lunes, 24 de diciembre de 2012

Balthazar

Imagen de casadellibro.com
Título: Balthazar
Autor: Claudia Gray
Año de publicación: 2012
Editorial: Montena

Me resulta un tanto complicado concretar mi relación con esta saga. No estoy segura de si me gusta o si me es un tanto indiferente, pues aunque el primer libro de la saga, Medianoche, me gustó bastante gracias a su estilo y sus personajes a pesar de estar cargado de clichés, y estos factores pesaron más a medida que leía la continuación de la historia, desarrollada en Adicción, Despedida y Renacer. En pocas palabras, podría decir que la saga Medianoche me parece incoherente, pero creo que aun así, me gusta. Tengo pendiente releérmela del tirón para decidirlo.

El protagonista y héroe titular es Balthazar More, amigo de Bianca en la tetralogía, que llegó a competir con Lucas por su corazón. Tras los eventos de Renacer, Balthazar recibe una misión: proteger a Skye Tierney, una amiga de Lucas de la Academia Medianoche. Skye ha desarrollado misteriosos poderes y una poderosa tribu de vampiros liderada por el que convirtió a Balthazar, Redgrave, va tras ella. Balthazar se dispone a protegerla a cualquier precio, incluso de sí mismo, pues comienza a sentirse atraído por Skye, pero tiene una regla inquebrantable: con humanas, no.

Balthazar no es, en rigor, la quinta entrega de la saga. Como sucediera con Extras respecto a la trilogía UgliesBalthazar es lo que los americanos llaman un "companion book", es decir, una novela ambientada en el mismo universo que la saga original, pero centrada en otros personajes. Por ese motivo, y a diferencia de la tetralogía original, Balthazar no está narrada en primera persona, sino en tercera, aunque el ágil estilo de la autora se mantiene, y como en las demás novelas, los personajes y su desarrollo (y en este caso, las relaciones entre ellos, en particular la que se establece entre Balthazar y Skye) son mucho más interesantes que la historia en sí, que no obstante ofrece momentos de tensión muy bien llevado pese a sus villanos de manual.

Puntuación: 9

domingo, 23 de diciembre de 2012

Four rooms

Imagen de Wikipedia
Título: Four rooms
Director: Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodrigez y Quentin Tarantino
Intérpretes: Tim Roth, Ione Skye, Antonio Banderas, Jennifer Beals
Año de estreno: 1995

Ya que estamos metidos de lleno en las celebraciones de Navidad, las cadenas de televisión han empezado a desempolvar las típicas películas que se emiten todos los años por estas fechas: ésas que proceden del inagotable espíritu navideño estadounidense y que tienen como elementos comunes la temática familiar, la aparición estelar de Santa Claus y una estampa o dos de paisajes nevados. Por suerte, a veces nos llevamos alguna que otra sorpresa, como cuando hace dos años, el día de Navidad, cierta cadena emitió La vida de Brian (que ya es mala leche, pero la idea es genial) o esta vez en que, a menos de diez días de Fin de Año, la película que he podido ver es Four rooms, una película casi de culto para ciertos fans (y es que los de Tarantino son muy, pero que muy incondicionales) a la que le tenía bastantes ganas.

Four rooms se desarrolla en Nochevieja, en el Hotel Mon Signor de Los Angeles. Es la primera noche de Ted, el nuevo botones del hotel, que se queda completamente solo para atender a los clientes; lo que prometía ser una noche tranquila se convierte en una auténtica pesadilla debido a los inquilinos de cuatro habitaciones del hotel: la Suite Nupcial, en la que seis brujas tratan de devolver la vida a su diosa; la habitación 404, donde un matrimonio que lleva a cabo una enrevesada fantasía sexual en la que Ted se verá envuelto; la habitación 309, donde un mexicano encarga a Ted que vigile a sus revoltosos hijos; y el ático, en el que se hospeda un famoso director de cine que ha realizado una arriesgada apuesta con uno de sus amigos.

