Título: Iris
Director: Richard Eyre
Intérpretes: Judi Dench, Jim Broadbent, Kate Winslet, Hugh Bonneville
Año de estreno: 2001
Apuro mi último mes de vacaciones ingiriendo cine y literatura a granel. Es una pena que un libro no pueda saborearse en tan sólo dos horas. ¡La vida es muy corta y hay demasiado por ver!
Hacía tiempo que sentía interés por esta película. Debo confesar que Titanic, que vi cuando tenía tan sólo once años, no sólo consiguió que me enamorase de Leonardo DiCaprio: también me presentó a una actriz pelirroja llamada Kate Winslet. Aunque no he visto demasiadas películas suyas, ésta es una de las que me interesaron en el momento de su estreno pero que no he tenido ocasión de ver hasta hoy.
Iris es un biopic muy especial, centrado en la figura de la novelista y filósofa Iris Murdoch y su relación con su esposo John Bayley, basándose en una obra de éste, Elegy for Iris. La película mezcla fragmentos de la pareja en su vejez, cuando Iris enferma de alzheimer con su posterior desarrollo, y escenas de la juventud de ambos, cuando se conocieron.
Esta película se caracteriza por un ritmo pausado que resulta lento en algunas secuencias. El director refleja así el estilo de vida de los dos ancianos, mientras la otrora brillante Iris se hunde lentamente en el sopor de la terrible enfermedad mental que conduce al olvido. Los flashbacks se intercalan como fogonazos, a veces se interrumpen para dar paso a otra escena del presente para finalizar después, dando verdadero aspecto de recuerdos que surgen de manera espontánea.
El punto fuerte es, cómo no, la interpretación. Judi Dench se encamina al Olimpo de mis actores preferidos (donde comenzó a estar un poco gracias a su sublime Elizabeth I de Shakespeare in love) con su impresionante interpretación de Iris en su declive: pasa de ser una mujer inteligente que es dolorosamente consciente de su grave enfermedad y sufre al ver cómo sus amadas palabras comienzan a perder todo sentido para ella, a convertirse en una anciana que apenas sabe valerse. Su actuación resulta francamente realista, al igual que la de Jim Broadbent como el anciano John Bayley, embargado de amor por Iris hasta el final, pero sufriendo al ver su estado y, a veces, perdiendo los nervios con ella, algo que sucede inevitablemente a todas las personas que tienen enfermos de alzheimer a su cargo. Kate Winslet y Hugh Bonneville dan vida a los mismos personajes en su juventud; su papel no pasa de anecdótico pero resulta entrañable.
Puntuación: 5
Hacía tiempo que sentía interés por esta película. Debo confesar que Titanic, que vi cuando tenía tan sólo once años, no sólo consiguió que me enamorase de Leonardo DiCaprio: también me presentó a una actriz pelirroja llamada Kate Winslet. Aunque no he visto demasiadas películas suyas, ésta es una de las que me interesaron en el momento de su estreno pero que no he tenido ocasión de ver hasta hoy.
Iris es un biopic muy especial, centrado en la figura de la novelista y filósofa Iris Murdoch y su relación con su esposo John Bayley, basándose en una obra de éste, Elegy for Iris. La película mezcla fragmentos de la pareja en su vejez, cuando Iris enferma de alzheimer con su posterior desarrollo, y escenas de la juventud de ambos, cuando se conocieron.
Esta película se caracteriza por un ritmo pausado que resulta lento en algunas secuencias. El director refleja así el estilo de vida de los dos ancianos, mientras la otrora brillante Iris se hunde lentamente en el sopor de la terrible enfermedad mental que conduce al olvido. Los flashbacks se intercalan como fogonazos, a veces se interrumpen para dar paso a otra escena del presente para finalizar después, dando verdadero aspecto de recuerdos que surgen de manera espontánea.
El punto fuerte es, cómo no, la interpretación. Judi Dench se encamina al Olimpo de mis actores preferidos (donde comenzó a estar un poco gracias a su sublime Elizabeth I de Shakespeare in love) con su impresionante interpretación de Iris en su declive: pasa de ser una mujer inteligente que es dolorosamente consciente de su grave enfermedad y sufre al ver cómo sus amadas palabras comienzan a perder todo sentido para ella, a convertirse en una anciana que apenas sabe valerse. Su actuación resulta francamente realista, al igual que la de Jim Broadbent como el anciano John Bayley, embargado de amor por Iris hasta el final, pero sufriendo al ver su estado y, a veces, perdiendo los nervios con ella, algo que sucede inevitablemente a todas las personas que tienen enfermos de alzheimer a su cargo. Kate Winslet y Hugh Bonneville dan vida a los mismos personajes en su juventud; su papel no pasa de anecdótico pero resulta entrañable.
Puntuación: 5
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