Título: Toma el dinero y corre (Take the money and run)
Director: Woody Allen
Intérpretes: Woody Allen, Janet Margolin, Louise Lasser, Marcel Hillaire
Año de estreno: 1969
Últimamente que las películas del gran director de Manhattan dejan bastante que desear, es un buen momento para revisar la filmografía de sus primeros años. Si se comparan, por ejemplo, Scoop (siendo benevolente, pues de las actuales de Woody Allen es la que menos me disgusta, podría incluso decir que me gusta) con Annie Hall, es que no hay color. Cierto es que no he visto la última, Si la cosa funciona, y me han dicho que es muy buena, pero hay que tener en cuenta que se trata de un guión que Allen tenía escrito desde hace años.
Para comenzar a revisar la filmografía de Woody Allen, noy hay mejor pieza que Toma el dinero y corre, su segunda película. Filmada a modo de falso documental (al igual que haría años más tarde en Zelig), la película narra ñas aventuras y desventuras (más bien éstas últimas) de Virgil Starkwell, un desastroso delincuente que tras varias estancias en la cárcel, conoce a una hermosa y dulce joven de la que se enamora, de manera que se compromete a cambiar... pero como en tantas otras cosas, es más fácil decirlo que hacerlo.
Se nota lo temprano de la película en la clase de humor que utiliza Allen: aunque ya presenta las características que le definirán en obras maestras como Annie Hall o Manhattan, resulta algo tosco, menos refinado, por así decirlo. El aspecto general de Toma el dinero y corre es de un gran absurdo, más o menos como en Lily, la tigresa, con la diferencia de que en vez de ser consecuencia del doblaje de una película japonesa, se debe a la propia actuación de Woody Allen, joven e inexperto y sobre todo, sin temor al ridículo. No obstante, es precisamente esto lo que provoca la hilaridad, junto a los recursos visuales y los consabidos chascarrillos que constituyen la marca de la casa en cualquier película clásica de Woody Allen.
En conjunto se trata de una película muy recomendable para los amantes del humor, especialmente aquellos que estén descubriendo a Woody Allen con sus, digamos, diez últimas películas. Señores: hubo vida antes de Scarlet Johansson.
Puntuación: 7
Para comenzar a revisar la filmografía de Woody Allen, noy hay mejor pieza que Toma el dinero y corre, su segunda película. Filmada a modo de falso documental (al igual que haría años más tarde en Zelig), la película narra ñas aventuras y desventuras (más bien éstas últimas) de Virgil Starkwell, un desastroso delincuente que tras varias estancias en la cárcel, conoce a una hermosa y dulce joven de la que se enamora, de manera que se compromete a cambiar... pero como en tantas otras cosas, es más fácil decirlo que hacerlo.
Se nota lo temprano de la película en la clase de humor que utiliza Allen: aunque ya presenta las características que le definirán en obras maestras como Annie Hall o Manhattan, resulta algo tosco, menos refinado, por así decirlo. El aspecto general de Toma el dinero y corre es de un gran absurdo, más o menos como en Lily, la tigresa, con la diferencia de que en vez de ser consecuencia del doblaje de una película japonesa, se debe a la propia actuación de Woody Allen, joven e inexperto y sobre todo, sin temor al ridículo. No obstante, es precisamente esto lo que provoca la hilaridad, junto a los recursos visuales y los consabidos chascarrillos que constituyen la marca de la casa en cualquier película clásica de Woody Allen.
En conjunto se trata de una película muy recomendable para los amantes del humor, especialmente aquellos que estén descubriendo a Woody Allen con sus, digamos, diez últimas películas. Señores: hubo vida antes de Scarlet Johansson.
Puntuación: 7
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