La idea de rodar una película dividida en segmentos, cada uno dirigido por un cineasta diferente, nació en el Festival de Sundance de 1992, y de hecho en un principio iban a ser cinco y no cuatro, pero Richard Linklater abandonó el proyecto antes de empezar a rodar. Aunque el tono general de la película es de comedia, cada uno de los directores aporta su toque personal a los fragmentos. Así, Allison Anders, directora de El ingrediente en falta (primer fragmento) da a la Suite Nupcial un aspecto kitsch y el desarrollo de la historia tiene, pese al tono sexual, una pátina de ingenuidad. Alexandre Rockwell dirige El hombre equivocado, de narrativa frenética hasta rozar el absurdo. Con Los maleducados, Robert Rodriguez imprime su sello no sólo en la elección de los actores sino en el evidente origen mexicano de la familia y el humor más amable de toda la película a pesar de cierto inevitable gamberrismo. En cuanto a El hombre de Hollywood, Tarantino ya apunta maneras para ese narcisismo tan típico de él protagonizando el segmento con un papel escrito para sí mismo, repleto de esas marcas de la casa tan suyas (un largo plano secuencia, pies femeninos desnudos...) y un humor muy negro.

El aspecto global de Four rooms es caótico, ridículo a veces (aunque Tim Roth es un gran actor, en esta película resulta demasiado histriónico y sobreactuado) e irregular, pues desde mi punto de vista no todos los segmentos están a la misma altura. Para mí el mejor es, desde luego, Los maleducados, toda una verdadera tarjeta de visita de lo que es el cine de Robert Rodriguez.

Puntuación: 6

jueves, 20 de diciembre de 2012

Charlie Bartlett

Imagen de Wikipedia
Título: Charlie Bartlett
Director: Jon Poll
Intérpretes: Anton Yelchin, Kat Dennings, Robert Downey Jr., Hope Davis
Año de estreno: 2007

A veces me digo: "Con la de buenas pelis que hay por ahí y yo viendo ésta sólo porque aparece tal o cual actor". Se trata de algo que hago muy a menudo, y cada vez más. Hay varios ejemplos de lo mismo en este blog, y sé de otra gente que admite hacer lo mismo (y acompaña sus confesiones con esa escena de La sirenita en la que Sebastián dice a Ariel: "¡Espero que aprecies lo que hago por ti!"), pero por suerte, no siempre son malas películas. Charlie Bartlett es un buen ejemplo: reúne a uno de mis actores y actrices preferidos, que además, hacen de padre e hija, y es una película bastante pasable.

El protagonista titular es un chico de familia rica al que expulsan de un afamado colegio privado. Su madre, Marilyn, decide entonces inscribirle en la escuela pública, y Charlie se ve inmerso en un mundo completamente distinto del que había conocido hasta entonces: tiene pinta de rarito por llevar americana, los matones le pegan y la chica más guapa de su clase parece reírse de él. Una visita al psiquiatra familiar acaba con una prescripción de Ritalin, y su experiencia con la sustancia psicoestimulante le da una idea para ganar popularidad en el instituto: valiéndose de su acceso a distintos psiquiatras, Charlie gana acceso a fármacos de prescripción psiquiátrica y comienza a ejercer de terapeuta para sus compañeros y a administrarles medicación. Todo comienza a ir viento en popa: hace amigos inesperados,  la chica que le gusta, Susan Gardner, empieza a interesarse por él; gana una gran popularidad y, por algún motivo, se acaba convirtiendo en una especie de líder. Pero la situación no puede durar, y el gran plan de Charlie deriva en un drama que debe solucionar.

