jueves, 23 de febrero de 2012

Bocados de realidad

Imagen de Wikipedia
Título: Bocados de realidad (Reality bites)
Director: Ben Stiller
Intérpretes: Winona Ryder, Ethan Hawke, Ben Stiller, Janeane Garofalo
Año de estreno: 1994


A la gente de mi edad le gusta decir que crecieron en los ochenta, pero no es mi caso. Yo me considero una niña de los 90, ya que gran parte de la cultura de la década anterior todavía daba coletazos durante mi primera década de vida, y más teniendo en cuenta que en España todo llega y se marcha más tarde. Por eso siempre he entendido a la Generación X como jóvenes anteriores a mí que sí que crecieron en los ochenta, vivieron la caída del Muro de Berlín como el gran acontecimiento político de su juventud y supieron que Kurt Cobain había muerto en el periódico del día posterior a ese suceso. De esos jóvenes trata precisamente esta película: es la Generación X en vivo.

Lelaina Pierce acaba de licenciarse en Periodismo y sueña con ser una famosa directora de documentales. Mientras lidia con su primer empleo como último mono para un programa matutino de televisión, Lelaina graba a sus amigos Troy, Vickie y Sammy, sus opiniones y momentos de sus vidas en un documental al que llama Bocados de realidad. Lelaina y Troy se sienten atraídos mutuamente, pero no se deciden a dar el paso: ella es metódica y se debe a sus sueños y aspiraciones; él es nihilista y parece pasar de todo sin que nada le importe realmente. Lelaina conoce accidentalmente a Michael, que trabaja para un canal de televisión tipo MTV, y comienzan a salir, para visible disgusto de Troy. Cuando Lelaina pierde su empleo, las cosas comienzan a cambiar a pasos agigantados para el grupo.

Más que contar una historia, Bocados de realidad plantea un mosaico en el que se ven reflejados los problemas e inquietudes de la juventud de los años 90, que no han cambiado demasiado: la dificultad de dar con un trabajo que te llene o la de hacerse respetar, el "paso de todo" como manera de evitar los problemas, la complejidad de la sexualidad y sus consecuencias (personificados en el terror al SIDA de Vickie y la homosexualidad oculta de Sammy); la supervivencia, en definitiva. Los temas se hilvanan con la trama, filtrándose a través de los momentos de folletín para dejar un poso de realidad, como el propio documental de Lelaina.

A la dirección de Ben Stiller, correcta y muy de su época, se unen las excelentes interpretaciones de los actores; no en vano fue Bocados de realidad la cinta que hizo de Winona Ryder la musa de la Generación X y el movimiento grunge. Su Lelaina posee un encanto especial, le da esa fuerza que sólo ella sabe darle a ciertos papeles y que hace imposible imaginarse otro rostro en ese personaje. Ethan Hawke se desmarca de sus papeles de chico bueno con un canalla en cuya piel se mete sin problemas, dándole un interesante calado. Lástima que el doblaje en español no acompañe...

Puede que Bocados de realidad no sea ninguna obra maestra, pero tiene un encanto misterioso del que apenas te das cuenta hasta que empiezan los créditos. Debo confesar que, como película de crecimiento (por así llamar a ese género que los americanos conocen como coming-of-age), probablemente sea la que más de cerca me pilla.

Puntuación: 8

2 comentarios:

  1. Recuerdo que la vi hace muchos años y que me dejó muy buen sabor de boca. Después de tu reseña se me ha antojado verla de nuevo. Besitos!

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que a mí me encantó, así que, como no podía ser de otra manera, te la recomiendo ;)

    ResponderEliminar