Título: The good girl
Director: Miguel Arteta
Intérpretes: Jennifer Aniston, Jake Gyllenhaal, John C. Reilly, Tim Blake Nelson
Año de estreno: 2002
Debo confesar que no me gusta Jennifer Aniston. No sé si Rachel Green, su personaje en Friends, tiene parte de la culpa, pero lo cierto es que no me parece buena actriz. Cierto es que he visto muy pocas películas protagonizadas por ella, pero es que la evito deliberadamente. En el caso de The good girl, entre que me hablaron muy bien de ella y que me apetecía volver a ver a Jake Gyllenhaal, decidí arriesgarme.
Justine Last es una treintañera atrapada en una vida que detesta: trabaja en un supermercado deprimente, su marido es un porreta y no logra quedarse embarazada. Las cosas parecen cambiar cuando conoce a un enigmático joven que se hace llamar Holden, como el protagonista de El guardián entre el centeno. No tarda en averiguar que él se siente tan aislado como ella, y una tórrida relación se desarrolla entre ambos.
Entre el confuso título y la presencia de Aniston, uno puede caer en el error de creer que se trata de una comedia romántica, y lo cierto es que The good girl es un verdadero drama en el que una mujer se ve obligada a decidir entre la seguridad de la rutina y la posibilidad de un futuro nuevo pero incierto con un muchacho desequilibrado. La asfixiante atmósfera del pueblo de mala muerte en el que vive Justine (en serio, los pueblos en Estados Unidos son de todo menos pintorescos, no me sorprende que para eso vengan a Europa) y de su detestable vida quedan reflejados no tanto en su entorno, que también, como en su abandono físico. Sin embargo, el inestimable punto de vista que ofrece la historia nos permite valorar de maneras muy distintas esa vida que tanto odia Justine.
El mayor peso de The good girl se la llevan las interpretaciones. Aniston realiza un papel diametralmente opuesto al que le dio la fama, haciéndolo creíble; Gyllenhaal interpreta a un nuevo Donnie Darko algo más crecido. John C. Reilly, al que sólo conocía como el bueno de Amos en Chicago, sorprende con un papel similar (el marido cornudo) pero muy, muy distinto al mismo tiempo. Incluso mi admirada Zooey Deschanel tiene un pequeño e histriónico papel.
Puntuación: 6
Director: Miguel Arteta
Intérpretes: Jennifer Aniston, Jake Gyllenhaal, John C. Reilly, Tim Blake Nelson
Año de estreno: 2002
Debo confesar que no me gusta Jennifer Aniston. No sé si Rachel Green, su personaje en Friends, tiene parte de la culpa, pero lo cierto es que no me parece buena actriz. Cierto es que he visto muy pocas películas protagonizadas por ella, pero es que la evito deliberadamente. En el caso de The good girl, entre que me hablaron muy bien de ella y que me apetecía volver a ver a Jake Gyllenhaal, decidí arriesgarme.
Justine Last es una treintañera atrapada en una vida que detesta: trabaja en un supermercado deprimente, su marido es un porreta y no logra quedarse embarazada. Las cosas parecen cambiar cuando conoce a un enigmático joven que se hace llamar Holden, como el protagonista de El guardián entre el centeno. No tarda en averiguar que él se siente tan aislado como ella, y una tórrida relación se desarrolla entre ambos.
Entre el confuso título y la presencia de Aniston, uno puede caer en el error de creer que se trata de una comedia romántica, y lo cierto es que The good girl es un verdadero drama en el que una mujer se ve obligada a decidir entre la seguridad de la rutina y la posibilidad de un futuro nuevo pero incierto con un muchacho desequilibrado. La asfixiante atmósfera del pueblo de mala muerte en el que vive Justine (en serio, los pueblos en Estados Unidos son de todo menos pintorescos, no me sorprende que para eso vengan a Europa) y de su detestable vida quedan reflejados no tanto en su entorno, que también, como en su abandono físico. Sin embargo, el inestimable punto de vista que ofrece la historia nos permite valorar de maneras muy distintas esa vida que tanto odia Justine.
El mayor peso de The good girl se la llevan las interpretaciones. Aniston realiza un papel diametralmente opuesto al que le dio la fama, haciéndolo creíble; Gyllenhaal interpreta a un nuevo Donnie Darko algo más crecido. John C. Reilly, al que sólo conocía como el bueno de Amos en Chicago, sorprende con un papel similar (el marido cornudo) pero muy, muy distinto al mismo tiempo. Incluso mi admirada Zooey Deschanel tiene un pequeño e histriónico papel.
Puntuación: 6
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