Director: Tim Burton
Intérpretes: Alec Baldwin, Geena Davis, Michael Keaton, Winona Ryder
Año de estreno: 1989
Sí, no había visto esta película hasta ahora. Ni siquiera sabía de su existencia cuando de pequeña era la fan número uno de la serie de dibujos animados que se creó auspiciada por el éxito de esta película tan loca. La verdad es que, visto desde la distancia, es sorprendente (en el buen sentido) que una película tan arriesgada como Bitelchus tuviese semejante éxito cuando Tim Burton no era todavía el director consagrado que es hoy, con legiones de fans que besan el suelo que pisa. A mí me gustan sus películas, mucho, pero no me considero fan suya, no sé muy bien por qué. A lo mejor es porque no quiero que me identifiquen con la mayoría de frikis góticos que conforman la masa de sus fervientes admiradores
Adam y Barbara Maitland son un joven matrimonio que decide pasar las vacaciones en su bucólica casa de Nueva Inglaterra. Lamentablemente, la pareja sale a hacer unos recados y sufren un accidente. Al regresar a su casa descubren que están muertos y que esa condición tiene una serie de graves inconvenientes, como el ser invisibles o que no puedan abandonar la casa. La cosa va a peor cuando un matrimonio de Nueva York compra la vivienda. Adam y Barbara se esfuerzan por tratar de echarles como buenos fantasmas que son, pero sólo la hija gótica de los nuevos inquilinos, Lydia, puede verles. Abrumados, Adam y Barbara optan por utilizar su último recurso: el bio-exorcista Bitelchus.
Resulta curioso que el personaje que dan nombre a la cinta aparezca tan poco en su desarrollo: no llega ni a media hora en pantalla. Y sin embargo, el bueno (o malo) de Bitelchus, con sus dientes irregulares, sus greñas pálidas y su traje a rayas negras y blancas es uno de los personajes más icónicos del universo Burton. Los actores tuvieron que pasárselo en grande actuando en esta película tan loca, en la que destacan unos dignísimos Alec Baldwin y Geena Davis dándolo todo y, por supuesto, la presencia de una Winona Ryder de diecisiete años que exprimió con maestría uno de sus papeles más interesantes en su primera etapa, con el permiso de Sirenas.
En cuanto a los aspectos técnicos, Burton despliega un verdadero catálogo de efectos especiales de serie B buscados a propósito: pantallas azules sobre las que se recortan ostentosamente las siluetas de los personajes, stop-motion con figuras de plastilina, marionetas... En Bitelchus, Burton deseaba recrear el aspecto algo cutre pero igualmente inolvidable de las películas con las que creció. Todo esto se aliña con la fantástica banda sonora del siempre fiel Danny Elfman, que logra acentuar con sus composiciones el sarcasmo, la comedia negra y el gamberrismo que empapa todo Bitelchus.
Puntuación: 8
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