martes, 30 de noviembre de 2010

Persépolis

Título: Persépolis (Persepolis)
Director: Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi
Intérpretes (voces): Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Simon Abkarian, Danielle Darrieux
Año de estreno: 2007

Si algo hay que reconocerles a los franceses, que no son santo de mi devoción, es que, además de tocar el acordeón como ningún otro pueblo, son los artífices de la mejor animación que se puede encontrar en Europa hoy en día. Esto es algo que he comprobado gracias a diversas adaptaciones de cómics: las películas de Corto Maltés y ahora, la versión animada de Persépolis.

Leí el cómic original en el momento idóneo: para obtener créditos de libre configuración en la carrera, me matriculé en la asignatura de lengua persa que ofrecía la facultad de Filología. Aunque ya no recuerdo nada del idioma (y eso que en su momento las clases me sirvieron para aprender de memoria el alfabeto farsi, que es muy parecido al árabe), sí que aprendí mucho de la cultura iraní, completamente desconocida para mí. En este contexto, una compañera me prestó el tomo único publicado por Norma de Persépolis. El flechazo fue instantáneo.

La película que adapta el cómic original de Marjane Satrapi (que también ejerce labores de dirección y adaptación del guión, además de supervisar muy de cerca toda la producción del largometraje) relata en una hora y media los acontecimientos principales de esta obra autobiográfica en que Marjane Satrapi relata cómo vivieron ella y su familia, de talante progresista, el derrocamiento del Sha, la proclamación del régimen fundamentalista islámico y la guerra con Irak. La historia se desarrolla entre 1979, cuando Marji (diminutivo familiar de la autora) tiene diez años, y avanza hasta 1992, cuando la joven decide abandonar Irán. Durante ese período el lector no sólo presencia la manera en que el nuevo régimen sustituye la esperanza por el miedo, sino también cómo la situación hace mella en la familia de Marjane, que la envía a estudiar a Europa con la esperanza de darle un futuro mejor. Sin embargo, en Viena Marjane se topa con la ignorancia y los prejuicios de sus compañeros hacia su país de origen, motivo por el cual acaba regresando a Irán.

Con un dibujo extremadamente simple, casi infantil, que se ve reflejado milímetro a milímetro en el celuloide, las desventuras de Marjane se suceden ante nuestros ojos desvelándonos un importante trozo de cultura de un país tan desconocido como es Irán. Aunque leer el cómic original es siempre interesante, lo cierto es que su adaptación resume a la perfección las trescientas sesenta páginas de la obra en papel, resultando fiel hasta en el empleo del blanco y negro, con unos efectos muy dinámicos y una animación realmente bien hecha. No es de extrañar que Persépolis fuese nominada al Óscar a la Mejor Película de Animación en el año 2007, aunque el galardón se lo llevase (cómo no) una de Pixar, Ratatouille. No entraré en si realmente se merecía el premio más que Persépolis, ya que ésta es la única de las tres nominadas que he visto, siendo la tercera Locos por el surf, pero una cosa sí la tengo clara: Persépolis es una de esas obras que nos permiten conocer un poco mejor el mundo que nos rodea.

Puntuación: 9

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