La mayoría de la gente no es consciente de que los medicamentos son armas de doble filo. Aunque están diseñados para curar y/o mitigar los síntomas de ciertas dolencias, la razón por la que deben ser recetados por un especialista escapa a la comprensión de muchos pacientes. Lo que a una persona le va bien a otra puede hacerla empeorar o incluso matarla por un buen montón de motivos, desde un metabolismo diferente a una alergia. Por eso cuando empecé a ver por dónde iban los tiros en Charlie Bartlett me di cuenta de que, pese a ese tono de melodrama constante desde el minuto uno, las cosas no podían salir bien con medicamentos de por medio. Aunque la historia no abandona ese género, el melodrama, sí que resta importancia a ese tema tan importante para centrarse en la clásica necesidad adolescente de "ser popular", un tema que resulta manido hasta que uno de los secundarios con más peso de la historia, Nathan Gardner (director del instituto y padre de la novia de Charlie) pone sobre la mesa la responsabilidad que conlleva la popularidad, y es ahí donde el tema se vuelve verdaderamente interesante. Una pena que quede un tanto inexplorado una vez Charlie asume dicha responsabilidad sin apenas rechistar.

Las interpretaciones y la atmósfera en Charlie Bartlett son buenas; no brillantes, pero buenas. Anton Yelchin encarna al clásico adolescente ansioso por encajar cuya principal novedad es que es el chico rico que se siente fuera de sitio en un centro público corriente; Kat Dennings y Robert Downey Jr. encarnan papeles clásicos en ellos que resuelven francamente bien (sobre todo él) y plasman una relación padre-hija de la que podría haberse sacado más jugo. La madre de Charlie tiene notas de otros personajes que ya hemos visto, aunque Hope Davis la interpreta francamente genial, y el resto de personajes, fundamentalmente compañeros de clase de Charlie y Susan, se ciñen a una serie de clichés de películas y series de adolescentes que no aportan nada nuevo, pero eh, funcionan.

En resumen y como decía al principio, Charlie Bartlett no es la octava maravilla del mundo, ni siquiera dentro del cine sobre adolescentes (¿se podría considerar un sub-género? No para adolescentes, sino sobre adolescentes), pero es entretenida y tiene escenas bien tejidas. Pasable.

Puntuación: 7

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La caída de los gigantes

Imagen de casadellibro.com
Título: La caída de los gigantes
Autor: Ken Follett
Año de publicación: 2010
Editorial: Plaza Janés

Aunque todas las personas que conozco tienen gustos literarios muy variados y diversos, hay un libro que todos quienes lo han leído lo ponen por las nubes, y es Los pilares de la Tierra. Es más, muchas de esas personas, que saben de mi afición por la lectura, se han sorprendido de que yo no lo haya leído. Y así es. No lo he hecho, y no tengo ninguna gana de leer dicha novela, no por llevar la contraria, sino porque no me gusta nada la Edad Media. Pero como se sigue ensalzando tanto a Follett como escritor, la publicación de su trilogía The Century me ha dado la oportunidad de conocerle gracias a una saga ambientada en una época que me atrae mucho más que el siglo XII.

La historia se desarrolla simultáneamente en varios países, y las vidas los personajes, de distintas nacionalidades, se van entrecruzando a merced del desarrollo de la I Guerra Mundial, eje de la trama. No obstante, todo comienza en Gales, en un pueblo minero llamado Aberowen, en 1911. Billy Williams baja a la mina por primera vez, donde tiene una experiencia casi religiosa. Dicha mina pertenece al conde Fitzherbert, un aristócrata de añejas ideas que tiene una aventura con su ama de llaves y hermana de Billy, Ethel Williams. Durante una fiesta a la que asisten numerosas personalidades del Londres de preguerra conoceremos a algunos de los personajes más relevantes de la historia, como la hermana feminista del conde, Maud; su amigo alemán, Walter; el consejero del presidente Wilson, Gus, o la esposa del propio conde, la caprichosa princesa rusa Bea. Una visita de Fitzherbert, Bea y Gus a San Petersburgo nos permite conocer a los hermanos Grigori y Lev, socialistas que sueñan con una vida mejor; el estallido de la guerra coloca a todos estos personajes en el ojo del huracán y altera sus vidas para siempre.

