Título: ¿Qué fue de Baby Jane? (What ever happened to Baby Jane?)
Director: Robert Aldrich
Intérpretes: Bette Davis, Joan Crawford, Victor Buono, Maidie Norman
Año de estreno: 1962
Siempre que en mi familia hablamos sobre los niños prodigio y su tragedia (pues raro es el caso de un niño prodigio que de adulto sepa mantener su éxito o, al menos, la compostura), mi madre saca a colación ¿Qué fue de Baby Jane?, ya hablemos de Mozart o de Macaulay Culkin. La curiosidad me ha llevado finalmente a ver la famosa y cacareada película cuyo título y argumento han sido imitados y/o parodiados por personajes tan dispares como los Monty Python, las hermanas Lisa y Maggie Simpson, Courtney Love y Madonna y Alice Cooper, entre muchos otros. La verdad es que, cuando una ve la película, se entiende que Baby Jane Hudson ocupe el cuadragésimo cuarto puesto en la lista de la AFI de los Cincuenta Mejores Villanos de la Historia del Cine Estadounidense. De hecho, me pregunto por qué no se encuentra entre los veinte primeros... porque debería.
Jane y Blanche Hudson son dos ancianas que viven completamente solas en su mansión, ubicada en un barrio residencial. La primera fue una precoz estrella infantil, caprichosa y mimada, conocida como Baby Jane; la segunda fue en su juventud una famosa actriz de Hollywood hasta que un accidente la dejó paralítica. Ambas mujeres se regodean en el odio mutuo que sienten, si bien el de Baby Jane es el más palpable: tras saborear las mieles del éxito en la infancia fue olvidada, pero se sigue considerando una estrella infantil y culpa a Blanche de su fracaso e incluso de la decrepitud que la devora, y lo paga atormentando a su hermana lisiada todo lo posible. A medida que pasa el tiempo, su enajenación se incrementa hasta sumir a la anciana Baby Jane en la locura.
Los personajes antagónicos de Baby Jane y Blanche quedan en manos, respectivamente, de Bette Davis y Joan Crawford, dos monstruos de la interpretación que aportan tanta fuerza a sus roles que sólo eso basta para pegar al espectador al asiento. Destaca sobre todo Davis como la desequilibrada Baby Jane, que desde el primer flashback se nos presenta como un personaje odioso, si bien es la sublime actuación de Davis la que consigue plasmar la progresiva decadencia del personaje a medida que avanza el metraje. El personaje de Blanche es mucho menos histriónico, diseñado para inspirar compasión al espectador, pues el choque entre las dos hermanas hace palpable la angustia de la menor de una manera asfixiante y casi física. El peso de la película lo sostienen, pues, las dos actrices principales, que por cierto son dos de las legendarias enemigas acérrimas de Hollywood. Quizá sea eso lo que hace tan creíble su actuación; según diversas fuentes, ambas actrices llegaron casi a las manos con la excusa del rodaje de algunas secuencias. El resto de los personajes son tan secundarios que resultan casi anecdóticos. La trama, impresionante a lo largo de todo su desarrollo, concluye con un genial giro argumental y una fascinante escena final, a la altura de la genial El crepúsculo de los dioses, película que sitúo a la misma altura por reflejar las miserias de la fábrica de sueños de Hollywood.
El empleo del blanco y negro acentúa la tensión y el suspense de la historia, y es que estos dos sentimientos se ven muy remarcados a pesar de desarrollarse casi toda la acción en el interior de la enorme casa de las dos hermanas Hudson. La música, tan estridente como viene siendo habitual en las películas de la época, pone su acento en las escenas más intensas de la trama. Incluso el póster original, reproducido arriba, y su inquietante frase publicitaria ("Sister, sister, oh so fair, why is there blood all over your hair?", literalmente "Hermana, hermana, oh, qué bonito, ¿por qué está tu pelo cubierto de sangre?") dan fe de la adhesión de ¿Qué fue de Baby Jane? al género del thriller psicológico.
