicho personaje conoce a Ana durante una visita a la familia y se enamora instantáneamente de ella, que no tarda en corresponderle. Sin embargo, hay un problema: ella está casada, y su escandalosa relación con el conde se convierte en la comidilla de toda la alta sociedad rusa.
Como puede apreciarse, en Ana Karenina aparecen numerosos personajes y las relaciones que se establecen entre ellos son intensas y complejas. Los acontecimientos pivotan en torno al personaje titular, pero en muchos casos suceden cosas que no son sino efectos colaterales de sus acciones o la ausencia de ellas, creando un interesante mosaico que nos muestra hasta qué punto nuestras decisiones pueden condicionar la vida de otras personas sin que ni ellos ni nosotros seamos conscientes de ello. Para que quede más claro, se alternan capítulos que narran la vida de Ana con otros que se centran en Constantino Levin. Son dos personajes cuyas vidas están fuertemente relacionadas aunque ellos no lo saben; de hecho, no se conocen en persona hasta pocos capítulos antes del final de la novela.
La novela se centra en el desarrollo de los personajes, especialmente en Ana, que cambia por completo desde su primera aparición hasta la última, y en ahondar en la filosofía vital de los individuos, algo que ejemplifica a la perfección Constantino Levin. Tolstoi era una persona profundamente espiritual, y los personajes de la novela le sirven para plantear cuestiones morales y metafísicas de muy diversa índole.
Ana Karenina es una obra monumental, demasiado espesa para mi gusto, que refleja como sólo Tolstoi sabía hacerlo a la especie humana y a la sociedad rusa de su tiempo, como un fresco cargado de realismo.
Puntuación: 5
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