Es muy difícil resumir el argumento de La caída de los gigantes debido a la ingente cantidad de personajes que desfilan por sus páginas (de hecho, la novela cuenta con una larga guía para reconocerlos al principio de la misma) y la manera en que sus caminos se entrecruzan para separarse más tarde y a veces, volver a cruzarse. La novela cubre los cuatro años que dura la guerra además de la Revolución Rusa y una semblanza de los efectos de ambas en los Estados Unidos. Sin embargo, Follett se preocupa más por las vivencias personales de los personajes que por el propio conflicto o la repercusión del mismo en sus vidas, ya estén luchando en el frente o no, de manera que la contienda es más un telón de fondo un tanto desvaído que tan sólo adquiere cierta importancia cuando se trata de dos personajes en concreto, separados a lo largo de los cuatro años que duró la guerra a causa de sus nacionalidades. Más allá de eso, una vez el lector se habitúa al elevado número de personajes y logra seguirles la pista, se hace evidente que Follett se sirve, para modelar a los mismos, de personalidades y patrones de comportamiento que ya vimos en Los pilares de la Tierra (aunque no haya leído la novela, la miniserie que la adaptó es bastante fiel), por lo que la originalidad en ese aspecto es un tanto escasa... Sobre todo si tenemos en cuenta que esos personajes llevan el peso de la historia, como ya he mencionado anteriormente.

El propósito de The Century es desarrollar la historia del siglo XX a través de varias generaciones de personajes, centrando cada una de sus tres entregas en las tres grandes guerras del último siglo. Así, a La caída de los gigantes le ha seguido El invierno del mundo, publicada este año y con la II Guerra Mundial como elemento central, y la tercera entrega, aún sin título, se desarrollará durante la Guerra Fría. Aunque previsiblemente acabaré leyéndome la trilogía completa, debo confesar que las mil y pico páginas de La caída de los gigantes me han dejado un poco fría, cosa que supone una decepción, pues hablamos de Ken Follett, que es algo así como el equivalente a una estrella del rock llena-estadios en literatura contemporánea. Así que, después de haber leído su penúltima obra, mis ganas de leer Los pilares de la Tierra siguen bajo mínimos.

Puntuación: 6

lunes, 17 de diciembre de 2012

Un franco, 14 pesetas

Imagen de filmaffinity.com
Título: Un franco, 14 pesetas
Director: Carlos Iglesias
Intérpretes: Carlos Iglesias, Javier Gutiérrez, Nieve de Medina, Isabel Blanco
Año de estreno: 2006

Cualquiera que me conozca un poco sabrá ya que no soy ninguna fan del cine español. Lo encuentro monotemático en exceso, y las pocas películas rodadas en mi país que han llegado a gustarme son auténticas rarezas dentro mi lista de títulos preferidos. La verdad es que me viene de familia, pues en mi casa no nos entusiasma a ninguno el cine español salvo contados ejemplos, y de éstos, Un franco, 14 pesetas es una de esas escasas películas que mis padres disfrutaron y me recomendaron. Y aunque mis gustos cinematográficos difieren bastante de los suyos, me fié de esa recomendación al ponerme a ver esta película.

Martín y Marcos son dos amigos que, a principios de los años 60, son despedidos de la fábrica en la que trabajan. Desesperados por hallar un nuevo trabajo, los dos madrileños se marchan a un pequeño pueblo en el norte de Suiza, donde les sorprende la opulencia y la sensación de libertad en comparación con lo que han conocido. Tras un año de trabajo en una fábrica local, Pilar, la mujer de Martín, descubre que el dinero de todo un año de trabajo que éste le envió para pagar un piso a las afueras de Madrid se ha desvanecido al desaparecer la promotora, de manera que Pilar y Pablo, su hijo, se marchan a Suiza también para unirse a Martín y salir adelante.