Puntuación: 10
Director: Robert Aldrich
Intérpretes: Bette Davis, Joan Crawford, Victor Buono, Maidie Norman
Año de estreno: 1962
Siempre que en mi familia hablamos sobre los niños prodigio y su tragedia (pues raro es el caso de un niño prodigio que de adulto sepa mantener su éxito o, al menos, la compostura), mi madre saca a colación ¿Qué fue de Baby Jane?, ya hablemos de Mozart o de Macaulay Culkin. La curiosidad me ha llevado finalmente a ver la famosa y cacareada película cuyo título y argumento han sido imitados y/o parodiados por personajes tan dispares como los Monty Python, las hermanas Lisa y Maggie Simpson, Courtney Love y Madonna y Alice Cooper, entre muchos otros. La verdad es que, cuando una ve la película, se entiende que Baby Jane Hudson ocupe el cuadragésimo cuarto puesto en la lista de la AFI de los Cincuenta Mejores Villanos de la Historia del Cine Estadounidense. De hecho, me pregunto por qué no se encuentra entre los veinte primeros... porque debería.
Jane y Blanche Hudson son dos ancianas que viven completamente solas en su mansión, ubicada en un barrio residencial. La primera fue una precoz estrella infantil, caprichosa y mimada, conocida como Baby Jane; la segunda fue en su juventud una famosa actriz de Hollywood hasta que un accidente la dejó paralítica. Ambas mujeres se regodean en el odio mutuo que sienten, si bien el de Baby Jane es el más palpable: tras saborear las mieles del éxito en la infancia fue olvidada, pero se sigue considerando una estrella infantil y culpa a Blanche de su fracaso e incluso de la decrepitud que la devora, y lo paga atormentando a su hermana lisiada todo lo posible. A medida que pasa el tiempo, su enajenación se incrementa hasta sumir a la anciana Baby Jane en la locura.
Los personajes antagónicos de Baby Jane y Blanche quedan en manos, respectivamente, de Bette Davis y Joan Crawford, dos monstruos de la interpretación que aportan tanta fuerza a sus roles que sólo eso basta para pegar al espectador al asiento. Destaca sobre todo Davis como la desequilibrada Baby Jane, que desde el primer flashback se nos presenta como un personaje odioso, si bien es la sublime actuación de Davis la que consigue plasmar la progresiva decadencia del personaje a medida que avanza el metraje. El personaje de Blanche es mucho menos histriónico, diseñado para inspirar compasión al espectador, pues el choque entre las dos hermanas hace palpable la angustia de la menor de una manera asfixiante y casi física. El peso de la película lo sostienen, pues, las dos actrices principales, que por cierto son dos de las legendarias enemigas acérrimas de Hollywood. Quizá sea eso lo que hace tan creíble su actuación; según diversas fuentes, ambas actrices llegaron casi a las manos con la excusa del rodaje de algunas secuencias. El resto de los personajes son tan secundarios que resultan casi anecdóticos. La trama, impresionante a lo largo de todo su desarrollo, concluye con un genial giro argumental y una fascinante escena final, a la altura de la genial El crepúsculo de los dioses, película que sitúo a la misma altura por reflejar las miserias de la fábrica de sueños de Hollywood.
El empleo del blanco y negro acentúa la tensión y el suspense de la historia, y es que estos dos sentimientos se ven muy remarcados a pesar de desarrollarse casi toda la acción en el interior de la enorme casa de las dos hermanas Hudson. La música, tan estridente como viene siendo habitual en las películas de la época, pone su acento en las escenas más intensas de la trama. Incluso el póster original, reproducido arriba, y su inquietante frase publicitaria ("Sister, sister, oh so fair, why is there blood all over your hair?", literalmente "Hermana, hermana, oh, qué bonito, ¿por qué está tu pelo cubierto de sangre?") dan fe de la adhesión de ¿Qué fue de Baby Jane? al género del thriller psicológico.
Puntuación: 10
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