sábado, 20 de junio de 2009

La Historia Interminable


Título: La Historia Interminable
Autor: Michael Ende
Editorial: Alfaguara
Fecha de publicación: 1979

Es una larga historia la que me une a este libro. Me lo regalaron cuando tenía ocho años, y la novela de Michael Ende no me resultaba desconocida gracias a la película, que en aquella época vi en televisión varias veces, y me encantaba. Recibí el libro con entusiasmo. Dos veces traté de leerlo, y dos veces tuve que renunciar. Pasada la primera y amena parte del relato, en la que se desarrollan las aventuras de Atreyu, la segunda mitad me resultaba aburrida y muy lenta. Recuerdo con claridad que la segunda vez que lo dejé, ya con nueve años, me había convertido en una gran fan de Ende gracias a las aventuras de Jim Boton; el primer volumen de las mismas era mi libro preferido. Por esa razón me decidí a darle una segunda oportunidad a La Historia Interminable. Abandoné en Goab, el desierto de colores.

Hace tan sólo unos días decidí saldar mi asignatura pendiente con la obra más conocida de Ende. Y he aquí el resultado.

¿Existe alguien que no conozca el argumento de La Historia Interminable? Ésta se inicia cuando el acomplejado Bastian Baltasar Bux, de diez años de edad, roba un misterioso libro en una librería en la que entra huyendo de unos matones. Tras buscar un lugar resguardado, Bastian se pone a leer dicho libro, en el que se narra cómo el reino sin fronteras de Fantasia va siendo invadido por la Nada, razón por la que la Emperatriz Infantil encarga al héroe Atreyu que encuentre la manera de salvarles a ella y a Fantasia. Atreyu vive diversas aventuras hasta descubrir que la única manera de salvar Fantasia es que un ser humano dé un nuevo nombre a la Emperatriz Infantil. Bastia es quien cumple dicha misión, por lo que se traslada a Fantasia convertido en el héroe que siempre deseó ser para volver a crear Fantasia, sin saber lo que ese sueño hecho realidad le exigirá a cambio...

La Historia Interminable es, con permiso de Tolkien, la novela de fantasía por excelencia. No sólo posee una cautivadora historia y un universo rebosante de imaginación, sino también una serie de enseñanzas especialmente valiosas tanto para el público infantil al que está dirigida la novela como a los adultos; supongo que eso explica que, a mi edad (más de veinte años), La Historia Interminable haya servido para reafirmarme en que, por encima de todo, me gusta la fantasía.

Puntuación: 9

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