Ahora que la situación económica en España es la que es y no son pocos los que tienen que emigrar para encontrar trabajo, la historia que nos cuenta Un franco, 14 pesetas resulta tristemente cercana. Sin embargo, a diferencia de las innumerables películas que se regodean en el drama al narrar una historia que se desarrolla en la posguerra o el franquismo, Un franco, 14 pesetas recurre a los recuerdos infantiles del director y guionista, Carlos Iglesias, para crear una historia repleta de nostalgia y ternura en la que se nos muestran las vicisitudes de los inmigrantes y las dificultades para adaptarse a maneras de ser de otros países que, en ciertos momentos de nuestra Historia, parecían hallarse a años luz pese a encontrarse en el mismo continente.

Puntuación: 9

domingo, 16 de diciembre de 2012

El increíble Hulk

Imagen de Wikipedia
Título: El increíble Hulk (The incredible Hulk)
Director: Louis Leterrier
Intérpretes: Edward Norton, Liv Tyler, William Hurt, Tim Roth
Año de estreno: 2008

¿Recordáis mi maratón de Marvel antes de ir a ver al cine Los Vengadores? Es una decisión de la que me enorgullecí mientras veía la película, pues así pude captar los numerosos guiños que se hacían no sólo en dicha película a las dedicadas a los personajes en solitario, sino apreciar las referencias que se hace entre las mismas. Tan sólo renuncié a ver las dos películas dedicadas a Hulk, ya que se trataba de un personaje que no me atraía. No obstante, después de haber visto Los Vengadores un par de veces más, le cogí un cariño especial al doctor Banner en su tercera encarnación en la piel de Mark Ruffalo. Quizá fue el excelente trabajo de este actor lo que me hizo aún más reticente a ver la película El increíble Hulk (pues a aquellas alturas, quienes ya habían visionado ambas me dijeron que la existencia de Hulk, dirigida por Ang Lee en 2003, debía ser obviada), pero al final he acabado cediendo. Y gran parte del mérito pertenece a Edward Norton, al que considero un gran actor.

Tras un experimento con radiación gamma que buscaba reproducir el Proyecto Súpersoldado que se desarrolló en la II Guerra Mundial, algo sale terriblemente mal, y el doctor Bruce Banner, científico que se expuso a la radiación en aras de un objetivo diferente al oficial, tuvo que escapar. Cinco años después, el Ejército le busca, pero él vive oculto en Brasil buscando la cura para su condición, investigando maneras de controlar la ira y sobreviviendo gracias a su trabajo en una fábrica de refrescos. Un incidente fortuito indica al general Ross su ubicación, que logra reunir un experto equipo encabezado por un soldado sin escrúpulos llamado Emil Blonsky para detenerle, pero durante una persecución, el secreto de la investigación que hizo huir a Bruce de la Universidad Culver sale a la luz cuando el científico se transforma en una gigantesca criatura verde. Decidido a encontrar una cura definitiva, Bruce se atreve finalmente a regresar a Virginia, donde se ve obligado a enfrentarse a la parte más dura de su pasado, que se llama Betty Ross.

Estrenada en Estados Unidos tan sólo un mes después de Iron Man, en El increíble Hulk ya se percibe esa intención de continuidad entre las películas de lo que se conoce como Marvel Cinematic Universe Phase 1, una continuidad que quedó interrumpida hasta el estreno de Iron Man 2 en 2010 para retomar un ritmo más constante hasta la reciente Los Vengadores. Es una pena que el cambio de actor que encarna a Bruce en dicha entrega (cambio, se dice, exigido por Robert Downey Jr.) rompa un poco dicho ritmo, aunque debo reconocer que, si bien Mark Ruffalo es el Bruce definitivo, Edward Norton hace un trabajo sencillamente notable, no sólo por la manera en que se mete en la piel de Hulk como héroe en solitario, sino por la extraordinaria química que se desarrolla entre él y Liv Tyler como la novia de Banner, Betty Ross. Los actores que encarnan a los antagonistas hacen también un trabajo excelente, aunque mi preferido es sin duda Tim Roth como Emil Blonsky, pues imprime al personaje su aspecto perturbador de una manera muy particular desde el instante en que aparece en pantalla.

