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Director: David O. Russell
Intérpretes: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver
Año de estreno: 2012
Quienes seguís este blog de manera regular sabéis de mis recelos hacia las críticas debido a mis experiencias personales, pues han sido críticas malas las que me han hecho evitar en cines películas que me han gustado e ir a ver otras que me han parecido horribles. Cuando se empezó a hablar de las virtudes de El lado bueno de las cosas, tildada de comedia romántica, y encaramándose de manera insospechada (debido a ese género precisamente) a diversas categorías principales en entregas de premios cinematográficos, me cuestioné muy mucho, por si acaso, si ir a verla al cine merecía la pena, incluso aunque la protagonista fuera Jennifer Lawrence, una actriz que, francamente, me cae fenomenal. Me ha costado, sí, pero finalmente he ido a verla. Al cine, sí. A estas alturas, sí. Pero la permanencia de ciertas películas en determinadas salas durante meses es otro debate.
Pat Solitano es un ex profesor de secundaria que sale de un hospital psiquiátrico tras ocho meses de encierro. ¿El motivo? Una paliza que propinó al amante de su mujer cuando les descubrió juntos. Tras el incidente, a Pat se le diagnosticó un trastorno bipolar, pero tras su estancia en el centro, se le considera preparado para reintegrarse en la sociedad, siempre que no se acerque a su ex mujer, Nikki. Al regresar con sus padres, Pat tiene un objetivo fundamental en mente: lograr que su amada esposa se dé cuenta de que ha cambiado, y para conseguirlo pone en práctica una filosofía de vida que aprendió en el psiquiátrico: buscar siempre el lado bueno de las cosas. Y a ello se dedica en cuerpo y alma, incluso cuando su mejor amigo le presenta a su desconcertante cuñada, Tiffany, una joven viuda con fama de facilona y unos problemas mentales no muy lejanos a los de Pat.
Después de haber visto El lado bueno de las cosas puedo afirmar que los distintos premios interpretativos que ha recibido están más que merecidos. Aunque Bradley Cooper hace un estupendo trabajo, Jennifer Lawrence se lo come con patatas con su histérica interpretación de un personaje muy alejado de sus interpretaciones más recientes, con un aire más maduro que las adolescentes que le ha tocado encarnar en la ficción, aunque sea sólo por sus circunstancias vitales; el personaje de Tiffany Maxwell es, en todos los sentidos, una adulta. Pero como comentaba, aunque ella es quien más se luce, el resto de actores hacen un trabajo impecable, destacando para mi gusto Jacki Weaver como una "madre muy madre" y Julia Stiles como la estirada hermana de Tiffany.
Creo que lo más interesante de El lado bueno de las cosas no es el argumento en sí, sino el sutil mensaje que nos transmite de que, en el fondo, todos estamos un poco locos, porque todos tenemos obsesiones, fetiches, supersticiones y manías, y gracias a la constante mención a los desórdenes mentales del protagonista y la actitud del resto de personajes, percibimos cómo se cumple aquella frase de Caetano Veloso: "De cerca, nadie es normal".
Puntuación: 8
Cuando fui a verla, al principio no me enganchó nada... hasta que apareció Jennifer Lawrence, que no me extraña que ganara el oscar porque fue aparecer y tenerme enganchada hasta el final. Reconozco que al final me encantó! Besitos!
ResponderEliminarLa verdad es que, sin ella, la peli perdería bastante... Tanto por el propio personaje como por su interpretación del mismo, porque Bradley Cooper también lo hace genial, pero su personaje es bastante insoportable. Si te bebieras un chupito cada vez que pronuncia la palabra "Nikki", saldrías del cine en camilla, con un coma etílico.
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