martes, 28 de febrero de 2012

Un chico listo

Imagen de Wikipedia
Título: Un chico listo (Starter for 10)
Director: Tom Vaughan
Intérpretes: James McAvoy, Rebecca Hall, Alice Eve, Dominic Cooper
Año de estreno: 2006


Una vez más, mi acusado fangirlismo hacia James McAvoy y Michael Fassbender, a los que descubrí gracias a X-Men: Primera generación, me ha llevado a tragarme una película en la que uno de ellos aparecía, y una vez más, como pasara con Wanted y Angel, el chasco que me he llevado ha sido considerable. Hacía mucho que no sentía la necesidad de bucear un poco en la filmografía del escocés, y casi, casi lo he lamentado.

Brian Jackson es un chico de familia humilde que siente verdadera pasión por el conocimiento. En el año 1985 se cumple su sueño de asistir a la universidad, concretamente a la de Bristol, y su primer movimiento es apuntarse al grupo de estudiantes que planean asistir a Desafío universitario, un concurso televisado de preguntas y respuestas. Allí conoce a Alice Harbinson, la típica chica guapa, de la que se enamora, pero a medida que pasa el tiempo hasta la prueba, una serie de errores y malas decisiones le hacen replantearse muchas cosas, entre ellas, su relación con la carismática Rebecca Epstein, su primera amiga en el campus.

No creo que esta película gozara del apoyo que se aprecia en ciertas redes sociales de no ser por la aparición de Benedict Cumberbatch, el protagonista de Sherlock, en un papel secundario que probablemente sea, reconozcámoslo, el más divertido de esta comedia. Aunque la película no es mala, gran parte de su hilaridad proceden de Patrick Watts, al que da vida Cumberbatch, y de la vergüenza ajena que provoca James McAvoy en algunas secuencias; el resto es manifiestamente mejorable. A pesar de desarrollarse en los 80, no se le saca ningún jugo a tan prodigiosa década y todas las situaciones tienen pinta de ser un simple esbozo de lo que podría salir mejor, además de ser, en algunos casos, bastante previsibles, si bien hay un par de secuencias, justo es reconocerlo, que tienen bastante gracia, como cuando Brian se encuentra con los señores Harbinson en la cocina. No sé si tiene que ver con la novela en la que se basa la película, pero a mí no me ha hecho tanta gracia como debería... O eso creo.

Puntuación: 6

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