El increíble Hulk goza de un ritmo narrativo muy fluido, con dinámicas persecuciones y escenas de acción, si bien el combate final me dejó un poco fría en comparación con los anteriores. En la película vemos además una fotografía excelente de colores saturados que dan un enfoque muy de cómic a los escenarios reales en los que se desarrolla la historia. El aspecto global se acerca mucho, evidentemente, al de las demás películas de los personajes que protagonizan Los Vengadores, por lo que apena un poco que algunos fans la obvien cuando hablan de la saga.

Puntuación: 8

sábado, 15 de diciembre de 2012

Las ventajas de ser un marginado

Imagen de libros.fnac.es
Título: Las ventajas de ser un marginado
Autor: Stephen Chbosky
Año de publicación: 1999
Editorial: Alfaguara

No creo que pueda acabar nunca de quejarme de lo mucho que tardan en llegar ciertos materiales a España. Si ya incluso las superproducciones cinematográficas que no tienen una fecha de estreno mundial pueden llegarnos con meses de retraso, no hablemos de otros materiales, como los libros. Las ventajas de ser un marginado es un caso de lo más sangrante, no tanto por su calidad literaria sino por el impacto cultural que tuvo en el momento de su publicación, allá por el 99, hasta nuestros días, pues los adolescentes que lo leyeron entonces son los hipsters que ahora adornan sus blogs con citas tomadas de sus páginas. ¿Y a qué se debe que se hayan decidido a publicarlo en España precisamente ahora? Sin duda, su adaptación al cine con Emma Watson encarnando a una de las protagonistas de la historia. La película también llegará con retraso, claro.

El protagonista de esta novela epistolar se hace llamar Charlie y tiene quince años. Tras el suicidio de su mejor amigo, Charlie decide comenzar a escribir cartas a un destinatario desconocido con la esperanza de que no juzgue sus vivencias. A través de estas misivas, Charlie comienza su primer año de instituto como un marginado sin amigos hasta que conoce a Sam y a Patrick, con los que se inicia en la adolescencia y se encamina hacia la madurez a través de experiencias sentimentales, buena música, coqueteos con las drogas y un puñado de vivencias que le hacen comprender lo que implica estar vivo.

Creo que lo que más me ha llamado la atención de Las ventajas de ser un marginado es que el protagonista relata una serie de vivencias típicas de los adolescentes, y no sólo los estadounidenses, que por sí mismas podrían constituir grandes dramas en cualquier otro libro con una frescura que, sin restarles importancia, pero con un aspecto de cotidianidad muy marcado que da a la historia un aspecto de realismo bastante curioso. Además, se hacen numerosas referencias a la cultura pop del momento en el que el libro se desarrolla (principios de los años 90) a través de títulos de canciones y películas, que acercan mucho la historia al lector. La novela cuenta con una prosa fluida y algunas frase de lo más inspiradoras, si bien el protagonista y narrador resulta un tanto cargante en ciertos pasajes.

Aunque hace ya varios años que dejé atrás la maldita adolescencia, esos años tan venerados como detestados, Las ventajas de ser un marginado no me ha resultado ajena, incluso aunque muchas de las cosas que hace y le suceden a Charlie no las he experimentado, quizá porque actualmente mucha gente adulta sigue comportándose como adolescentes. Se diferencian de Charlie y sus amigos en dos cosas: la primera es que ellos maduran; la segunda es que ellos son adolescentes de verdad, y ésa es su excusa.

Puntuación: 7

viernes, 14 de diciembre de 2012

Centurión

Imagen de Wikipedia
Título: Centurión (Centurion)
Director: Neil Marshall
Intérpretes: Michael Fassbender, Olga Kurylenko, Dominic West, Imogen Poots
Año de estreno: 2010

La Historia está plagada de enigmas, algunos tan legendarios que cuando llega su resolución, nunca es tan popular como el misterio en sí. Algunos conspiranoicos insisten en darles a dichos enigmas explicaciones basadas en lo paranormal, y todas las teorías, desde las más creíbles hasta las más fantasiosas, tienen cabida en el cine. La desaparición de una legión romana al completo durante la invasión de Britania en el siglo II carece de ese ingrediente paranormal tan deseado, pero sin duda tiene unos tintes macabros que el cine y la literatura han sabido explotar. Curiosamente, se estrenaron en años consecutivos dos películas sobre el tema: en 2010 vio la luz Centurión, mientras que en 2011 lo hizo La legión del águila. No es más que un dato anecdótico, pero no puedo evitar encontrarlo interesante.

