Capitán América: el primer vengador

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Título: Capitán América: el primer Vengador (Captain America: the first Avenger)
Director: Joe Johnston
Intérpretes: Chris Evans, Hugo Weaving, Tommy Lee Jones, Hayley Atwell
Año de estreno: 2011

Ahora que por fin he cumplido mi propósito de ver las películas dedicadas a cada uno de los Vengadores, puedo ir a ver la que protagonizan todos juntos. En la última semana me he dado una buena panzada de Marvel sólo para poder comprender bien Los Vengadores, y es que ésa era la idea cuando fueron preparando a la audiencia para la superproducción que lleva unas semanas acumulando altos índices de audiencia. Y por fin podré sumarme a esos índices.

Nos encontramos en 1942. Steve Rogers es un muchacho bastante canijo cuyo mayor sueño es alistarse en el Ejército para ir a la guerra, pero tras varios intentos sigue resultando no apto. Finalmente, un científico de origen alemán llamado Abraham Erskine le permite alistarse para que se una al proyecto del súper-soldado: un experimento basado en un suero creado por Erskine que le convertirá en el súper hombre: más fuerte, más rápido, más ágil y con una capacidad de curación acelerada. Pero paralelamente al desarrollo del programa, un oficial nazi llamado Johann Schmidt busca una energía procedente de Asgard con la que liquidar a los enemigos de Alemania y de paso, dominar el mundo. Para lograrlo envía un sicario que asesina al doctor Erskine, pero Steve ya es un súper hombre. Por desgracia, sus superiores consideran que un sólo súper soldado no sirve de mucho, así que se convierte en una atracción popular ataviado con un ridículo disfraz azul y con un escudo de chapa, y empieza a ser conocido como Capitán América. Mientras trata de subir la moral a las tropas de la División 107 descubre que su mejor amigo, Bucky Barnes, es dado por muerto junto a un gran número de hombres de la División. Steve no duda en enfundarse una rudimentaria versión útil de su disfraz para rescatar a los chicos y hacer cambiar de opinión a sus superiores. Su siguiente misión, con un traje nuevo y un escudo especial de vibrantium, será frenar al ambicioso Johann Schmidt.

A diferencia de las dos entregas dedicadas a Iron Man y a Thor, Capitán América no se limita a presentarnos a Steve Rogers, sino que nos cuenta cómo un súper soldado de los años cuarenta aparece vivito y coleando (y joven) en nuestra época para unirse a los Vengadores. Por eso la historia que se nos narra está mucho más comprimida. Hay mucha menos coherencia narrativa en Capitán América que, por ejemplo, en Thor. Además, el cómic original no ha envejecido bien. O quizá es que el no ser estadounidense me hace verlo un tanto anticuad; el villano, en concreto, parecía sacado de una película de hace varias décadas. Pero como contrapunto está la ambientación, muy correcta; las actuaciones de los intérpretes; las referencias meta-marvelianas (lo único que no me gustó fue Howard Stark, precisamente por parecerse demasiado a Tony); algunos planos visualmente magníficos y la última secuencia del filme, que me hizo pensar que la peli entera merecía la pena.

Puntuación: 7