Título: Como gustéis (As you like it)
Director: Kenneth Branagh
Intérpretes: Bryce Dallas Howards, David Oyelowo, Romola Garai, Alfred Molina
Año de estreno: 2006
Shakespeare siempre funciona. Se adapte como se adapte, ya sea literalmente o de manera rompedora, en imagen real o en animación, sus obras de teatro tienen esa magia que consigue hacer del resultado final un triunfo innegable. Branagh, un viejo conocido para los amantes del dramaturgo británico gracias a Mucho ruido y pocas nueces, Hamlet y Trabajos de amor perdidos, entre otras, se arriesgó con esta particular versión de una de las comedias más queridas de Shakespeare para hacer una deliciosa TV-movie de original ambientación: este Como gustéis se desarrolla en una colonia europea en Japón en plena Era Meiji.
Rosalinda es la hija de un duque europeo que admira la cultura del país en el que vive, Japón. Una noche, mientras el duque y sus cortesanos disfrutan de una representación de teatro kabuki, el hermano del duque y su ejército ninja atacan el palacio, expulsando al duque, si bien Rosalinda tiene permiso para quedarse debido a la estrecha amistad que la une a su prima Celia, hija del usurpador. Paralelamente, conocemos a Oliver y Orlando, hijos del noble Sir Rowland De Boys. El primogénito, celoso de las virtudes de su hermano menor, le condena a una vida de campesino, que éste se niega a asumir, razón por la que desafía en un combate al luchador de sumo Charles. Tras la victoria, Orlando conoce a Celia y a Rosalinda, y se enamora perdidamente de esta última. El duque, ofendido por la derrota de su campeón, envía al exilio a su sobrina, y Celia toma la determinación de acompañarla; a ellas se une el bufón de la corte. Las dos jóvenes deciden viajar al Bosque de Arden, donde se oculta el duque depuesto, y para evitar ser víctimas del pillaje por el camino, toman la resolución de disfrazarse: Celia se hará pasar por una pastora bajo el nombre de Aliena, mientras que Rosalinda tomará el nombre de Ganímedes para fingir ser un chico.
El enredo no podría ser más completo, ya que en las profundidades del bosque, los amores de numerosos personajes se mezclan entre sí, confusos por la falsa identidad de Rosalinda. La ambientación contribuye a aumentar la belleza de las escenas, si bien es poco fiel a la realidad para centrarse sólo en el aspecto estético de los escenarios y vestimentas de los personajes; así, hay una mezcla de actores occidentales y orientales, además de los hermanos De Boys, que están interpretados por actores negros británicos. La mezcla resulta confusa pero agradable, y de alguna manera me recuerda a la imagen idealizada que se tenía de Oriente en los siglos XVIII y XIX.
Para ser una TV-movie, no sólo destaca que sea un proyecto de Kenneth Branagh sino que llaman la atención algunos nombres conocidos, como Bryce Dallas Howard (a la que conocí gracias a ese encantador cuento que es La joven del agua), Alfred Molina o Kevin Kline (que no necesitan presentación). La interpretación es fluida y correcta a pesar de ceñirse al texto original en verso y tiene algunas escenas muy graciosas. La música, compuesta por Patrick Doyle, completa los escenarios con sus reminiscencias orientales, entretejiéndose con la delicada atmósfera de esta delicia: Como gustéis.
Puntuación: 8
Director: Kenneth Branagh
Intérpretes: Bryce Dallas Howards, David Oyelowo, Romola Garai, Alfred Molina
Año de estreno: 2006
Shakespeare siempre funciona. Se adapte como se adapte, ya sea literalmente o de manera rompedora, en imagen real o en animación, sus obras de teatro tienen esa magia que consigue hacer del resultado final un triunfo innegable. Branagh, un viejo conocido para los amantes del dramaturgo británico gracias a Mucho ruido y pocas nueces, Hamlet y Trabajos de amor perdidos, entre otras, se arriesgó con esta particular versión de una de las comedias más queridas de Shakespeare para hacer una deliciosa TV-movie de original ambientación: este Como gustéis se desarrolla en una colonia europea en Japón en plena Era Meiji.
Rosalinda es la hija de un duque europeo que admira la cultura del país en el que vive, Japón. Una noche, mientras el duque y sus cortesanos disfrutan de una representación de teatro kabuki, el hermano del duque y su ejército ninja atacan el palacio, expulsando al duque, si bien Rosalinda tiene permiso para quedarse debido a la estrecha amistad que la une a su prima Celia, hija del usurpador. Paralelamente, conocemos a Oliver y Orlando, hijos del noble Sir Rowland De Boys. El primogénito, celoso de las virtudes de su hermano menor, le condena a una vida de campesino, que éste se niega a asumir, razón por la que desafía en un combate al luchador de sumo Charles. Tras la victoria, Orlando conoce a Celia y a Rosalinda, y se enamora perdidamente de esta última. El duque, ofendido por la derrota de su campeón, envía al exilio a su sobrina, y Celia toma la determinación de acompañarla; a ellas se une el bufón de la corte. Las dos jóvenes deciden viajar al Bosque de Arden, donde se oculta el duque depuesto, y para evitar ser víctimas del pillaje por el camino, toman la resolución de disfrazarse: Celia se hará pasar por una pastora bajo el nombre de Aliena, mientras que Rosalinda tomará el nombre de Ganímedes para fingir ser un chico.
El enredo no podría ser más completo, ya que en las profundidades del bosque, los amores de numerosos personajes se mezclan entre sí, confusos por la falsa identidad de Rosalinda. La ambientación contribuye a aumentar la belleza de las escenas, si bien es poco fiel a la realidad para centrarse sólo en el aspecto estético de los escenarios y vestimentas de los personajes; así, hay una mezcla de actores occidentales y orientales, además de los hermanos De Boys, que están interpretados por actores negros británicos. La mezcla resulta confusa pero agradable, y de alguna manera me recuerda a la imagen idealizada que se tenía de Oriente en los siglos XVIII y XIX.
Para ser una TV-movie, no sólo destaca que sea un proyecto de Kenneth Branagh sino que llaman la atención algunos nombres conocidos, como Bryce Dallas Howard (a la que conocí gracias a ese encantador cuento que es La joven del agua), Alfred Molina o Kevin Kline (que no necesitan presentación). La interpretación es fluida y correcta a pesar de ceñirse al texto original en verso y tiene algunas escenas muy graciosas. La música, compuesta por Patrick Doyle, completa los escenarios con sus reminiscencias orientales, entretejiéndose con la delicada atmósfera de esta delicia: Como gustéis.
Puntuación: 8
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