Centurión comienza con un hombre semidesnudo corriendo a través de la nieve. Es el centurión Quintus Dias, único superviviente del ataque a su guarnición por parte de los pictos, un pueblo que habita las tierras altas de Escocia y al que Roma desea someter. El gobernador romano de Britania, Agricola, le envía junto a la IX Legión acompañado por Etain, una exploradora brigante y muda que actúa como espía para los romanos. Al llegar al asentamiento de la IX Legión, Quintus conoce a su carismático general, Titus Flavius Virilus, y entabla amistad con algunos soldados. La legión se adentra en territorio picto sin sospechar que su misión de derrotarles definitivamente está condenado desde el principio.

Cuando Michael Fassbender dio la campanada en 2011 al protagonizar cuatro sonados largometrajes, me convertí en una fan acérrima, y claro, empecé a buscar los títulos de su filmografía. Así fue como llegué a dar con Centurión, una película cuyas mayores bazas son el propio Fassbender, cuyo talento interpretativo no brilla tanto como podría, la brillante ambientación y una espectacular fotografía de paisajes que deja unos paisajes sencillamente deslumbrantes. Del resto, poco más se puede decir: aunque los personajes tienen un tratamiento interesante y la historia está bien contada, parece que falta algo, no sé el qué, pero cuando la película acabó me quedé con la sensación de que no tenía la fuerza que podría haber tenido, quizá por el final, demasiado precipitado, o ese uso de cámara al hombro que lleva de moda y unos años y que personalmente encuentro difícil de soportar. En cualquier caso, Centurión no deja de ser una película bastante buena, estéticamente bonita y con unos personajes secundarios cargados de encanto y carisma.

Puntuación: 7

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Infiltrados en clase

Imagen de Wikipedia
Título: Infiltrados en clase (21 Jump Street)
Director: Phil Lord y Chris Miller
Intérpretes: Jonah Hill, Channing Tatum, Dave Franco, Ice Cube
Año de estreno: 2012

Un poco de humor cafre nunca viene mal. Es más, hay veces que incluso apetece, y debo reconocer que algunas de las comedias con las que mejor me lo he pasado eran de esa clase. Aun así, cuando vi el tráiler de Infiltrados en clase me pareció que debía pertenecer a una categoría de cine que no podría llegar a interesarme jamás. Por eso me pillaron por sorpresa las buenas críticas que leí en prensa de la película, y así, junto a una amiga que me ha acompañado en una buena colección de carcajadas provocadas por esta clase de comedias (como Salidos de cuentas o Supersalidos), nos pusimos a verla. Y a decir verdad... Infiltrados en clase hace justicia a su fama.

Morton Schmidt y Greg Genko son un par de viejos compañeros de instituto que se reencuentran en la Academia de Policía. El primero era el típico friki, fan acérrimo de Eminem, mientras que el segundo era el guaperas bobo que se las llevaba de calle, y no hace falta mencionar que se odiaban. Sin embargo, la experiencia de ayudarse mutuamente a superar la Academia les convierte en grandes amigos, y por eso, cuando fastidian su primer día de patrulla, van a parar también juntos al mismo siete: al 21 de Jump Street, una división especializada en infiltraciones. El capitán Dickson les asigna un instituto en el que circula una nueva y peligrosa droga, de manera que Schmidt y Genko comienzan a asistir de nuevo a clase bajo falsas identidades y como hermanos, pero no tardan en comprobar que el instituto ha cambiado por completo desde su época como estudiantes.

