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Autor: Rachel Caine
Año de publicación: 2009
Editorial: Versátil
Por fin la espera llegó a su fin, y la sexta entrega de la saga Los vampiros de Morganville ha llegado. Debo confesar que estaba impaciente, y cada vez que recuerdo lo mucho que me decepcionó La mansión Glass y lo que me costó darle una oportunidad a El baile de las chicas muertas, me asombra reconocer la primera entrega de la saga como precedente de todas las demás. Los vampiros de Morganville se ha convertido en una de mis sagas preferidas y Carpe Corpus marca un antes y un después en el desarrollo de la saga, poniendo punto y aparte a un arco argumental y abriendo otro...
Morganville vive sus peores momentos bajo el reinado del terror de Bishop. Claire es su esclava humana, debido a lo que es despreciada por los habitantes del pueblo, Eve entre ellos. Y mientras tanto, Michael también ha caído bajo el influjo del despiadado Bishop, Shane y su padre están en la cárcel y Myrnin se comporta como otro vasallo más... Y Claire cumple diecisiete años en tales condiciones. No obstante, cuando todo parece perdido, Myrnin le desvela algunos secretos de Morganville, entre ellos el ordenador vampírico que rige las normas de la ciudad, Ada, a la que, por cierto, no parece gustarle nada Claire. La batalla definitiva se acerca y nuestros protagonistas tendrán que asegurarse de haber escogido el bando correcto... si es que lo hay.
Tras haber decidido abandonar Las crónicas vampíricas tras el descalabro de Damon: El retorno, Los vampiros de Morganville se ha convertido en mi baluarte particular en lo que a literatura vampírica se refiere. Carpe Corpus continúa donde lo dejó El Señor del Caos y consigue atraparnos en la misteriosa y al mismo tiempo mediocre atmósfera de la Texas profunda que es Morganville, con un aliciente de vampiros que dan un toque espectacular. Caine consigue que conectemos a la perfección con los personajes, a los que ya conocemos como si fueran viejos amigos, y se atreve a dar carpetazo a tiempo al arco argumental con la promesa de nuevas aventuras con los ingredientes que ya conocemos: vampiros buenos y vampiros malos, un pueblo en mitad de la nada, una protagonista nerdy y sus amigos, entre los que destaca ese hipnótico demente de Myrnin. Para no perderse la continuación.
Puntuación: 9