martes, 14 de julio de 2009

Special A


Título: Special A
Autor: Minami Maki
Género: Shoujo
Editorial japonesa: Hankusensha
Editorial española: Ninguna

Número de volúmenes: 17

Tengo, por primera vez, oportunidad de hablar acerca de una de mis grandes pasiones: el manga, o cómic japonés para los no iniciados. Y aunque podría realizar esta primera entrada acerca de algo que me gusta tanto explayándome acerca de alguna de mis series preferidas, seguiré fiel a mi costumbre y realizaré una crítica de la última serie que he leído.


Descubrí Special A gracias al anime que de este manga se ha realizado, y que más adelante comentaré. Gracias a las
similitudes que comparte con otro anime que me encanta, Ouran Kokou Host Club, me decidí a comenzar a verlo. Y como me encantó, pues me hice con el manga adaptado a la pequeña pantalla, con tan buena suerte que acababa de finalizar su publicación en Japón. La revista quincenal Hana to Yume albergó Special A entre sus páginas desde 2003 hasta marzo de 2009; se ha ido recopilando en 17 volúmenes. Una serie bastante larga, como puede apreciarse.

¿Y de qué trata? Su historia se inicia con una niña llamada Hikari Hanazono, cuyo padre, un verdadero fanático del pro-wrestling, ha entrenado en esta disciplina desde que era un bebé, por lo que es imbatible. No obstante, un buen día se cruza en su camino el hijo de un amigo de su padre (y tan seguidor del pro-wrestling como él) llamado Kei Takishima, que se convierte en el primero en derrotarla. Ante semejante humillación, Hikari jura que logrará vencerle algún día, y para ello se matricula en el mismo instituto al que él acude, la exclusiva Academia Shirotsuji. En ésta, el nivel de los estudiantes decide la clase en la que van a estar, de la A a la F, y existe un nivel superior al que acuden tan sólo los siete mejores estudiantes de todo el instituto, que casualmente proceden de las familias más adineradas de Japón más Hikari, cuyo padre es carpintero. Esta clase especial se llama Special A (o S.A., para abreviar) y gozan de
privilegios especiales, como tener un lugar de reunión exclusivo en un lujoso invernadero o lucir un uniforme distinto. Kei ocupa el número uno dentro del ránking de la S.A., y Hikari, cómo no, el número dos. Los otros cinco integrantes de la S.A., más los numerosos personajes que van apareciendo a lo largo de la historia completan los ciclos de alocadas aventuras en que se ven sumidos de principio a fin.

Y es que 17 tomos dan para mucho. A lo largo de todas esas páginas vamos conociendo mejor a todos los integrantes de la S.A., desde sus obsesiones (que no son moco de pavo) a sus pasiones y miedos. Pocos personajes más de la Academia tienen cabida, pues la comitiva de secundarios la integran sobre todo familiares de los dos protagonistas, empleados, extranjeros e incluso alumnos del instituto rival que tienen un enlace importante con la S.A.. Sin embargo, en mi opinión se trata de una de esas series que, al conocer un gran éxito, es alargada ex profeso por la editorial. Algunas situaciones son demasiado rebuscadas, no siguen una linealidad demasiado marcada (es decir, se nota que al acabar un ciclo de aventuras de varios capítulos, se meten en otro que no viene demasiado a cuento y lo solucionan con frases del tipo: "Vamos a pasar unos días a Hawaii porque a tal le apetece"), el conjunto no resulta demasiado fluido. Eso no quiere decir que sea aburrido, para nada. Mi recomendación es leerlo hasta el final, pues tiene escenas muy divertidas. Una característica interesante es que la autora acaba tratando a todos los personajes por igual. Lo normal en un manga shoujo es que la trama se centre en la pareja protagonista y, como mucho, en la mejor
amiga de la protagonista si llega a tener alguna historia de amor. Minami Maki, en cambio, empareja a todos y cada uno de los personajes; en ese aspecto, no deja ni un solo cabo suelto, aunque evidentemente la relación en la que más se profundiza es en la existente entre Hikari y Kei.

El dibujo en los primeros tomos no es ninguna maravilla, como suele suceder en todas las series largas de los autores debutantes. Sin embargo, como ya he dicho, 17 tomos dan para mucho y seis años dibujando a los mismos personajes se notan. Estiliza el canon, haciendo a los personajes delgados y angulosos (especialmente las barbillas y los codos), con ojos muy grandes (algo que parece característico del manga pero que no siempre lo es) y con pocos brillos. Además, como los personajes aparecen casi siempre vistiendo sus uniformes escolares, se ahorra la tarea de diseñar ropa.

En cuanto al anime, tiene 24 episodios, fue realizado por el Studio Gonzo y tampoco ha visto la luz en
España. Adapta aproximadamente los ocho primeros tomos del manga (y con bastante fidelidad), y como pasa a menudo con mangas inconclusos, los capítulos finales no se ciñen tanto a la obra original, van más por libre y acaban contanto lo mismo, pero de manera distinta para quitarle el regusto a continuidad que, a esas alturas, en manga sí tenía aún. La adaptación es buena, con un resultado muy ameno y divertido, aunque para mi gusto los openings y endings son un poco flojos. Mi personaje preferido en el anime es Kei, aunque sinceramente creo que es porque tiene el mismo doblador y cierto parecido físico (salvando las distancias, claro) con Lelouch Lamperouge, protagonista de Code Geass y uno de mis personajes de anime predilectos. Supongo que el asunto de la voz de Jun Fukuyama hizo bastante. Le da un carácter muy interesante al personaje, incluso cuando le dan esos ramalazos de enamoramiento en que se ve rodeado de rosa, brillos y burbujas; algo que queda demasiado forzado y no concuerda con el manga original. Es un anime ligerito, muy adecuado para hacer boca antes de leer el manga, aunque sea sólo para saber lo que sucederá después.

Special A es el manga idóneo para los y las fans de los shoujos cómicos, sobre todo aquellos que dan más realce al humor que al romance, que a fin de cuentas, es la característica dominante en este género.

Puntuación del manga: 9
Puntuación del anime: 9

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