Infiltrados en clase se basa en una serie de televisión que se emitió en Estados Unidos entre 1987 y 1991, y que se pudo ver en España (aunque no sé cuándo) bajo el título Jóvenes policías. Las similitudes parecen acabar ahí, pues la serie original era la típica de policías; probablemente, la dosis de humor era mucho menor.

Si no habéis visto la película, pero sí el tráiler de televisión, como yo al principio, debéis saber que Infiltrados en clase no es, ni por asomo, tan mala como parecía en dicho tráiler. Es más, la película exhibe un humor mucho menos cafre de lo que podría parecer, es ocurrente y a menudo sarcástica; al encontrarme en el margen de edad que representan los dos policías protagonistas, percibí mientras la veía numerosas referencias a la vida adolescente de los noventa y principios de los dos mil y su contraste con la actual con las que me sentí más que identificada. Pero eso no es todo: Infiltrados en clase es un desfile de gags y situaciones tan reales que parecen absurdas, además de grandes frases e incluso instantes sorprendentes. Es una película idónea para ver con amigos y echarse unas risas, de ésas que sientan tan bien.

Puntuación: 9

martes, 11 de diciembre de 2012

El origen de los Guardianes

Imagen de Wikipedia
Título: El origen de los Guardianes (Rise of the Guardians)
Director: Peter Ramsey
Intérpretes (voces): Chris Pine, Alec Baldwin, Hugh Jackman, Isla Fisher
Año de estreno: 2012

Con el cine de animación en auge y superada la época en que Disney tenía el monopolio sobre el formato, las productoras estadounidenses parecen esforzarse al máximo cada año para ofrecernos historias más elaboradas tanto argumental como visualmente. El origen de los Guardianes, la última creación de DreamWorks, se basa en las novelas del autor e ilustrador William Joyce, Los Guardianes, para relatar una fascinante historia en la que una serie de personajes del mundo imaginario infantil adquieren un protagonismo completamente nuevo.

Jack Escarcha es el espíritu del invierno, y cada año lleva el frío y la nieve a las ciudades. Su mayor frustración, además de ser incapaz de recordar nada antes de convertirse en quien es, consiste en ser invisible para todo el mundo, sobre todo para los niños, que tanto disfrutan con la nieve que él crea. Acostumbrado a la soledad, no acepta de buen grado la invitación de los Guardianes, un grupo formado por Norte (también conocido como Santa Claus), el Conejo de Pascua, el Hada de los Dientes y Sandman, de unirse a ellos. No obstante, Jack descubre que no tiene alternativa: la Sombra, más conocido por los niños como el Coco, ha descubierto una manera de crear pesadillas e interferir en la labor de los Guardianes para que los niños dejen de creer en ellos, y por tanto, de existir.

Aunque la naturaleza anglosajona de los personajes que protagonizan esta cinta pueda echar un poco para atrás al espectador español, es una película muy recomendable para cualquier amante de la animación que se precie. El origen de los Guardianes no sólo cuenta con una trama clásica para toda la familia, sino que además tiene un apartado visual impecable, con una animación de alta calidad y gran belleza que me absorbió por completo a lo largo de toda la película, además de unos personajes muy simpáticos y un uso fascinante de la mitología e iconografía clásicos de cada uno de los personajes. La historia se desarrolla, además, doscientos años después de las novelas originales (recién publicadas en España), por lo que podría decirse que las complementa.

Según he leído, El origen de los Guardianes ha tenido, incluso en Estados Unidos, menos éxito que otras películas de DreamWorks, como las franquicias Shrek o Kung Fu Panda. Una lástima, porque aunque el espíritu de esta película es completamente distinto a las ya citadas (y de hecho su estreno cerca de Navidad es de lo más efectivo), El origen de los Guardianes tiene el particular encanto de un cuento ilustrado con mimo, y probablemente los mayores sean más capaces de apreciarla que los pequeños de la casa.

Puntuación: 9